|E I G H T|

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JiMin tomó asiento junto al Sauce, era tranquilizador y calmante estar en un lugar que le traía tan buenos recuerdos de su niñez. Pegó el libro a su pecho, respirando más calmado, la noche estaba en su máximo, donde las estrellas se podían ver con plenitud desbordando por el tan inmenso cielo sobre el.— Mi abuelito me decía, “nunca jamás en tu vida le ruegues a alguien”. —dijo.— Lo siento abuelito, no pude cumplir la promesa. —«Le he rogado a mi único amigo un sinfín de veces», si bien, solo estaba molesto, algo dentro de él dolía esa desconfianza que TaeHyung le tenía, dolía, le dolía, TaeHyung significaba muchas cosas para el desde que lo conoce, si bien en algún momento pensó que esos sentimientos eran más que una amistad, se dio cuenta con el pasar del tiempo que estaba equivocado y que solo veía al peliazul como un hermano, el hermano que nunca tuvo.— Aún así, yo parezco un desconocido para él. —murmuro, sujetando el libro en su pecho con mucha fuerza, sus ojos estaban reteniendo una vez más el llanto que se aproximaba, pero no podía contra eso, solo dejo que las saladas lágrimas fluyeran por si solas como cascadas por su rostro.— Tonto TaeHyung. —el pelirubio decidió ya no ponerle más interés a los secretos del vago que tenía como amigo, si quería decirle la verdad lo haría, pero si no, entonces que se fuera al diablo.— Sí, justo eso. —dijo más decidido a olvidar.— Ahora, a lo que vine aquí. A leer. —JiMin sonrió tan bonito he inocente como siempre, con la linterna de su teléfono celular alumbró las páginas del desgastado libro en sus manos, su lectura era interesante, tanto que su mente fantaseo con todas la aventuras en las que el personaje de nombre SeokJin era participé.— ¿Esperen, SeokJin?. —se detuvo viendo una y otra vez el nombre.— ¿Ese no es el nombre del chico pelirrosa que llegó hoy?. —Kim SeokJin, Pink, decía el nombre del Libro, todo trataba sobre Kim SeokJin de nadie más, solo cosas de su vida, poderes y habilidades. JiMin rió algo dudoso, algo andaba mal, había algo que no le estaban diciendo.— Vaya cosas raras. —su sentido auditivo pudo escuchar claramente como a la lejanía alguien o algo aullaba, casi como un llamado. Sintió un raro escalofrío por todo su cuerpo, como sus sentidos reaccionabán a ese aullido.— ¿Será... TaeHyung molestándome?. —se quedó quieto, oyendo todo con mejor claridad, desde que tenía memoria siempre fue bueno escuchando y poniendo su mayor atención en lugares extensos como el bosque, después de todo había crecido entre las llanuras del lugar. Se puso de cuclillas viendo a todos lados como un animal esperando ser atacado, no se reconocía, estaba tan atento a todo, incluso pudo escuchar a más de treinta metros pisadas, y por como sonaban eran de un animal.— Pisadas lentas, cautelosos, debe ser un animal grande, ¿Un oso? Lo dudo. —el aullido se escucho mucho más cerca, JiMin no se pudo mover de su lugar, sus manos temblaban pero no tenía miedo era algo más, cerro sus ojos respirando pausadamente. Las pisadas eran más cercanas.— ¿Peligro? —«Anda JiMin, analiza» el rubio sintió como los pasos se acercaron a tal punto donde podía decír que estaba delante de él, aún de cuclillas, dispuesto a correr lo más rápido posible de cualquier cosa que quisiese hacerle daño, estaba listo, pero analizó la situación, respiro ondo, y fue entonces que de a poco— No es algo peligroso. —, abrió sus ojos, encontrandose con un animal de casi un metro y medio de alto, viéndolo entre los árboles, sus ojos brillaban y podía ver esos dientes relucir aún con la poca luz que le proporcionaba la luna, el rubio no tenía palabras, de echo las palabras no salían de su boca.— L-Lobo... —tartamudeo, delante de él, había un grande y majestuoso Lobo Negro, viéndole solo a él. Su pelaje brillaba, al igual que todos su ser, el animal meneo su cola de un lado a otro en modo juguetón, moviendo su cuerpo en zigzag, ladrando como un cachorro que quería jugar. El rubio de nombre JiMin solo dejo caer su cuerpo hacia atrás, sonriendo tan eufórico, si era eso un sueño— Habrá sido el sueño más hermoso de mi vida. —Ese gran animal chillo, pidiendo permiso de acercarse a él.— ¿Qu-Quieres venir?. —señalo un espacio al lado de el, el gran can ladeó afirmativo, moviendose sigiloso hacia el, aún teniendo ese modo juguetón. JiMin estaba impresionado, una que otra lágrima se le escapó de la felicidad que sentia. El lobo negro se sentó, dejando sus dos patas aún paradas y las de atrás sentadas, como si fuece un perro obediente, veía a JiMin a los ojos, meneando su cola de un lado a otro esperando que el rubio hiciera o dijera algo.

—¿Eres real?. —dijo después de unos minutos en silencio, estaba de rodillas, observado al gran animal. El lobo por su parte solo hizo una mueca en modo afirmativo.— ¿Puedo... Acariciarte?. —pregunto muy tímido jugando con el borde de su sudadera. Y de nuevo el lobo afirmó con un ladrido leve. Eso insito a que JiMin lo hiciera, muy cuidadoso, el rubio posó una de sus manos sobre el sedoso pelaje obscuro que tenía el animal, lo acarició con lentitud, viendo como el lobo solo permanecía con la mirada puesta en el, cosa que hizo que el rubio sintiera sus mejillas arder. –«¿Qué es esta sensación?»–lo que Park JiMin sintió después fue una lamida en su mejilla derecha, después otra y otra, ese lobo parecía ser muy juguetón, a JiMin le gustó mucho como era, dándole esa sensación de protección.— ¿Cómo llegaste hasta aquí?. —si alguien lo llegaba a ver, diría que estaba loco, pero a él poco le importaba la opinión de los demás. El lobo solo siguió dándole lamidas y una que otra mordida juguetona, provocándole risas.— Basta...me dejaras lleno de babas. —dijo entre risitas.

—¡JiMin!. —esa voz la conocía, era de TaeHyung, se escuchaba lejano.— ¡JiMin, es muy tarde!. —el rubio volteó a ver al gran animal delante de él, pidiéndole con esos bonitos ojos permiso de irse, y al parecer el lobo entendió, ya que le hizo un gesto con la cabeza de que se fuera.

—¿Puedo volverte a ver?. —pregunto el menor, con mucha ilusión. El silencio del animal lo asustó un poquito pero, el lobo volvio a lamerle la mejilla, mordisqueó su cuello después asintió.

—¡Park JiMin deja los berrinches y ven acá!. —TaeHyung sonaba preocupado.

—Vendre mañana, a esta misma hora... Espero volverte a ver. —sonrio, acariciando los pelajes del animal, aún con la incertidumbre se puso de pie, tomo el libro, tenía que irse aunque no quería.— Hasta mañana. —dijo. JiMin se dio la vuelta, camino unos pasos pero aún inseguro regreso la vista hacia atrás, ahí seguía ese Gran Lobo Negro, esperando paciente a que el menor regresará a casa sano y salvo, JiMin mucho más tranquilo y decidido, se despidió con su regordeta mano del lobo.— Nos vemos. —y corrió hacia casa, se le había olvidado la razón del porque estaba molesto, ahora lo único que quería era llegar hasta TaeHyung y contarle lo que había sucedido.

Por su parte, YoonGi suspiro más aliviado regresando a su forma humana, estiró sus brazos y piernas, eso de transformarse en su espíritu animal era muy cansado, además de gastar casi todas su energías, le sería muy díficil renovar fuerzas para volver a hacerlo. Aunque, aquella hermosa sonrisa, esa luz de emoción y cariño que JiMin le mostró, cuando estaba como un lobo solo lo hizo saber y corroborar.— Mío. —y lo que Min YoonGi marcaba como suyo, lo era y nadie podía decirle lo contrario.

WUANPROGONE.

Gran Lobo Negro. © |YoonMin|Where stories live. Discover now