Memorias y otras batallas

Svellia, día 21 de la Quinta Era, año 1082

Shalom, Sonata.

La respuesta de una amplia mayoría de nobles es clara: Sonata no se rendirá. No se doblegará ante los enemigos. Seguiremos combatiendo. Seguiremos luchando. Y seguiremos existiendo.

Los nobles han nombrado a Hati Skorgarim y a su mujer, Danna "la Temible", Regentes Protectores a la espera de una coronación efectiva. No obstante, han acordado que las decisiones importantes se hablarán ante un consejo presidido por ellos o por sus representantes, en lugar de un tradicional Consejo Real. De esta forma evitarán que cualquier gobernante pueda abusar de su poder o tomar decisiones por su cuenta que afecten al Reino.

La prioridad acordada con los nobles ha sido el reclutamiento de nuevos efectivos que suplan los perdidos tras la desaparición de Raelith y la conquista del Reino antes de tomar cualquier decisión importante. No obstante, Hati recibió ayer una misiva de Theogar, el Emperador del Imperio Umbrío, que solicitó ayuda a Sonata. Según cuenta, una de las ciudades más importantes del Imperio, Orrhyo Dreha, estaba bajo amenaza de asedio por parte de un ejército proveniente del Señorío de Rebellyon y del territorio de los Sombra Oscura, ahora unificados, que desembarcó en las costas sureñas del Imperio. Estos, aliados con la Compañía del Águila, han lanzado una ofensiva contra las costas imperiales, creemos que en busca de riquezas obtenidas de los saqueos. Han asaltado algunos pueblos y aldeas costeras, y en estos momentos, dice el emperador, se dirige a la ciudad, un importantísimo enclave comercial localizada a orillas del río Umbrío. Creemos que están remontando el cauce del río y que en menos de cinco días llegarán. Tenemos el tiempo justo para enviar lo que queda de nuestras huestes para defender la ciudad ante un ejército que según calculan los oteadores imperiales oscilan entre los cuatro y los cinco mil guerreros.

Aunque me resulta curioso la tamaña cantidad de efectivos que se han unido sin ser siquiera una invasión, no podemos desdeñar lo importante: hay que defender Orrhyo Dreha a toda costa.