Capítulo XI.

18.8K 1.6K 796
                                    

Disfruten la multimedia. 🖤

•••

Louis sintió un dolor aún más intenso en la cabeza, casi como si un taladro le estuviera atravesando el cerebro en ese mismo momento. Harry frunció el ceño y estiró su mano para intentar tocarlo y comprobar su estado, pero no pudo hacerlo; Louis se había alejado casi por instinto.

El malestar propio de un celo dentro de su cuerpo comenzaba a subir de nivel, venía en forma de olas y como el mar, crecían conforme avanzaba la noche. Por otro lado, Harry casi podía sentir todo lo que estaba pasando dentro del cuerpo del omega en el aire y su alfa estaba comenzando a desesperarse con tan sólo ver a ese pobre omega encogido en la gran cama, haciéndose cada vez más pequeño producto del dolor.

— Mi celo se suponía que sería el otro mes. — El omega se esforzó por calmarse y tratar de entender el contexto en el que se encontraba. — N-No lo entiendo.

— El doctor dijo que producto del estrés al que has estado sometido tu ciclo debió alterarse. Es una reacción normal de los omegas cuando están bajo mucha presión. — Harry se alejó para darle un poco de espacio y Louis cerró los ojos ante la sensación visceral de frío que le recorrió desde la punta de su cabello hasta la punta de sus pies, haciéndolo soltar un quejido que le puso la piel de gallina al alfa que estaba a su lado. — Dime cómo puedo ayudarte.

— Me duele mucho... — Louis se abrazó a sí mismo y se colocó en posición fetal bajo la miraba verde del alfa.

Harry estaba realmente furioso. Las últimas horas habían sido una absoluta tortura para él, partiendo por el hecho de que Louis ni siquiera le hablaba o era capaz de mirarlo a los ojos y eso de verdad lo mataba. Su lado racional era incapaz de entenderlo, sobre todo porque no había pasado ni siquiera un mes desde que Louis se había aparecido por su oficina exigiéndole drogas, sin embargo, el tiempo transcurrido desde entonces había sido más que suficiente como para que Harry estuviera prácticamente enamorado del pequeño omega de ojos azules que en ese preciso momento, sólo podía expresar dolor en su rostro, aumentando aún más los niveles de cólera del alfa.

Estaba en la oficina cuando recibió la llamada de Liam avisándole del incidente en el taller y Harry no hizo otra cosa que salir corriendo, dejando el trabajo y todo el asunto de los italianos a un lado. Para cuando llegó, lo primero que vio fue a Zayn y a Liam atendiendo a Louis, quien yacía recostado en el sillón de la oficina con un montón de heridas en el rostro y en el resto del cuerpo.

Harry tomó el cuerpo de Louis con facilidad y lo metió dentro del auto con una velocidad impresionante e hizo todas las llamadas del mundo para conseguir al mejor médico disponible en ese momento.

Apenas podía pensar. Cada vez que veía los golpes en el cuerpo de Louis y escuchaba sus quejidos mientras estaba inconsciente, se le ocurrían más y más formas de ir tras Kyle, incluso si Liam le había dicho que Zayn había llamado a la policía y se lo habían llevado y que, además, era bastante probable que no saliera de la cárcel por un tiempo por llevar drogas encima. Aún así, Harry no estaba dispuesto a pasar por lo mismo de nuevo, no iba a dejar que se le acercara a Louis nunca más, pero, ¿Qué podía hacer? Louis era apasionado, era un entregado a la idea del amor y jamás, ni por mucho que Harry le rogara, él dejaría a su novio.

No quería pensar mucho en eso porque le dolía mucho, y Harry no estaba acostumbrado a eso. Lo único que en ese momento deseaba con todas sus fuerzas, era que Louis dejara de sentir aquel dolor visceral que lo hacía retorcerse en la cama.

— Dime qué hago, Louis. Dime qué quieres que haga para ayudarte, de verdad me duele verte así. — Y era cierto, su alfa estaba peleando una batalla durísima en su interior para poder mantener el control y a pesar de que Harry era fuerte, las hormonas y el olor de Louis no le ayudaban para nada. — Por favor, principito.

Adicto. | l.s (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora