Caulifla: Sí, ella a veces no sabe que decir, pero si algo lo dice es porque lo piensa y quiere con fuerza, el problema está en que ella a veces no sabe bien lo que dice, pero hey, al menos aún se quieren, no?
Goku: Sí,yo la amo con todo mi ser, quiero que sea feliz, pero quiero que lo sea conmigo a su lado, además, sabías que ella es un tanto egoísta?
Caulifla arquea una ceja y mira con curiosidad al chico, no ve que mienta sobre eso y responde con un poco de enfado por hablar así de ella.
Caulifla: Venga ya, mi hermana puede ser un millón de cosas, pero no sería jamás así, no me engañes.
Goku: No lo hago, fue bastante celosa conmigo, porque me encontré con una vieja amiga y pasamos todo el día en labor social, vieras como estaba de enojada conmigo cuando volvíamos a casa, pero arreglamos las cosas y pues aquí estamos.
Caulifla: Nunca se me pasó por la mente que Kale fuera del tipo de chica que quiere que tengas solo ojos para ella.
Goku: Yo menos, por eso fue una gran sorpresa, sabes algo? me gustaría esa barra de chocolate que tienes.
Caulifla: Claro que sí, ten.
Ella se la da y mientras la come una pregunta sale a la luz.
Goku: Y...tú tienes novio?
Caulifla: Yo? Bueno...no realmente, no tengo pareja en este momento, siento que no me interesa mucho tener a alguien en mi vida por el momento.
Goku: Te ves muy nerviosa, no te preocupes, yo no juzgo a nadie, si no me quieres decir quién es el chico no tengo problemas.
Caulifla mira a otro lado y entonces Goku entiende a que se debe su nerviosismo.
Goku: Oh...no es un él.
Caulifla le responde con un poco de tristeza.
Caulifla: No, no es un él, no se lo he dicho ni a Kale por miedo a que me juzguen, por eso es que yo no digo nada respecto a ustedes dos, porque me siento igual que ustedes.
Goku: No lo sabía, pero te digo algo, si de verdad le importas a tus padres, ellos no tendrían porqué decirte algo respecto a eso, antes que nada deben apoyarte en tus decisiones.
Caulifla: No sé si decirles algo, aún no me siento lista para decirles eso, pero quiero estar con ella, la amo, siento tanto a la vez, la quiero conmigo a donde sea, cuando tenía problemas con las drogas iba con ella a llorar, a que me consolara y me hiciera sentir que valía para algo.
Goku: Así me siento yo con Kale, supongo que ambos somos los que queremos mejorar en la relación que tenemos, no?
Caulifla: Sí, así parece.
Ambos se ríen por lo extraña que es su situación, llegó la hora de irse, se despide de Goku y va a su casa, pasaron dos días más y en la mañana Goku recibe al doctor.
Doctor: Buen días señor Son, le tengo muy buenas noticias, puede irse a su casa a partir del medio día, sus costillas ya están bien, solo debe reposar para que su brazo y pierna se terminen de soldar.
Goku: Gracias señor, esas son increíbles noticias.
Dicho y hecho, pasó el tiempo y con un taxi logró llegar a su hogar, no había notado que ella no le había escrito en todo el día, fue casi una hora después cuando tocaron a su puerta, demora un poco en atender por como se le complicaba los yesos, abre la puerta y por poco y casi se cae cuando Kale le empezó a llenar de besos, tras un largo rato de besarse, ella le mira y muy feliz le habla.
Kale: No sabes como me hace feliz el hecho de ya no verte en el hospital sino en tu casa, te extrañé tanto, te amo.
Goku: Y yo también te amo a ti Kale, sí, apenas hace casi una hora que he entrado aquí, quieres almorzar? u otra cosa en mente.
Kale toma un poco de distancia y ella se lleva las manos al bolso, saca una caja envuelta en papel de regalo.
Kale: No te pude dar un regalo en tu cumpleaños, espero que te guste.
Próximo Capítulo: El temor que se hace realidad
