Capítulo Nueve

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Capítulo Nueve

(Actualmente)

Harry se hunde todavía más en el sofá y deja ir otro largo suspiro deprimido, como si se estuviese sumergiendo en la miseria total.

Sintiendo pasos cerca, abre los ojos. La pelinegra atravesaba la sala principal con una botella de vino en cada mano para dejarlas sobre la mesa de la sala contigua, la cual se encontraba rodeada de invitados.

—¿Me puedo ir? –pregunta el ojiverde, cual niño aburrido al que se le vuelven un suplicio las reuniones familiares.

Pansy ni siquiera se moleta en contestar a su pregunta, por el contrario, le dedica una gélida mirada que le da a entender sin lugar a dudas cuál era su respuesta, y luego continúa caminando en la misma dirección.

—Esta es la quinta vez que preguntas, tío –comenta Rose. La niña estaba sentada junto a él mientras coloreaba el dibujo de un dragón. Sube sus azules ojos al mayor para proseguir —Yo sólo lo intenté dos veces.

—Oh, superaste a Rose –la voz de George tras su espalda lo sobresalta. El pelirrojo caminaba hacia él mientras comía unos cuantos bocadillos. A juzgar por como miraba por sobre su hombro hacia la puerta de la cocina, Harry imagina que los había tomado a escondidas. —¿Sabes, Harry? Pareces un chico de quince años que acaba de cortar con su novio –se burla.

Harry bufa, pero debía admitirlo. Era cierto. Se estaba comportando como un crío, pero ¿Por qué tenían que recordárselo?

Hermione y Ron le habían insistido en que debía estar ahí y que no se podía perder por nada del mundo aquella reunión o no se lo perdonarían jamás, e imaginó que Pansy había dicho algo similar a Draco.

Celebraban el nacimiento tanto de Hugo como del hijo de Pansy.

Él prometió que no faltaría y es que le tenía sin cuidado estar en una reunión a la que Draco también asistiera, pero conforme iban llegando los invitados se fue sintiendo nervioso y enojado. No hablaba con Draco hace dos meses y medio, y no estaba seguro de querer hablar con él ahora.

Sabía que lo peor que podía hacer era seguir evadiendo la situación como un cobarde, pero se resistía totalmente a hacerle frente al problema. Necesitaba tiempo, quería seguir pensando, aclarando las cosas en su mente y determinando que sentía exactamente. Gran parte de él le decía a gritos que Draco jamás sería capaz de engañarlo, pero Harry temía que aquello fueran las ansias por volver a como eran las cosas antes.

—Estoy cansado, anoche no dormí nada... estamos siguiendo a una persona sospechosa de ingresar criaturas al país. –Se excusa vagamente.

—Hasta has superado a Fred –continúa George con la sorna —Él sólo me preguntó cuatro veces si debía venir...

Harry chasquea la lengua molesto. Se cruza de brazos dispuesto a ignorarlo pero ve al hijo de George en una esquina de la sala con aire de haber estado haciendo alguna travesura.

—¿Acaso no es una pastilla vomitiva lo que está por comer?

George lo busca con la vista antes de llevarse una mano a la frente.

—¡Tú, niño! ¡Dame eso, ni se te ocurra comértelo! –le exige, aunque sus palabras no sonaban firmes ni tampoco parecía verdaderamente dispuesto a quitársela. Harry imagina que lo decía sólo por obligación. Su hijo lo mira, le sonríe divertido y se lleva la pastilla lentamente a la boca, burlándose de su papá. —Te lo advierto, Fred. –agrega. Luego se dirige a Harry —Tengo otro par de pastillas por si quieres. –Harry no alcanza a decir nada porque el otro sale corriendo para atrapar a su hijo.

Sempiterno | Drarry.HarcoNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ