Svellia, día 24 de la Séptima Era, año 1078

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Hemos recibido una carta del mismísimo Emperador del Imperio de la Madre. Al parecer, requiere de toda la ayuda posible de las otras naciones.

La carta decía así: la Casa Sturm, un poderosísimo clan que conforma una importante fuerza dentro del Imperio, ha desafiado a una Casa aliada del emperador y, por ende, al mismo Señor del Imperio. Aunque se están barajando todas las opciones diplomáticas para evitar un derramamiento de sangre, la Casa Sturm no está sola; miles de guerreros pertenecientes a tribus bárbaras que no acatan la autoridad imperial se han aliado con estos. En caso de ataque, los caudillos bárbaros se reunirán con las mesnadas de la Casa. Además, tememos que entre los guerreros de los Sturm haya también soldados de otras potencias que tienen intereses puestos en que el emperador sea vencido, por lo que éste tratará de evitar el enfrentamiento a toda costa. La cosas aún están calmadas entre el Emperador y los Sturm, pero, ¿será éste el inicio de una nueva guerra? Espero que no. Estoy totalmente recuperado de mis heridas, pero si el duque envía un contingente armado aun sin habernos recuperado de nuestra batalla contra Midgard, cabe la posibilidad de que no podamos enfrentarnos a las huestes del Hechicero y defender Erytheia, la ciudad de mi señor. Por suerte, la reina Raelith Belgram no ha prestado mucha atención a la llamada de socorro, y prefiere no inmiscuirse en asuntos que le son ajenos.

Por otro lado, hoy mismo se ha ejecutado a un capitán llamado Jorn Mahn, que según dicen pretendía con la ayuda de una pequeña tropa obligar a Lorenzo que abandonara Sonata. Ésta, compuesta por unos ciento veinte hombres, ha sido destruida. El Duque de Erytheia ha ejercido mano dura, y parece que de momento le ha funcionado.

Memorias y otras batallasWhere stories live. Discover now