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—Opino que te tengo que cambiarte de maestro —Joel me acorrala, dejándome en medio del escritorio y su gran cuerpo.

—¿Por qué? Yo creo que es muy buen maestro —susurro cerca de sus labios, paso mi dedo por sus grandes y tonificados brazos de una manera lenta y sensual.

Se relame los labio y siento que es el acto más sexy que mis ojos han podido ver.

—Cuida tus palabras Erick —murmura cerca de mis labios.

Siento un cosquilleo en la parte baja de mi estómago sintiendo como su voz hace efecto en mí.

—¿Quieres qué te castigue por mirar a otros hombres?

Sus grandes manos se posan en mi cintura, comienza a recorrer mi cuerpo y siento una corriente eléctrica recorrerme de pies a cabeza.

Junta nuestros cuerpos y puede sentir su erección en mi abdomen. Gimo.

Junta nuestros labios en un beso posesivo, demandante. Nuestras lenguas se encuentran, juegan entre sí haciendo una batalla entre ellas.

—Te deseo tanto —murmura sobre mis labios. Tiemblo al escucharlo —. Quítate la ropa.

Se aleja de mi y me mira fijamente. Sus ojos recorren mi cuerpo con deseo. Madre mía.

Con mis manos temblorosas causadas por la excitación que tengo, comienzo a desabotonar mi camisa, botón por botón, en un ágil movimiento mi camisa cae delicadamente de mis hombros. Bajo mis manos a mi cintura, desabrocho el botón de mi pantalones y bajo la cremallera. Se relame los labios y siento como mi excitación crece aún más.

—Li-listo —murmúro. Se acerca a mi y me vuelve a tomar de la cintura juntando nuestros labios.

—Mío —gruño cerca de mis labios apretando mi trasero, gemí—. Eres sólo mío Erick.

Lo tome de la nuca y lo acerque a mi rostro bese sus labios de una manera apasionada. Baje mis manos por sus hombros hasta llegar a los botones de su saco, los desabotone y se lo quite. Desabotone su camisa, botón por botón. Subí mis manos de nuevo a su nuca mientras él se quitaba la camisa y desabrochaba su pantalón bajando su cremallera.

—Volteate —ordena. Hago caso de su petición, con su mano empuja mi espalda hasta que mi pecho quede pegado al escritorio.

Me estremezco al sentir el tacto frío de la madera, deposita un beso húmedo en mi nuca para después ir bajando por mi espalda.

Siento su aliento entre mis nalgas, gimo por lo bien que se siente su lengua abriendo mi hoyito.

—¡Ah! —gimo al sentir uno de sus dedos introducirse dentro de mi. Comienza un vaivén lento, introduce un segundo dedo besando mi espalda.

—Jo-joel, te ne-necesito —murmuro.

—¿Me necesitas? —pregunta con sierta burla en su voz.

—Po-por favor —ruego, gruñe en mi oído y sin previo aviso soy embestido por Joel.

—¡Oh, sí! —apreté mis manos tomando la orilla del escritorio.

Sus embestidas eran lentas, profundas.

—Mmgh, tan apretado —tomo mi cabello con su mano alzando mi rostro haciendo que mi espalda se arque, con su mano libre tomó mi cintura para poder imoulsarce más y hacer sus embestidas más fuertes.

Coloco mis manos en el escritorio con las palmas abiertas, besa mi mejilla de una manera dulce y tierna.

Toma mi pene entre sus manos para masturbarme al ritmo de sus embestidas.

—¡Justo ahí Joel, dame más!

—¿Lo encontré? —asiento abrumado por el placer que mi cuerpo esta sintiendo. Los espasmos se hacen presentes en mi cuerpo buscando la liberacion de mi esperma.

—Jo-joe me corro —aumenta sus embestidas y el movimiento de su mano.

Un fuerte temblor recorre mi cuerpo al sentir mi semen ser liberado.

Joel embiste con fuerza buscando su liberación. Embiste una vez más, su cuerpo tiembla detras de mi y siento su semen en mi hoyito.

—¿Estás bien? —pregunta Joel después de retirarse lentamente de mí.

—Mmm, sí, estoy un poco cansado —cierro los ojos sintiendo mi cuerpo pesado—, ¿Me quieres cargar? —preguntó haciendo un puchero mirando como se coloca su pantalon.

—Claro bebé, toma mi camisa para que te cubras —asiento levantándome siento mi cuerpo doler.

Una vez que me coloqué la camisa, Joel pasa su brazo por mi espalda y el otro lo pasa por las flexión de mis rodillas, coloco miz brazos alrededor de su cuello para que sea más fácil cargarme, bueno tampoco peso mucho.

Salimos de la oficina de Joel para irnos a nuestro cuarto.

Me deja delicadamente sobre el colchon de la cama.

—Descansa cariño.

Deposita un beso en mi frente sintiendo mis parpados pesados.










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Trato || JoerickWhere stories live. Discover now