🌠 14.

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Y así era cómo llevaban a cabo su tercer plan, comprar una casa. Harry ya lo tenia planeado y el dinero no era un problema, pero todo dependía de si a Severus le gustaba.

Plan #3: bienes Raíces.

Harry había viajado junto a un inexpresivo Severus hacia el Londres Muggle, su destino siendo las oficinas de Bienes raíces, había un área que era especialmente para Magos y Brujas.

Harry sostuvo la puerta pesada de la entrada para que Severus ingresara con facilidad. Severus murmuró un frío gracias, aún no se hallaba ciertamente de humor.

Ambos se acercaron al elevador, Harry sacó su varita ingresándola en un orificio especializada, liberó un poco de su magia haciendo que el panel extra se encendía. Una lucecita verde parpadeó, rápidamente el elevador se abrió a su encuentro, por el cual salían algunos bajaban algunos magos y Brujas. Harry los reconoció por su aura.

Pronto Harry hizo entrar a Severus al elevador.

— No sé por que me trajiste.— Murmuró Severus, apoyándose rígidamente a una de las paredes metálicas del elevadlr.

— Por que quiero pasar tiempo contigo.— Severus nada mas los miró por el rabillo del ojo.

— Eso hasta que aparezca otro Weasley y robe tu atención. — Harry rió entre dientes, mirando con amor al azabache.

— Esas palabras me suenan a celos.— Canturreó con suavidad.

— No estoy... Bueno talves estoy un poco, pero solo un poco celoso.— Observando por el reflejo metálico del ascensor cómo Harry se acercaba y lo abrazaba por la espalada, Severus suspiró al sentir el contacto, mientras Harry escondía su rostro en el cuello de Severus, aspirando el aroma de este.

— No tendrías que estarlo, yo soy tuyo y tú eres mío, no debe importarnos nada más. — Murmuró dejando suaves besos en el cuello pálido del azabache.

Severus soltó suaves suspiros, hace bastante no tenía ese tipo de contacto con el azabache. Severus se apartó del menor justo cuando las puertas se abrieron.

Harry suspiró con pasividad, siguiendo al azabache con lentitud. Fueron a la recepción, donde luego de registrar sus datos lo hicieron pasar rápidamente a una de las oficinas de comercialización.

Lo que siguió posterior a eso fue llevado a cabo de desaparición en desaparición, ambos fueron llevados a ver de casa en casa en zonas Muggles, mágicas y mixtas.

Ninguna casa le parecía bien a Harry, ninguna era perfecta para ambos. Harry suspiró mientras arribaba junto a Severus a la penúltima casa, con el ceño notablemente fruncido.

Empezaron a ver la casa con todo la calma del mundo, era amueblada pero Harry sabia que reemplazaría los muebles, subieron al ático, donde Severus se detuvo. RL azabache comenzó a imaginar un hermoso y sombrío laboratorio de pociones.

Harry observó los ojos de Severus brillar y sonrió, esta era la casa. Pronto pasaron al comedor, la cocina, la sala de estar y las habitaciones. Harry había quedado prendado al hermoso y salvaje jardín y también pasaron al patio, que se conectaba a un frondoso bosque.

Harry estaba cada vez mas convencido con la casa, aunque ahora debía tomar la decisión con Severus.

— ¿ que opinas de la casa ?.— Severus se encogió de hombros.

— Es tu dinero y tus decisiones, yo no tengo nada que influir en ello.— Respondió, mirando con aire ausente la sala de estar donde se hallaban.

— No Severus, es nuestra decisión. Estoy buscando, estamos buscando una casa. Para ti, para mi. Nosotros.— Severus negó con la cabeza y lo miró a los ojos.

— No, Harry.— Suspiró alejándose un poco.

— Si, Severus.— lo tomó de la cintura con una suave sonrisa.

La bruja que estaba asesorando en su compra volvió a acercarse.

— ¿ Ya decidieron, caballeros ?.—.

Inesperadamente Mío. [ Snarry ]Where stories live. Discover now