Episodio 39: El resultado de los exámenes.

1K 9 0
                                    

Ámber: ¡Echaros a un lado, no veo nada!

N: Tranquila, Ámber. Cada cual a su turno...

Doña Delanay: ¡Señorita Sucrette! Por el momento, hay un gran barullo delante de la lista. ¡Vuelva después!

S: Está bien... (Bueno, voy a ir al gimnasio para ver mi nota de educación física mientras espero que las cosas se calmen por aquí.)

---

N: ¡Hola! ¿Has podido ver tus notas?

S: Casi todas.

N: ¿Estás contenta con ellas?

S: ¡Si! Por el momento, lo he aprobado todo. Gracias por echarme una mano. Me has ayudado mucho.

N: Por favor... Estoy seguro de que también te hubiera ido muy bien sin mí.

S: (Llegado a un cierto momento, no he podido evitar darme cuenta de que Nath parecía tener una actitud algo huidiza. He agarrado su mano y me he acercado a él.) ¿Todo va bien?

N: Si... Eso creo. Bueno, sí.

S: (Tras unos segundos de duda, parece decidido a hablar.)

N: He tenido muy buenas notas.

S: Bueno, entonces... ¿por qué pones esa cara?

N: Solo es que... siempre he sido tan buen alumno para satisfacer las exigencias de mi padre. Ahora que ya no tengo que rendir cuentas ante él... a veces me parece que todo eso es un poco inútil.

S: ¡Claro que no! No es inútil en absoluto... al contrario. ¡Ahora que no tienes que preocuparte por tus padres, por fin puedes esforzarte por ti mismo! Y solo deberás tu éxito a ti mismo.

N: Es cierto que soy más libre... pero asusta un poco. A veces me pregunto si de verdad quiero ser excelente en todo. O si son solo los restos de lo que intentaba probarle a mi padre.

S: Eso no lo sé... Solo tu puedes saber lo que quieres realmente. (Nathaniel se ha quedado pensativo durante unos instantes, con los ojos mirando al infinito. Finalmente me ha tomado entre sus brazos y me ha estrechado contra él antes de disculparse.)

N: Lo siento. No quería molestarte con mis problemas de primero de la clase.

S: ¡No me molestas en absoluto! Lo que me fastidia es verte tan incómodo...

N: Estaré bien, no te preocupes. Voy a volver a casa, estoy algo agotado.

S: Está bien. (Se ha inclinado hacia mi para besarme de forma furtiva.)

---

N: ¡Hey! Te estaba esperando.

S: ¿Ah, si?

N: ¿Te acompaño?

S: ¡Si, buena idea! (He tomado su mano y nos hemos alejado del instituto.)

---

S: (Una vez llegados a la puerta de casa, nos hemos besado para despedirnos. Al sentir sus manos colocadas sobre las mías, la suavidad de sus labios y me ha venido de repente una idea loca.) Es pronto, mis padres no han vuelto aún... ¿Te apetece subir un momento?

N: ¿Realmente crees que es una buena idea? Mi experiencia de la otra vez con tu padre me incomodó un poco. No creo que me gustase que ocurriese de nuevo.

S: (He explotado en una carcajada ante su aspecto algo asustado.) No, no te preocupes... Mis padres llegan más tarde del trabajo. Mientras no quememos la casa, no deberíamos tener problemas. (Solo me he dado cuenta del doble sentido de mi frase al final. Por suerte, Nath no ha entrado al trapo.)

Corazón de Melón en el Instituto. Ruta NathanielWhere stories live. Discover now