Episodio 22: Acto 3- La búsqueda del tesoro

1.1K 13 0
                                    

N: Ah... Hola Sucrette. ¿Les ha gustado la obra a tus padres?

S: ¡Si, se han reído mucho! ¿Y a los tuyos?

N: Lo dices como si contases que alguien se ha muerto...

S: Lo siento... Acabo de verles discutir con los padres de Kentin y no es nada agradable.

N: Lo sé, me he alejado en cuanto les he visto llegar. No tenía ganas de verme en mitad de todo eso.

S: Ya veo... ¿Quieres hablar de ello?

N: ... ¿Hablar de qué?

S: ¡Pues de tus padres! ¡Criticarles un poco te vendrá bien!

N: Ja ja. ¿Tú crees? ¡Yo pienso, sobre todo, que si me pillan hablando mal de ellos, me matan!

S: Ja ja, los míos también... ¡Además, no andan lejos, así que no vamos a arriesgarnos! ¿Has conseguido convencer a los padres de Lysandro de que tú no eres Castiel? ¡Porqué a mi todavía me siguen llamando Rosalya!

N: Dios mío... vaya dos. ¡Además, hay que tener ojo para confundirme con ÉL!

S: ¡Ja ja, si! Quizás Lysandro no les haya hablado mucho de su mejor amigo, así que quizás no supiesen que aspecto tenía...

N: Imagino que, lógicamente, les habrá hablado de lo básico: ¡De su amigo y no de su físico!

S: ¡Si, tiene sentido!

N: ¡Ah, los padres de Kentin ya han dejado tranquilos a los míos, así que voy a volver con ellos!

S: ¡Vale, hasta luego!

---

N: Es un juego divertido, ¿no te parece?

S: ¡Oh, bueno, me está costando un poco, pero está bien!

N: ¡A mí me gusta mucho!

S: ¡No me sorprende! ¡A ti parece gustarte todo lo que tiene algo que ver con los acertijos!

N: ¿Y eso es malo?

S: ¡No, es gracioso!

N: ¿A ti también te gusta?

S: ¡Si, incluso se me da bien!

N: ¿De verdad? ¿Entonces puedo plantearte uno?

S: ¡Claro!

N: Bueno... entonces. ¿qué animal es el que anda de mañana a cuatro pies, a mediodía con dos, y por la tarde con tres?

S: El hombre.

N: ¡Eso es!

S: Por la mañana (bebé), gatea, a medio día (adulto), camina, y por la tarde (vejez) camina con un bastón. Je je... ¡Ves como soy buena!

N: ¡Esa era fácil! Casi todo el mundo la conoce.

S: ¿Por qué no me has preguntado otra más difícil?

N: ¡Las guardo en la recámara para después!

---

S: ¡Hola Nathaniel! ¿Has pasado un buen fin de semana?

N: ...

S: ¿Nathaniel? (Creo que no me ha oído) (Me he acercado a él y le he puesto una mano en el hombro) ¿Estás bien?

N: ¿Qué? ¡Ah, si, perdona!

S: ¿En qué estabas pensado?

N: En mi fin de semana...

S: ¿Y? ¿Ha sido bueno?

N: *risa* Si, perfecto.

S: No tienes ganas de hablar de eso, ¿verdad?

N: Bueno... por otro lado, no sé qué podría aportar hablar del hecho de que me hayan regañado como nunca.

S: ¿Tan enfadado estaba?

N: Por otro lado, visto lo visto, había razones para ello... El idiota y yo dimos un buen espectáculo.

S: Empezó él...

N: Ya lo sé. Siempre se acaba saliendo con la suya. Estoy seguro de que sus padres no le han dicho nada.

---

S: ¿Has visto a tu hermana?

N: ... ¿Por qué lo preguntas?

S: Tengo que darle algo.

N: No sé donde está, pero espero que no le estés preparando ninguna jugarreta.

S: ¡Ese no es mi estilo!

N: Mira, las veces que te he visto buscarlas, las cosas acabaron mal. Asó que prefiero preguntar, eso es todo.

S: ¡No siempre ha terminado mal!

N: Dime una sola vez que no haya terminado así.

S: ...

N: Ja ja, ¿ves? ¡Siempre acaba mal!

Corazón de Melón en el Instituto. Ruta NathanielDove le storie prendono vita. Scoprilo ora