Capítulo Siete

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CAPITULO 7

Draco sabía perfectamente quienes tocaban a su puerta. Habían mandado dos cartas cada uno anunciando la visita y él, las dos veces, había respondido que estaba ocupado.

Pero cuando tiró del pomo de la puerta ahí estaban, ambos de brazos cruzados mientras lo miraban molestos. Imaginó que la razón de esa poca gentileza para con su persona se debía a que los había estado evitando; respondía dos de cada diez lechuzas que mandaban y siempre tenía una excusa para no poder verlos.

Draco rueda los ojos ante sus expresiones. ¿Qué se creían? ¿Su mamá? Él tenía cosas mucho más importantes que resolver.

—Estoy bien ¿Entendido? –Dijo a modo de saludo, y olvidándose de todos los buenos modales que tenía, hizo ademán de cerrarles la puerta. Lamentablemente Pansy y Blaise estiraron el brazo para impedirlo, demasiado acostumbrados a sus berrinches como pare sentirse ofendidos. Draco no disimula ni un ápice su expresión de hastío —Además estoy trabajando en los síntomas de mi paciente, así que si pudieran dejarme en paz...

Ambos chicos cruzan el umbral, Draco bufa resignado y les indica que lo sigan hasta su cocina.

—¿Desde hace cuánto, Draco? –Pansy lo mira de pies a cabeza y hace una mueca de desdén —Tienes tan marcada las ojeras que pareces un mapache.

—¿Y con ese tacto serás madre? Por favor... -Se burla el rubio mientras entraban a la cocina. Ambos chicos toman asiento en seguida en la mesa que había en el medio.

—¿Por qué no respondes a nuestras lechuzas? –Le espeta el moreno —Llevas un mes y medio viviendo solo y no muestras señales de vida... Es preocupante.

—Porque –Draco respondió con la mandíbula apretada. Le dolía demasiado la cabeza y sólo quería dormir un poco, no era extraño entonces que se sintiera un poco irritado— Cómo dije en todas las cartas, entre los pacientes que atiendo y las investigaciones que hago con Theodore no me queda tiempo ni de comer. Perdóname entonces si se me olvida responder.

—Que imbécil eres. –Blaise rueda los ojos. Draco dejaba sobre la mesa platos con unos cuantos bocadillos que habían salido de la despensa luego de agitar la varita. —Una llamada. Eso no cuesta nada.

—Odio los teléfonos. Tampoco tengo uno y Harry se llevó el suyo... De todas formas con las protecciones funciona como la mierda –Draco rueda los ojos por enésima vez y se dirige a Blaise —¿Cerveza, whisky? Para ti, Pansy, te puedo ofrecer jugo de calabazas.

—Sólo si es sin azúcar... -responde la chica.

—Lo es –Le asegura Draco, aunque la verdad no tenía ni idea si eso tenía o no azúcar. Blaise se sirve él mismo un vaso de whisky mientras que Draco le tendía a Pansy el vaso con jugo. Se la queda viendo mientras Pansy lo toma entre sus dedos —¿Para cuándo es tu cita con el medimago? Eso nace en unos días.

Eso es un bebé, por Merlín –la chica le frunce el ceño, y hace un gesto de exasperación —Que amargado estás. Tengo cita con el doc para la próxima semana, tiene un viaje de emergencia así que tuvimos que posponer unos días el nacimiento.

—Pues, yo te hago una cita –Draco se sienta alrededor de la mesa, junto con sus amigos. —Puedo hacerme un espacio.

—Con esa cara que tienes, no gracias –Declina Pansy —Además no quiero que me veas... en esas condiciones. –Draco rueda los ojos y la mira exasperado.

Sempiterno | Drarry.HarcoWhere stories live. Discover now