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Joel.

Estar solo siempre fue lo mío, claramente no necesitaba a nadie, pero luego conocí al pequeño castaño y todo se volvió diferente.

Es tan tierno, incluso cuando se enoja.

Escucharlo hablar se a vuelto algo agradable, siempre tiene un tema de conversación y eso me agrada.

—Mi mamá me dijo que me entregara con el hombre que me casara, pero claramente le e fallado en ese punto —no puedo evitar reír ante ese comentario, en siento punto se que no soy el primero.

Y eso me enoja.

Yo lo quiero solo para mi.

—Joel, ¿estás bien? —no, no estoy bien.

—Si, ¿por qué? —lo miro y se que ha notado mi enojo.

—Aww —se sube en mi regazo y coloca sus piernas a los lados —. Mi bebito esta celoso —sus manos van a mis mejillas y más aprieta moviendolas de un lado a otro haciendo voz de niño pequeño.

—¿Quién? ¿yo? —sonríe de forma divertida, como si lo que digiera fueran chistes.

—Sí, tú —aún con esa sonrisa sus dedos comienzan a marcar cada fracciones de mi rostro.

No puedo evita poner mis manos en su cintura.

Es la parte favorita de su cuerpo.

Él es tan hermoso.

Y tengo miedo.

Miedo de que se llegue arrepentir de lo que estamos haciendo, aunque ya sea mayor de edad.

Lo que llegue a descubrir de él, es que le afectan los comentario de la gente, no lo demuestra pero le afectan.

Le tiene miedo a los insectos, más a las cucarachas.

Su postre favorito es el frape de oreo.

Le gusta la fotografía.

Christopher es su mejor amigo desde los 5 años.

Se tantas cosas de él.

[...]

Esa misma tarde, le comenté a Erick que tenía que ir a una reunión, me dijo tratara de llegar lo antes posible y que no le coqueteara a nadie.

Pero lo dijo de otra manera "Cuidado y le coqueteas a una zorra Joel"

Fue tan gracioso verlo así.

—Amigo —Zabdiel pasa muy animadamente—. ¿Listo para la reunión?

—Claro, pasa —hablo sarcastico

—Amigo, es de mala educación no contestar las preguntas te hacen las persona.

—Callate, mejor vámonos que tengo que llegar temprano a casa —lo miro serio.

—Amigo mío, no me digas que te pegan si llegas tarde a casita —suelta una carcajada que no dura mucho al ver mi rostro serio—. Mejor vámonos.

Salimos de la oficina.

Le indico a la secretaria lo que tiene que hacer.

Bajamos al estacionamiento para irnos en mi coche.

Subo al asiento delantero y Zabdiel hace lo mismo con el asiento de copiloto.

—Estas preparado para esta larga noc... —su celular suena interrumpiendolo.

Hola mi amor... Si bebé... Lo que tú quieras bebé... a mi cuenta bebé, no te preocupes por los gastos... Llego temprano mi amor... Te amo, bye —termina de hablar y cuelga la llamada.

Suelto el aire que retenía para poder reírme.

—¿A ti también te pegan amiguito? —vuelvo a reírme.

—Callate —gruñe —. Mejor vámonos que tengo que llegar temprano a casa.

Arranco el coche y conduzco al lugar destinado.

Enciendo la radio mientras llegamos.

Si no estuviera bien con Erick me importaría una mierda llegar temprano a casa.

Pero ahora es diferente, estamos bien y eso me pone feliz.

—¿Joel?

—¿Qué?

—Si yo tengo 35 y mi "pareja" tiene 18 ¿Soy un sugar daddy? —lo miro esperando a que diga que es una broma, pero eso no sucede.

—¿Por qué coños tu pareja tiene 18 años? —me mira incrédulo —. Yo sabía que Christopher tenía 19 años.

—Ay, vamos, Erick también tiene 18 y tú no eres tan joven —me mira desafiante.

—No lo se, yo no se de esas cosas —me encojo de hombros.

Estacionó el carro.

—Que anticuado Joel —bajamos del carro y le coloco el seguro.

—No soy anticuado, simplemente no me interesan esas mierdas —caminamos a la entrada de la empresa.

—Aja, cla... —Zabdiel se caya repentinamente —. Dios santo —Zabdiel toma mi rostro y hace que mire al lugar donde él estaba mirando.

Mi respiración se comienza a irregular y mi enojo comienza a crecer.

Ese hijo de puta que hace aquí.

—¿Qué mierda hace aquí Johann Vera?

Trato || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora