Enceinte | Y.K [2da Temporada De Yoonkook Chats]

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—Jungkook, hoy habrá una fiesta en la casa de Hobi y estás invitado—Taehyung le guiñó un ojo mientras recargaba su codo en la barra de la cocina.

Jungkook lo pensó un momento antes de asentir. Últimamente se la pasaba encerrado en su casa cuidando de Yoongito que solo se la pasaba durmiendo todo el día.

—Iré—Contestó—¿Estará Yoongi?—Preguntó en un susurro que Jin logro escuchar.

—Es el mejor amigo de Hoseok, obviamente estará ahí.

—Bueno entonces no voy. Ni siquiera soy tan amigo de Jung —Contesto con un puchero.

Jin y Taehyung rodaron sus ojos irritados por la actitud del menor, sin Yoongi era todo un bebé llorón insoportable.

—Creí que habían quedado como amigos después de que lo engañaras con Yoongi. —Soltó Taehyung con las manos en su cintura.

—¡No! — Pisoteo el piso cruzando sus brazos — Nunca quedamos como amigos y para tu información, él fue quien me engañó contigo—Lo señaló poniéndose de pie. 

—¡Ni siquiera lo amabas!—Espetó Taehyung empujando al menor.

—¡Tú no lo sabes!

—¡Basta!—Dijo Jin poniéndose en medio de ambos chicos —Pero que mierda, ¿Enserio se van a pelear por un chico?

— Claro que no, yo tengo a Yoongi. P-pero lo siento, hyung —Se disculpo el menor recibiendo un bufido por parte de Taehyung.

—Como sea, discúlpame tú Kookie.

Jin suspiro. —Ahora hay que vestirnos, supongo que querrás verte lindo para Yoongi y no tenemos mucho tiempo.

—Mmm si...—Dijo Jungkook con un leve sonrojo.

El menor se dirigió a su habitación con ambos chicos siguiéndole.

—¿Te he dicho que tienes una habitación hermosa?—Dijo Jin recorriendo nuevamente cada rincón del cuarto.

—Cada que vienes —Respondió Jungkook sin importancia dirigiéndose a su armario.

Para Jungkook, elegir el atuendo de ropa es la peor parte. Siempre esta en desacuerdo con los conjuntos que selecciona y por eso, casi tiene toda una tienda de ropa en el armario. 

Con Jin y Taehyung siguiéndole, entro al cuarto de baño y se probo varios atuendos que sus amigos habían elegido para él.

— Ese te queda perfecto—Dijo Taehyung observando al menor con una sonrisa después de que este se animara a salir. 

La ropa consistía en un pantalon de mezclilla color negro ajustado perfectamente a sus muslos. Una playera blanca que a pesar de no ser ajustada, hacía lucir su pequeña cintura.

— Genial entonces será ese. Te ves muy lindo Kookie — Dijo Jin con una sincera sonrisa.

Jungkook se miro de reojo en el espejo estando de acuerdo con el atuendo que llevaba, su mirada de a poco bajo hasta llegar a su trasero y piernas e hizo una pose un tanto provocativa.

—Si es el correcto. —Jungkook sonrió mientras Taehyung alzó su pulgar.

—Ahora es nuestro turno Jungkook, acompáñanos a casa, la fiesta comienza en unas horas—Jin tomo a los menores de la muñeca saliendo de ese lugar para dirigirse al suyo.

La casa de Jin era mucho más grande que la de Jungkook, y eso se debía a que el menor vivía solo después de haber sido hechado de casa por sus mismos padres, ellos no iban a soportar que a su único hijo le gustaran los hombres.

Taehyung y Jin viven juntos por ahora, así que no demoraron nada en cambiarse la ropa y ducharse, dado a que ellos ya tenían todo preparado.

Y terminando, los tres se marcharon a la fiesta con la idea de que seria una noche inolvidable.

O tal vez una noche loca que pasó a pañales.

[...]

Si la casa de Jin y Taehyung era enorme, la casa de Hoseok la superaba. Chicos y chicas teniendo sexo por doquier, toda una fiesta loca con "adultos" hormonales. El ambiente era ruidoso y nada tranquilo, pero se podría decir que todos lo disfrutaban y más con ese olor a sudor, tequila y marihuana.

Hoseok tomo a Taehyung de la cintura  llevándolo a una habitación vacía para tener una "aventura" aprovechándose del pobre chico ebrio.

Jungkook dio suaves palmadas a la espalda de Jin, quien su estómago no dejaba de regresar todo el alcohol que había consumido recién llegaron. Venir a la fiesta de Hoseok fue la peor idea, además de no haber visto por ningún lado a Yoongi.

Jimin había entrado con una chica al baño, donde claramente se escuchaban los insoportables gemidos de la mujer. Jungkook se alejó después, llevando a Jin recargado en su hombro para buscar  una habitación vacía y que su hyung pudiera descansar.

Cuando encontró una y recostó al mayor en la cama, se dispuso a salir e ir por un vaso de agua, quería evitar pasar por toda la multitud que bailaba con sus cuerpos pegados y el olor a sudor que hacía picar su nariz.

Se había topado con varios sujetos que lo manosearon impidiendo su llegada a la cocina.

Una mano fría tomo la suya haciéndolo girar y exaltarse por el tacto, lo miro y sonrió, sabía que algo bueno debía salir de esta horrorosa fiesta.

—Yoongi...—Menciono cuando el pelimenta lo cargo y llevó a la habítacion que parecía ser del anfitrión de la fiesta.

Yoongi atacó los labios de Jungkook, el menor correspondió subiendo la intensidad del beso convirtiéndolo en uno hambriento.

Jungkook llevo sus brazos al cuello de Yoongi y este llevo sus manos a la estrecha cintura del menor.

Yoongi estaba ebrio, no estaba en sus cinco sentidos y Jungkook sabía que aprovecharse de él no estaba nada bien. Pero poco le importó, ahora estaba en sus brazos y no desperdiciaría la oportunidad.

Yoongi despojo la ropa del menor dejando ver su tan cuidada piel, apretó el agarre de sus caderas frotando ambas erecciones y de los labios del menor, inevitablemente salieron gemidos de placer.

No podía pedir más, la fiesta en la casa de Hoseok había sido espantosa, bueno, al menos para él lo fue, pero con Yoongi en la cama había sido fantástico, disfruto cada momento y mucho más cuando Yoongi se vino dentro de él. Solo esperaba que no se molestará por haberse aprovechado de la situación y no haber respetado la desición de Yoongi al pedirle un tiempo, pero él se moría de ganas por tenerlo así nuevamente compartiendo la misma cama en una posición un tanto comprometedora.

—Te amo Yoongi—Habló antes de acariciar su rostro y dejar un último beso en sus labios para después así, quedar dormido entre sus brazos.

Y entre sueños, pudo acordarse de lo que probablemente arruine o traiga felicidad en su vida, nunca se sabe.

Pero con un Jungkook olvidadizo, no se podía hacer mucho.

Había olvidado el maldito condón.