Matar Para Vivir [[ɢ ʀ ɪ ᴍ ᴇ ꜱ #2]]

~4~

Capítulo 4:

Narrador...

Veía como marcaban una vez más su piel, prácticamente pronto ya no habría espacio para más nada en su pecho, brazos y cuellos ya habían sido marcados.

    - ¿no estas contentó?  - había entrado a su celda mark con una gran sonrisa viendo como tatuaban a su luchador, aquel rodo los ojos arto

    - ¿porque tendría que estarlo? - pregunto obvio viendo le fijamente, el trazó de la aguja con la tinta no le provocaba daño alguno, había recibido golpes e heridas más fuertes que un simple pinchazo - me quitaste mi libertad ¿cambio de que?  De ser una basura más grande de la que ya era, haruinaste mi vida no tendría porque estar feliz mark - sentenció Dylan siendo severo con sus palabras sin miedo a que castigo podría recibir después

     - recuerda, yo no cree a Dylan fue tu querido hermano yo solo lo tome prestado, des quitate con el mejor - camino lentamente asta sentarse junto a el, manteniendo la distancia - por si no sabias, te traigo chisme - río como vieja chismosa, Dylan lo miro sin ningún interés alguno - como siempre el corazón tan bondadoso de Connor ayudando a los necesitados adivina ¿a quien ayuda ahora?  Te daré una pista, ahora Connor acaba de apuñalar te por la espalda - Dylan fruncio el ceño viendo le detenidamente, sabía que Connor jamás lo traicionaria eran hermanos, su único hermano cual podía confiar, mark vio que no pensaba contestar aquel decidió seguir hablando - desde que matias, tu querido hermano mayor quiso quitarse la vida, Connor lo a apoyado en su rehabilitación, al igual que toda tu familia querido Dylan, Connor hizó todo lo posible para sacarlo de la prisión y llevarlo a una casa de rehabilitación para presos en su Estado ¿que me dices?  Creo que hay que hacer un altar a Connor, al idiota del año - aquel río por lo último a lo contrario de Dylan cual apretaba sus manos con fuerza volviendo sus puños blancos.

Cuanto habían pasado ellos por culpa de matias ¿acaso no le importaba a Connor? 

No sabía si creer las palabras de mark, tal vez solo eran cuentos para separarlo de Connor, pero si aquello era sierto Connor lo había perdido para siempre.

Una traición así no la hiba a perdonar.

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Aquella pequeña en sus brazos era todo su mundo hoy, veía la belleza de Alis plasmada en esa pequeña llevando el color de ojos de el, su pelo de oro y la bella sonrisa de si madre.

La niña sonrió en los brazos de su padre, la pequeña Anna aún no podía hablar pero algunas pequeñas palabras salían en algún momento.

Connor pensó que era el mejor regalo que le había dado la vida, Alis junto a la pequeña hija que crearon con tanto amor.

     - nesesito un favor tío - aquella se sentó junto a Connor viendo la tierna escena de padre e hija, el Rubio la miro con una sonrisa ladina, mía jamás le decía tío