Episodio 36: El precio de la verdad.

1K 15 0
                                    

Ámber: ¡¡TÚ!!

S: (Vaya, hombre...)

Ámber: ¿Cómo te atreves a salir con mi hermano?

Li: Exacto, ¿Quién te crees que eres?

Ámber: Creía que te lo había advertido hace mucho tiempo.

S: Exactamente, ¿No tienes la sensación de que a veces te repi...? (Ámber me ha interrumpido agitando un dedo amenazador bajo mi nariz. Li se reía en una esquina, disfrutando del espectáculo.)

Ámber: Si piensas que vas a durar con él, te equivocas, amiguita... Conozco lo suficiente a Nathaniel para saber que tú no eres su tipo...

Li: Está claro... Eres demasiado estúpida para él.

Ámber: Nadie se deja engañar aquí. No tienes ninguna posibilidad.

S: (Caramba, esta chica no cambiará nunca... Estoy harta de soportar sus indirectas y su crueldad.) ¿No vamos a durar? Bueno, si tú lo dices...

Ámber: Buff, eres toda una niñata. No se lo que mi hermano ve en ti, pero pronto se dará cuenta de lo aburrida que eres...

S: (He hecho una pausa antes de responder.) Oye, Ámber... ¿no te cansas nunca? Debes de sentirte muy sola para pasarte la vida intentando hacerle daño a los demás. Podrías tener una vida normal. Sin embargo, te empeñas en hacer el papel de mala. En realidad, me das bastante pena. Sin Charlotte, ahora estás sola con Li.

Ámber: ¿Qué estas diciendo...? Charlotte está enferma hoy, eso es todo. Cambia de tema.

S: Incluso Karla se ha dado cuenta claramente de tus artimañas. Tus amenazas ya no me asustan. (De repente, Ámber parece perturbada. Tal vez se haya dado cuenta de hasta qué punto está sola... En definitiva, es bastante triste.)

Ámber: Eso está por ver.

Li: Ya te digo, está por ver.

Ámber: Eh, tú, cierra el pico.

Li: Pero...

S: (Ambas se han ido a sentarse en un rincón del comedor. Aunque estaba temblando un poco, me alegro de no haber perdido aplomo. Tengo la sensación de haber ganado confianza en mi misma de un tiempo para acá. Me he servido la comida y me he reunido con Rosa, Kim, Priya e Iris en su mesa. Busqué a Melody con la mirada, pero no estaba en ninguna parte del comedor.)

Rosalya: Ven, te hemos guardado un sitio. Te he visto hablar con Ámber, y la conversación tenía pinta de ser tensa... ¿Qué tal ha ido?

S: Muy bien, sí. Ya no tengo intención de dejarme intimidar. Y creo que lo ha captado bien.

Kim: ¡Ehh, nuestra pequeña Sucrette se hace valer!

Priya: Has hecho bien en ponerla en su lugar. Y si alguna vez se pasa de la raya, sabes cómo pararle los pies...

S: (Priya ha hecho un gesto con los dedos imitando unas tijeras.) Pues... Sí, ya lo sé, pero no creo que llegue hasta ese punto. (Miré a mis amigas con una tímida sonrisa en los labios. Es fantástico sentirse apoyada. Pero no he podido evitar mirar a Ámber. Me pareció verla bastante triste en un rincón...)

Iris: ¡Se que ya te lo he dicho, pero me alegro mucho por ambos!

Kim: Ah, si, lo sabias, ¿no? Tengo que decir que no me lo esperaba.

Iris: Si, ambos me han ayudado hace poco a... ponerme al día en Historia...

Rosalya: Ah, ¿sí? Qué monada.

N: ¿Me hacéis un hueco?

S: (Me he escabullido tímidamente y Nath se ha sentado a mi lado en el banco.)

Corazón de Melón en el Instituto. Ruta NathanielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora