Matar Para Vivir [[ɢ ʀ ɪ ᴍ ᴇ ꜱ #2]]

~ 26 ~

Capítulo 26:

Narrador...

Los días y meses pasaron lentamente encerrado en ese lugar lleno de personas como el, con muchos problemas pero, justamente el sabía que su locura ya no tenía solución alguna.

Le debia todo a su hermano ya que si no fuera por el, hoy estaría muerto, gracia a su hermano hoy estaba en un mejor lugar y no encerrado en aquella celda fría eh oscura.

Suspiro viendo hacia el cielo, todos los días hablaba por teléfono con su hija cual le contaba que bien le iba en las carreras junto a sus amigos. Su querida mía, aquella niña que un día había tenido entre sus brazos y le había prometido al nacer cuidarla de todo lo malo.

Hoy mía ya tenía la edad suficiente para cuidarse sola y decidir su camino, pero matias sabía que siempre estaría para ella y aún que estaba hay adentró encerrado si quería podía salir fácilmente con ayuda de la gente que trabajaba para el.

¿Porque jamás trato de escapar? Quería hacer las cosas bien, ya suficiente la había cagado antes, era ahora de cambiar o al menos intentarlo. Pero estaba seguro que el día que mía necesite ayuda mandaría todo a la mierda y volvería a ser el viejo matias.

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Hoy no era un día cualquiera en la vida de matias, hoy era el día de visita el cual llegaba connor y esa Rica bandeja de galletitas que le enviaba su madre.

  — señor grimes ¿puede usted acompañarme? — llegó una enfermera del lugar, aquella señora regordeta le sonrió amable. El nombrado solo asintió empezando a caminar junto a ella.

Debía admitir que donde estaba era un lindo lugar, aquel centró de rehabilitación para los presos con algún tipo de trastorno eran llevados para reavilitarlos y observar si algún día podían dejarlos en libertad. Cual no era el caso de matias ya que tenía prision de por vida pero eso ya no le importaba.

El gran patio del lugar era maravilloso, era muy verde, varios árboles que les regalaban sombra para pasar la tarde bajo estos. Varias mesas cuales eran usadas para pasar el rato con las visitas o solos.

Para su sorpresa su vista llegó rápidamente la imagen que jamás había pensado poder ver, se detuvo en seco sintiendo sus ojos arder y una gran sonrisa aparecer en sus labios. Su familia estaba hay.

   — Feliz cumpleaños, mateo — sonrió connor viendo llegar a su hermano y como era de costumbre del Rubio de llamarlo por su verdadero nombre. Y hay estaban delante de el su querida madre cual jamás había borrado esa hermosa sonrisa apesar de todo lo malo que le había echo, connor con una pequeña niña en brazos y junto a el una niña de pelo negro con unos hermosos ojos claros.

Su mundo se vino abajo, era su pequeña hermana.

Su pecho se contrajo, siempre había pensado que jamás la hiba a poder conocer y tampoco merecía hacerlo, el era una mierda.