Trato || Joerick

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— Oh, mucho gusto soy Joel, amigo de Zabdiel— dijo con una sonrisa coqueta.

— Oh— fue lo único que pude decir.

No podía negar que Joel era muy atractivo, realmente atractivo, era de la misma estatura que Zabdiel, tenía el cabello negro con rizos, piel bronceada, su cuerpo... su cuerpo fue creado por los mismísimos dioses del olimpo, su rostro, hermoso, ojos miel, pestañas largas, mandíbula bien perfilada, labios gruesos.

— Oye, ¿Puedo pasar?— preguntó Joel, me sonroje al escuchar su voz.

¡Tragame tierra y escupeme en París!

— Oh, si claro pasa— me moví a un lado para que él pudiera pasar.

— ¿Dónde están los demás?— preguntó una vez adentro de la mansión.

— Están en la piscina, vamos te llevo— ofrecí

Cuando llegaron a la parte trasera de la casa -ahí se encontraba la piscina/alberca- encontramos a Christopher y a Zabdiel en una situación muy comprometedora.

Mire incomodo a Joel, creo que el estaba igual que yo. Me aclaré la garganta para llamar la antencion, no quiero ver a mi amigo teniendo intimidad con su ¿novio?

— Oh Joel si llegaste— dijo Zabidel un poco divertido por la situación, mientras que Christopher se encontraba rojo de la vergüenza.

— Claro, veo que ustedes no pierden tiempo estando solos— solté una carcajada al ver como Christopher se alejaba incomodo de Zabdiel.

— Cállate ya Erick— murmuró Christopher molesto.

— Bien, ya me calmo— dije un poco más tranquilo.

— ¡Oh claro! Toma Erick, es un obsequió por tu cumpleaños, no sabia que traer así que espero que te guste, felicidades— sentí los brazos de Joel rodear mi cintura, el corazón comenzó a latir rápidamente.

— Gracias— murmuré en su oído.

— Ey, luego se agradecen— dijo Christopher con una sonrisa burlona— Ahora vengan a la piscina ¡hora de divertirnos!— grito lo ultimo.

Joel se deshizo de la chamarra que traía puesta, para después solo quedar en una playera y sus shorts.

— Vamos Erick, faltas tú— animó Christopher — Joaquín, deja de mirar a Emilio y entra también a la piscina.

[...]

— Feliz cumpleaños a ti— terminaron de cantar los amigos de Erick.

— Sopla de nuevo las velas Erick— animo Christopher.

Erick soplo las velas sin antes pedir un deseo.

— Te quiero mucho, sabes que siempre estaré para ti sin importar lo que suceda, gracias por apoyarme en mis momentos malos, en mis momentos triste y así como tú has estado conmigo yo estaré contigo, espero que encuentres a un hombre que te haga feliz y si algún día te hacen daño le cortamos las pelotas juntos— dijo Christopher abrazando al ojiverde, causando gracia lo ultimo que le dijo— Nunca olvides que eres una persona magnifica, única y muy valiosa— dijo con los ojos cristalizados— Ay Zab mi bebé ya es mayor, voy a llorar— dijo Christopher abrazando al mayor escondiendo su rostro en su pecho causando gracia a los demás.

— Te amo millones bebé— Joaquín abrazo a su amigo y repartió besos por todo su rostro.

"Hombre de pocas palabras" pensó Erick.

— Felicidades Erick, espero llevarnos muy bien ahora que estoy con tu mejor amigo— dijo Zabdiel dedicando una sonrisa.

— Gracias— agradeció Erick devolviendo la sonrisa, se sentía muy feliz, todos sus amigos estaban con él, aunque faltaban sus padres.

— Feliz cumpleaños Erick, se que no nos conocemos pero en este rato que convivimos me agradaste mucho, eres muy simpático, divertido, te deseo lo mejor, espero que nos conozcamos más, eres muy apuesto y guapo— dijo Joel guiñandole un ojo.

— Ey hombre,  cuidado— hablo Joaquín con enojo fingido.

— Ey, cuidadito ahí Pimentel— dijo Chris en tono molesto, fingido— Bebé lamento decirte esto pero tenemos que irnos ya es tarde y mis padres salen de viaje hoy en la noche— dijo Chris triste, no quería dejar solo a su mejor amigo, sus padres le habían dicho que hoy no llegaría a casa.

— Y yo me tengo que ir con Christopher, Erick— dijo Joaquín con un pucherito.

— No te preocupes Chris, tú y Joaquín se pueden ir en paz, mis padres talvez regresen antes— Erick abrazo a sus dos amigos y después a Zabdiel.

Los acompaño a la puerta y se fueron.

Poco a poco la gente comenzó a irse dejando solo a Joel y Erick.

Eso ponia nervioso a Erick, estar solo con Joel, pero que iba a pasar.

No follarian ¿O si?, no claro que no, además Erick ya no traía traje de baño, si no ropa cómoda.

— Creo que es momento de irme— dijo Joel tomando su chaqueta y las llaves del carro.

— Si claro— el ojiverde solo se quedo mirándolo.

Se dirijieron a la puerta y antes que pudieran decir algo más el rizado estampó sus labios con los de Erick.

Erick se sorprendió ante tal acto, pero no tardo en reaccionar y continuar con el beso.

El rizado tomo de la cintura de Erick para acercarlo más, Erick poso sus manos por la nuca del rizado jalando unos rizos.

El rizado queriendo tener más contacto, pidió permiso para ingresar su lengua en la boca del ojiverde, cosa que Erick no negó.

El beso se iba intensificando, pero gracias al teléfono de Erick se separaron.

—"No te aproveches de Joel"— Era un mensaje de Christopher.

Erick estaba muerto de vergüenza, en cambio Joel tenía una sonrisa.

— Te veo pronto bonito— dejo un último beso y se marcho.

— ¡Me beso!— grito después de un tiempo.

Fue uno de sus mejores cumpleaños.

Abrió el primer regalo que se encontro, eran de sus papás, era un reloj, tenía muchos de esos similares, cada cumpleaños era igual.

El segundo era de Christopher, se sorprendió al ver lo que había comprado, era lencería, al menos estaba bonita.

El tercero era de Zabdiel, era una cadena de oro con la letra E. Muy bonita.

El regalo de Joaquín era un portarretrato con una foto incluida de ellos tres.

Y más regalos más.

El ultimo, era de Joel, se sorprendió al encontrar una rosa junto con un libro, lo que más lo sorprendió es que era uno de sus libros faboritos.

¿Cómo Joel sabia su libro favorito?.

Guardo todo en un solo lugar y se fue a su recamara, necesitaba descansar, había sido un día agotador.

Erick estaba apunto de dormirse cuando su teléfono sonó indicando le que tenía un nuevo mensaje.

— "Fue un gusto conocerte bonito, espero verte pronto, quiero que se repitan más besos como ese".

El ojiverde frunció el ceño al ver el mensaje de tal numero desconocido, pero su mente rapidamente recordó el beso de hace un momento con Joel, haciendo que automáticamente se le formara una sonrisa.

¿Acaso le gustaba Joel?