Capítulo uno

18.2K 595 164
                                    

Mi pie derecho impulsa mi cuerpo y James pone sus manos en mi cintura elevándome,extiendo mis brazos notando como el aire golpea mi rostro.Segundos después mis pies aterrizan en el hielo de nuevo y James agarra mi mano haciendo que gire.

Freno con las cuchillas de mis patines y sonrío mirando a mi compañero,nos acercamos al límite de la pista y salimos quitándonos el calzado obligatorio.

-Creo que estamos listos para la eliminatoria -dice James sonriente sentándose en el banco.

Hago una mueca cogiendo mis zapatos,me siento a su lado suspirando.

-No lo creo James,no voy a hacerlo bien...-digo empezando a calzarme.

-Ni se te ocurra decir eso Yara,eres la mejor patinadora del condado y vamos a ganar esa copa-dice imitando mis actos

-Si tu lo dices-me encojo de hombros y veo como un chico apoyado en la puerta de salida no separa su mirada de nosotros.

James levanta la cabeza y cuando ve al chico su cuerpo se tensa de arriba a abajo,se levanta sin decir nada y se acerca a él.Me quito la sudadera porque sé que fuera hará mucho calor,me limpio el hielo que se ha quedado en mis leggins y me pongo la mochila a la espalda mientras enciendo el móvil.

Sé que parece una tontería una pista de hielo en California,donde el invierno no existe,pero la hay y es mi droga.Desde los doce llevo patinando y ahora con dieciséis estoy entrenando para participar en la nacional.

Me despido de mi entrenador y veo a James hablar con el chico,en frente de la salida.Camino hacia ellos para salir y me despido de mi compañero agitando la mano.

-Hasta mañana James -digo y ambos me miran.El chico desconocido me mira de arriba a abajo,lo observo bien y es guapo.Podría hacerse pasar por un dios griego con solo ponerse una sábana por encima.

-Adiós blondie- dice el desconocido guiñándome un ojo y hago una mueca.El dios griego se acaba de convertir en un gilipollas de primera clase.

Sigue mirándome haciendo que me incomode mucho,mi cara arde por lo que agradezco a mis padres haberme creado con piernas y salgo del recinto como un cohete.

Odio eso,cuando una persona del sexo opuesto me presta la más mínima atención mi cara parece sacada de una huerta de tomates.

Mi personalidad es muy extraña,porque si me enfado no te recomiendo que estés cerca.Una cosa que me molesta un poco de mi forma de ser es que hablo mucho y te puedo coger confianza en cinco minutos,a causa de eso mucha gente me ha fallado pero quienes se han quedado en los momentos que he estado mal son los que estarán para siempre.

Lo único que tengo de parecido en mi personalidad a mis padres es mi temperamento,ya que mis padres no es que cojan confianza muy rápido...

Llego a casa y dejo mi mochila con mis patines en la entrada.

-¡Ya he llegado!-grito y pongo en el móvil la Wifi,porque ya me ha pasado varias veces de estar con los datos y quedarme sin datos para el resto del mes.

Entro en la cocina y veo a mi hermano haciendo los deberes de verano con mi madre que está terminando de hacer la cena.

-Hola bicho-dice mi progenitora haciendo que ruede los ojos sonriendo levemente.Me llama así desde que tengo uso de razón.-No ruedes los ojos o te castigo-me amenaza señalándome con el dedo

-Vale -digo levantando los brazos en son de paz-¿Y papá?-pregunto sentándome al lado de mi hermano en la mesa y comiéndome una uva del frutero.

-Tu estúpido padre está entrenando,tiene una carrera mañana -contesta cruzándose de brazos mientras se apoya en la isla de la cocina

-¿Qué ha hecho ahora?-pregunto mirándola

Universos opuestosWhere stories live. Discover now