CAPÍTULO 4

35.6K 2.9K 930
                                    

« Vale la pena creer en un mundo de fantasía, así como también vale la pena, luchar por crear tu propio mundo”»

Limberem.

•••••••••••••••🌙✨🌙••••••••••••••••

                         •MÍA•

POV: Christopher.

La temperatura, desde el momento en que pisé el aeropuerto de este país, no a dejado de causarme cierto malestar, estar lejos del clima templado y frío en los bosques de Bretaña, me acostumbró a un solo ambiente. Mi instalación no llevó más de un par de horas, al menos la estancia en el complejo de apartamentos ubicado en el centro de la ciudad, era lo suficientemente espacioso para transformarme en la forma de mi naturaleza y dar unos cuantos pasos. Después de casi treinta minutos de viaje en auto—el cuál renté fuera del aeropuerto— llego a las instalaciones de la universidad. Es más pequeña de lo que pensé, un solo y gran, edificio enmarcan la rústica arquitectura.

Mi presencia no pasa desapercibida, soy capaz de escuchar claramente casa una de las incógnitas que bombardean la garganta de más, de uno de los estudiantes y personas ajenas a la institución que transitan la zona. Al parecer les llama la atención mi complexión física.

El molesto sonido de aparatos eléctricos capturando fotografías, hace que mis pasos se vuelvan más rápidos.

•Parece ser que nunca han visto a un hombre atractivo y  de dos metros por aquí•

•¿Desde cuándo tanto ego Carter?•

“Quizás desde que no hemos salido con una loba, prácticamente hace siglos, ya ni siquiera se si me sirve el pe...”

• No digas estupideces• Lo callo.
Las oficinas del lugar están justo en la entrada por lo que no tengo problema en buscarlas, abro la puerta transparente. La mujer de cabellos rojizos y con aparente fanatismo por el maquillaje exótico y el animal print, me sonríe.

—Buenos días lady estoy bus…

—Excelentes diría yo — interrumpe.

—Soy Christopher Conrad y vengo a…

—Y yo Silvia— Interrumpe nuevamente.

Este comportamiento empieza a enfadarme, le muestro mi identificación estudiantil comprendiendo que yo soy el nuevo docente de esta institución.

—Oh ya veo, profesor Conrad bienvenido a la Universidad Tecnológica Central de México. UTCM. Ya mismo le doy de alta en el sistema. Su horario está por aquí, la directora no se presentará durante un par de
días, pero…— busca entre el desorden de un cajón. Me cruzo de brazos. — Aquí está, este es su horario. Cualquier duda puede pasar a control escolar, oficina número tres— me tiende la carpeta un poco doblada. En las hojas están mis materias con horario.

—Que pase buen día— giro sobre mis talones. Mi busco con la mirada algún elevador que me lleve al segundo piso. Frunzo el ceño al darme cuenta de que no hay ninguno.

«¿Y las personas con discapacidad motriz? ¿Estudian siempre en las aulas de abajo?» dejó de pensar en cosas que no me interesan.

Notoriamente he causado cierta curiosidad dentro del campus, las miradas provocativas del personal femenino, incluyendo profesoras, no desaparece de mi campo de visión.
Subo los escalones hacia el segundo piso, al final del corredor se encuentra el salón de clases donde me alojare.

A medida que me voy acercando mis pasos se vuelven un poco más lentos, tengo la necesidad de quitarme los anteojos sin ningún tipo de modificación, de mi rostro. El corazón empieza a latirme con fuerza, cierro los ojos sintiendo la sangre fluir por mis venas. Aprieto los músculos.

MI LUNA (En Edición) Where stories live. Discover now