Empatía.

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Empatía.

Suena tan simple y es tan fácil de escribir que me resulta raro que la gente no comprenda del todo cómo aplicarla a la vida real. Me parece incluso algo hipócrita porque pedimos que la gente nos entienda, pero no entendemos a la gente.
Como lectores solemos quejarnos de la reacción de un personaje en determinada situación haciendo un simple análisis: ¿qué haría yo en esa situación? Esto ya lo charlé en capítulos anteriores, pero me gustaría explicarlo más a fondo.

Nadie controla su propia cabeza. Absolutamente nadie. Ni la persona más sensata, ni la persona más psicóloga, ni la persona más lógica.
¿Por qué, como lectores, obligamos al personaje a que sí lo haga? Si está enamorado y toma decisiones propias de los enamorados, es un imbécil. Pero no, señores, no lo es: es una persona cuyas decisiones se basan en intereses diferentes a los nuestros, eso no lo convierte en un imbécil. Lo convierte en OTRO SER HUMANO, distinto a nosotros.
Uff, oración difícil de digerir esa, eh: distinto a nosotros.

Voy a poner ejemplos que a mi me rompen soberanamente las pelotas con la esperanza de que, si tiene amigos a los que les pasa, o personas conocidas o a algún personaje que lean les pase, en vez de criticarlo basado en algo que no puede controlar (que, no sean hipócritas, ustedes también tienen actitudes y cosas que no pueden controlar) lo critiquen por decisiones que ustedes opinen que habrían hecho diferente; NO COMO SI FUERA UN PELOTUDO, sino como diciendo: "bueno, yo lo habría hecho diferente, pero bueno"

VOY A IR POR EL GRAN CLÁSICO: La autoestima.
Estamos muy familiarizados con esta palabra, sobre todo con todo este movimiento global por el "body positive". La autoestima es nuestra visión sobre nosotros mismos; no sólo física. Nuestra autoestima mental (qué tan capaces nos creemos de hacer "X" cosa) también juega un gran rol en nuestra vida cotidiana. Yo, en mi caso personal, no tengo una baja autoestima física, pero sí una constante y violenta crítica hacia mi cabeza: todos me dicen lo inteligente que soy y eso, aún así, no logra que yo me sienta más inteligente. De hecho, logra el efecto totalmente contrario. Termino exigiéndome más de lo que puedo solamente para sentirme lo inteligente que todos ven en mi y que yo no veo; o, peor, porque me pregunto, "¿cómo puede algo no salirme si soy tan inteligente?" En lugar de poder procesar que mi cabeza hace las cosas a su tiempo y que no tiene por qué ser el mismo que el resto de la gente, me agarra ansiedad. ¿Lo hago conscientemente? No. ¿Lo puedo controlar? No. ¿Lo intento? Sí, por supuesto.
El punto es que la gente puede decirme lo que quiera, pero cambiarte un estigma psíquico de la cabeza requiere paciencia y trabajo, sobre todo por todo el estrés y la ansiedad que probablemente te suponga entender que NO CONTROLAS TODO LO QUE HACÉS. De hecho, no controlas casi nada.
¿Puede la gente enojarse conmigo, o decirme que está mal como me siento, simplemente porque ellos ven en mi algo que yo no veo o siento? No. Lo ideal sería la compañía mientras transito este cambio que estoy trabajando por lograr: sentirme suficiente. No es algo que se logra de un día para otro, no es algo que podés lograr con un click! que te reactive las neuronas; la cabeza, desgraciadamente, no funciona así.
Pedirle a un personaje, (o a una persona, si vamos al caso), que se sienta lindo sólo porque la gente lo/la ve lindo/a, es bastante feo y habla de la poca empatía que manejamos como seres humanos.
Tendemos a asumir que nuestros problemas son peores que los del resto. No es fácil. La psiquis humana es tan complicada que no podés juzgarla basándote en esas palabras.
Si una chica, (porque siempre suele ser la chica), no se siente bien consigo misma, automáticamente decimos: "¡Pero si es preciosa!" y eso, queridos lectores míos, no es una respuesta satisfactoria. Que vos la veas preciosa y que te parezca una estupidez que se sienta así, (obviamente, no tendría que estar escribiendo la obviedad de que pensaste: "Si yo tuviera ese cuerpo o esa cara no me sentiría así"; que, en cierto punto, habla de tu propia autoestima), no va a hacer que ella se sienta preciosa de repente. De hecho, podría jugar el rol totalmente contrario. Si la persona se siente mal porque se siente fea, que nada le gusta, que todo es gris y horrible, y tus respuestas son: "pero si sos preciosa" "¿sabés lo que daría cualquier piba por tener ese lomazo?" "Vah, eso es una estupidez, hay problemas peores que ese" o, el mejor de todos, "hay gente que está peor que vos, querida", déjame que te diga que NO ESTÁS AYUDANDO. La persona ya se siente suficientemente mal con lo que le pasa y con que no lo puede controlar pese a que le dicen que debería, no necesita encima sentirse culpable porque le grites que sus problemas no valen para nada, que son todos una estupidez, que hay cosas peores. "No puedo hacer una cosa bien. Me preocupo por esto que es una estupidez, cuando hay gente que está peor que yo. Soy una hipócrita, bla bla bla" una larga cadena de cosas que una persona, atravesando por una situación así, (o una persona, a secas, porque todos atravesamos por cosas así) no tiene por qué ser conducida a pensar.
-¿Hay gente peor que yo?
Por supuesto.
-¿Eso significa que mis problemas valen menos?
Por supuesto que no.
-¿Eso significa que tengo que poder controlar mi cabeza, obligatoriamente?
No, el que te dice eso es la sociedad de mierda en la que vivimos.
-¿Tengo la culpa?
No, tu desarrollo psíquico no lo hacés solo; hasta la forma, la regularidad y los momentos en que nuestros papás nos miraban a los ojos desde chicos afecta radicalmente nuestra actitud. No es tu culpa reaccionar de la forma que lo hacés. Podés cambiarla, pero tenés que tener paciencia y ganas de surfear un tsunami. (La recompensa lo vale)
El personaje, ¿puede ser criticado por tener inseguridades?
No.
-¿Podemos exigirle al personaje que supere sus problemas, o que controle su cabeza, o que no deje que esas cosas le afecten, simplemente porque a nosotros nos molesta que les moleste algo que consideramos que es inferior a nuestros propios problemas?
No. (vah, podés, pero serías hipócrita porque ni vos lo podés hacer con vos mismo)
-¿Lo vamos a seguir haciendo?
Por supuesto que sí. 

Crítica al lector.Where stories live. Discover now