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Abro mi boca al sentir su lengua. Que buen besador es. Me pego más a él, quiero sentirlo.

Poso mis manos en sus hombros para después colocarlas en su nuca y atraerlo más a mí.

Sus manos bajan a mis caderas, me estremesco ante su tacto. Se da cuenta y se separa de mi.

Estamos muy agitados.

—Erick, ¿estas seguro de esto? —me pregunta dejando besos en mi cuello para después subir a mi oreja y morder mi lóbulo.

¡Santo Dios! En éstos momentos me importa una mierda si es el mismísimo demonio o no.

—Si —un gemido sale de mi garganta al sentir su mano tocar mi piel.

Se separa de mi y me vuelve a besar, esta vez con más rudeza. Sus manos dibagan por mi cuerpo.

Sin dejar de besarnos caminamos a la habitacion de Joel. Nos separamos por falta de aire y aprovecha para abrir su habitación.

Me toma por la cintura y me deja en la cama. Patea la puerta para cerrarla y me vuelve a besar.

Nuestras lenguas comienzan a jugar entre ellas. Se coloca arriba de mi y yo abro las piernas.

Con su mano comienza a quitar mi playera de tirantes. Me remuevo al querer más contacto.

Y lo logro.

Comienza a frotar nuestros penes entre sí. Succiona mi lengua haciendo un "pop" al soltarla. Dejar besos por mi cuello.

—Me gustas mucho —susurra en mi oido. Baja su mano a mis short para después en un rápido movimiento quitarlos. Comienza a masajear mis muslos.

Esta muy duro.

Se separa de mi solo para poder quitarse el pans.

—¿Por qué no traes boxer? —pregunto al notarlo.

—Duermo más cómodo así —sin dejarme contestar vuelve a besarme.

Su lengua invade mi boca. Lame, chupa y muerde mis labios a su antojo.

Me encanta.

Se separa de mi y en un rápido movimiento mi culo queda expuesto.

Comienza a besar mi espalda.

—¡A-ah! —gimo al sentir su lengua.

Siento como entra en mi, empujando con dureza y lamiendo cada uno de los borde.

Cuando su boca se aleja de mi cuerpo, me coloca en cuatro.

Los dientes de Joel pasean por mi espalda y me muerde.

—¿Estas listo? —pregunta jadeante.

Solo asiento, incapas de contestar, limitado por el placer que estoy sintiendo.

—Estás tan caliente —susurra en mi oido.

—¡Oh dios! —grito de al sentir sus primeras embestidas.

Son lentas.

Dios, quiero más.

Me toma de las caderas y comienza a acelerar sus embestidas

Fuerte, duro y profundo.

Me encanta.

—¡Dios, ahí! —chilló al sentir como su pene toca mi próstata.

—¿Te gusta? —pregunta embistiendo cada vez más duro.

Claro que me gusta.

—¡Si! —comienzo a bombear mi pene.

Estoy a punto de llegar.

—Espera bonito —jadea cerca de mi odio.

Giro mi cabeza para poder verlo.

Se inclina.

Su pecho choca con mi espalda.

Y me besa.

Nuestras bocas hacen sonidos obscenos.

Bombeo mi pene al ritmo de sus embestidas.

Rápido.

—¡A-ah! —grito al sentir mi clímax.

Joel da unas embestidas más para que su esencia me llene.

Sale de mi y se levanta de la cama, se dirige al baño y sale con unas toallas.

Nos limpiamos y tira las toallas a una cesta.

—Vamos a dormir bonito —dice besando mi frente, me sonrojo ante eso. Que tierno es.

Se acuesta en la cama y palmea el lugar vacío. Me acuesto a su lado y recargo mi cabesa en su pecho.

Trato || JoerickWhere stories live. Discover now