Episodio 3: Urgente, ¡se ha perdido un perro!

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S: Hola, ¿está solucionado lo del justificante, entonces?

N: Si, se ha arreglado, a pesar de haberse saltado las clases no lo expulsarán. Por lo menos esta vez.

S: Vale. Mejor entonces, ¿no?

N: (Se encoje de hombros) De todas formas, siento haberte metido en eso, no debería haberte pedido ese favor y metido en ese aprieto. ¿Podemos hablar de algo que no sea Castiel?

S: Entonces, ¿has visto pasar un perro?

N: ¿El perro de la directora? ¿Se ha escapado otra vez?

S: Sí, ¡pero tampoco es una razón para tomarla así conmigo!

N: Ya... pero si te encargó que encontraras a su chucho, te recomiendo que lo hagas si no quieres terminar castigada o algo peor.

S: Bueno... No tengo nada contra los perros, pero aun así...

N: Buenas suerte.

S: Gracias.

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S: De hecho, seguro que tienes un gato.

N: No, de hecho me gustaría, pero mi madre es alérgica.

S: Qué pena. Es verdad que los gatos son una monada.

N: No pasa nada, juego con los de mis vecinos o con los que me encuentro por la calle, que no son pocos.

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S: ¿Por qué no te gustan los perros?

N: No sé que decir... son muy dependientes y... la mayoría son un poco "tontos", ¿no?

S: Pero, ¿qué dices? Los perros no son tontos para nada. ¡Comprenden muchas cosas y se les puede enseñar un montón!

N: Si tú lo dices, yo nunca he tenido, al fin y al cabo. Sencillamente imagino que no es lo mío. Prefiero los gatos.

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N: Sucrette, ¡acabo de ver pasar al perro corriendo! He intentado retenerlo pero se ha escapado antes de poder intentar nada.

S: Creo que lo voy a dejar, no tiene pinta de dejarse atrapar...

N: No desistas lo terminarás consiguiendo. ¿Has intentado atraerlo?

S: ¿Atraerlo? ¿Con qué?

N: ¿Comida? Carne o algo por el estilo, a los perros les encanta por lo general.

S: No es ninguna tonteria, voy a intentar encontrar algo. Gracias.

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N: Vi a la directora y parecía estar de buen humor, imagino que habrás encontrado a su perro, ¿no?

S: Sí, ¡por fin! Ahora ayudo a alguien del club de jardinería.

N: ¿En serio? ¿A quién?

S: Jade no se del instituto, así que no creo que le conozcas. / Jade se encarga del mantenimiento del terreno para el club.

N: Incluso en el instituto no conozco a todo el mundo, ¿sabes?

S: Ah, creía...

N: Aun así, eso es mucha gente. Pero conozco a todos los profes.

S: ¿Son majos?

N: Solo los conozco de nombre y de vista. No hablo mucho con ellos.

S: Después de todo, eres un alumno como todos los demás.

N: Sí, gracias por entenderlo. Así que, en realidad, no me mezclo con los profesores.

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N: ¡Espera!

S: (Me he girado para mirar) ¿Mmm? ¿Sí, Nathaniel?

N: Como estábamos hablando de animales... Suelo ir a dar de comer a unos gatos callejeros, no muy lejos del instituto. ¿Te gustaría venir conmigo?

S: Si, me gustaría verlos.

(El conjunto para Nathaniel es el del vestido marrón clarito con la torera rosa y las botas plateadas)

N: ¿Vamos, entonces? Ya verás, son gatos callejeros, pero son una monada.

(Ir a dar de comer a los gatos con Nathaniel)

(Hemos llevado un poco de pienso y agua para los gatos. Es verdad, son una monda, ¡y hay un montón!)

(Nathaniel tiene punta de pasarlo bien también, creo que de verdad le encantan los gatos...)

Corazón de Melón en el Instituto. Ruta NathanielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora