🌠 12.

4.1K 341 60
                                    

Dicho y hecho, Sirius había intentado ayudar a Harry. Por ahora ya llevaban tres planes desechos.

1: Cena romántica.

Cómo le había recomendado Sirius, hizo una cena para el y el mayor. Llevándolo a un nuevo restaurante en el centro de la Gran Bretaña mágica.

Solo tenía una palabra para describir la cena: Espantosa.

- ¿ Por qué estamos aquí ?.- Preguntó Severus en un murmullo, mientras Harry lo conducía hasta una mesa reservada especialmente para ellos.

- Solo una cena, me he dado cuenta que desde que iniciamos nuestra relación nunca hemos tenido una cita.- Sonrió Harry. Cuando el y Severus se sentaron todo estuvo bien, empezando con una amena charla.

- Crees que... ¿ He Sido demasiado exigente contigo ?.- Preguntó Harry con voz baja, una pregunta destinada solo para Severus.

- Acaso... ¿ Estás cuestionando tu forma de tratar conmigo ?.- Preguntó Severus devuelta, recargando sus manos sobre la suave superficie de madera pulida.

- Estoy conciente que la diferencia de edad es abrumadora, y que somos totalmente diferentes.- Severus asintió silenciosamente, instandolo a seguir.

- Lo que trato de decir es que..-.- Su monólogo fué interrumpido rápidamente por un grupo de niños, adolescentes y adultos que se formaban alrededor de ambos, solo para recibir la atención de Harry.

- ¿ Eres Harry Potter ?.- Preguntó curioso un niño de grandes ojos color chocolate. Harry hubiese negado si tan solo no hubiese visto la esperanza e ilusión vibrar en aquellos ojos inocentes.

- Si pequeño, yo soy Harry Potter.- Pronto el escándalo se expandió por todo el restaurante y hasta en la más recondita área de la cocina se sabía que Harry Potter estaba en el restaurante.

Ahora Harry era un manojo de nervios, firmando libros, cuadernos, pergaminos, manos, piernas, frentes. Era una total locura, pero todos estaban tan emocionados, No todos los días encontrabas al Niño-que-vivió-y-venció frente a frente en un restaurante.

Severus suspiró con decepción, por eso no salía al público con Harry. Se sentía un tanto humillado y dejado de lado. Admitía que se había sentido un tanto nervioso e ilusionado con la cena, pero ahora solo se lamentaba por dejar que Harry los llevara a un lugar público.

Suspiró, apartando la vista para ver por la ventana, mientras Harry se ahogaba entre tanto fanático.

Unos minutos más fueron suficientes para que Harry despidiera a la multitud, suspirando y secando el sudor de su frente con un pañuelo.

- ¿ En donde estábamos ?.- Preguntó el de lentes, con una mirada y sonrisa apenada. Severus Embozó una sonrisa de lado. Se lo perdonaría está vez, solo por qué sabía que el hombre se veía incapaz de poder rechazar a algún fanático, además, la fama era incontrolable.

- ¡ Harry !.- Escuchó un grito femenino.

Severus volteó lentamente, observando cómo una pelirroja avanzaba a rápidos pasos hasta llegar al azabache de lentes, dándole un caluroso abrazo.

- ¿ Cómo estás ?, ¿ Cómo te ha ido ?. No he sabido nada de ti desde que entraste a trabajar en Hogwarts.- Severus se encorbó, suspirando con pesadez.

Harry tenía esa mirada brillosa iluminada con la cual solía mirar a sus mejores amigos... Severus sabía que no la rechazaría, ni siquiera por el.

La mesa rápidamente dejó de ser para dos, cuando un mesero amablemente le llevó una silla a la menor de los Weasley para que se sentara.

Observó por minutos cómo los dos intercambiaban palabras con ese tono divertido y relajado.

Severus se sintió herido, era su pareja ¿ No ?, ¿ No se suponía que debía ser el el centro de atención del de lentes?.

Severus se enderezó a la fuerza, apartando cualquier sentimiento y endureciendo sus facciones.

La chica ni siquiera se había dado cuenta de su presencia, a Severus no pudo importarle menos.

- Señor Potter, ya me tengo que retirar, seguiremos hablando otro día.- Harry reaccionó, se había cegado por los sentimientos de volver a ver una antigua amiga, y había olvidado por completo a Severus.

- Snape yo..- Pudo notar cómo los ojos de Severus se llenaban de dolor, dolor que prometió nunca causarle.

- Adiós Potter, que tenga una linda noche.- Susurró con veneno.

Severus salió, encontrándose con la chica de la recepción, la cual había presenciado el romance con el cual ambos habían estado envueltos al llegar al restaurante.

- ¿ Ya te vas ?, ¿ Y tú pareja ?.- Severus ni siquiera sonrió.

- Creo que no es de su incumbencia.-.

La chica miró dentro del restaurante donde el de lente charlaba con una linda pelirroja.

- Oh, lo siento tanto.- Dijo la rubia, Severus solo asintió, saliendo rápidamente de ahí para evitar sufrir más de lo que había hecho.









Esto es una recompensa por haber comentando bastante en el capítulo anterior.

Inesperadamente Mío. [ Snarry ]Where stories live. Discover now