Capítulo XIX

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"After all, they didn't have to worry about the Apocalypse anymore. Or did they?"

 Or did they?"

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~ • ~

Llegaron a la casa de Jenkins con la increíble y desagradable sorpresa de que estaba muerto. Yacía en el suelo con muchas cosas punzantes clavadas en su cuerpo: tijeras, cuchillos, herramientas...
-No es exactamente lo que esperaba- Comentó Five. Todos miraban sorprendidos la escena.
-La subestimación del año- Dijo Cole.
-No hay señal de Vanya- Apuntó Amber.
-Salgamos antes de que llegue la policía- Diego dio la vuelta y caminó hacia la salida, Klaus y Cole lo siguieron.
-Esperen- Five sacó de su bolsillo la prótesis del ojo y se agachó, quitándole el parche al hombre que tenía en párpado derecho.
-Vamos, Five. ¿Qué estás...?- Empezó Amberley. El castaño metió el ojo en el hoyo que había ahí, causando que la chica sintiera mucho asco e hiciera una cara asqueada.
-¡Vaya...!- Exclamó Klaus.
-Mismo color, mismo tamaño de pupila. Chicos, es él- Informó el chico. -El ojo que he estado cargando por décadas... encontró su verdadero hogar.
Todos se acercaron para ver mejor, el castaño tenía razón. Volvió a sacar el ojo y ella miró a otro lado.
-Tenemos a quien debía morir para detener el Apocalipsis- Dijo Diego.
-¡Viva! Vámonos- Klaus caminó a la salida pero Diego lo agarró de la chaqueta y lo devolvió.
-No, no. Espera. No puede ser tan fácil- Dijo Cole.
-Miren, esta es la nota que recibí de la Comisión, la que dice "proteger a Harold Jenkins" conocido como Leonard Peabody- Explicó Five.
-Pero ¿Quién lo mató? ¿Quién hizo esto?- Preguntó la chica confundida.
-Tengo una idea loca. ¿Por qué no vamos donde Vanya y le preguntamos?- Sugirió el drogadicto. Five saltó en el espacio, dejando a los demás allí. "Odio cuando hace eso y no me dice a dónde va". "No tienes que seguirlo como un perro a su dueño" habló la voz. Y tenía razón... en parte.
-Si Vanya huyó de este tonto, podría estar regresando a la academia- Dijo Cole.
Los Hargreeves y los Meier regresaron al hogar y buscaron todos los rincones por la chica antes ordinaria.
-Sin señales de Vanya- Notificó el castaño a su lado.
-No está en las habitaciones- Informó Diego.
-Tampoco está abajo- Dijo Klaus con Cole a su lado.
-Bueno, me voy- Diego emprendió la marcha bajando las escaleras.
-Espera, ¿A dónde vas? Vanya sigue por ahí, al igual que Hazel y Cha-Cha- Le recordó su gemelo.
-Lo sé. Iré por mis cosas y luego me iré de aquí. Tengo unos asuntos sin terminar con esos tontos- Y se fue. Klaus apoyó sus brazos contra la baranda de madera del pasillo y Amber se le acercó.
-¿Tú papá no te dijo nada del Apocalipsis cuando hablaste con él?
-¿Alguna pista de cómo pasó?- Continuó Five.
-Sin pistas. Una increíble afeitada, pero sin pistas- Miró fijamente los ojos de su hermano. El castaño resopló y bajó las escaleras.
-¿Five, ahora qué vas a hacer?- Preguntó Amber, siendo ignorada.
-Ahora que lo pienso, sí mencionó algo sobre mi potencial y como apenas he arañado la superficie de mi...
-¿Cómo sabía sobre el Apocalipsis?- Lo interrumpió el chico.
-No sé, pero oye, toda tu cuestión de saltar en el tiempo, cómo... ¿cómo sabías que podías hacerlo?- Se puso en frente de él para que no pudiera seguir caminando. -O ustedes, ¿cómo tú sabías que podías leer mentes y tú hacer portales?
-Yo no sabía. Te darías cuenta si estuvieras sobrio- Argumentó Five, pasando de él. Amber, cansada de perseguirlo, hizo un portal adelantándose a la sala. Su hermano se quedó con Klaus.
-Oye, ¡estoy sobrio!
-Ha estado sobrio por casi dos días ahora- Informó Cole. Five se detuvo y volvió a mirarlo mientras la chica escuchaba desde el bar.
-Sí, dos días- Afirmó el joven. Klaus susurró algo que Amber no pudo escuchar bien. -¿A quién engañas, Klaus? Te he visto inquieto todo el día.
-Bueno, entonces supongo que ambos luchamos contra las adicciones- Respondió él.
-No soy adicto.
-Sí lo eres- Le dijo su gemelo.
-Eres adicto a una droga llamada Apocalipsis- Completó Klaus.
-¡Te lo dije!- Vociferó Amberley risueña.
-No es cierto.
-Primera señal: negación- Escuchó el sonido del salto espacial del chico.
-Tú y yo no somos iguales- Le dijo.
-He visto esa mirada en los ojos de alguien que no sabe quién es sin tener su droga. Confía en mí. Tienes que dejarlo ir- El sonido de algo como un vidrio rompiéndose exaltó a la chica. Five apareció por la entrada al lugar, parecía molesto. Después las risas de Klaus y Cole la dejaron inquieta.
-Figurativamente, eso también funciona- Dijo Cole entre su carcajada.
-Five, ¿qué...?
-¿Quieres una margarita?- La cortó.
-Eh... b-bueno, gracias- Dijo. El chico se puso a licuar varias bebidas alcohólicas junto a un poco de hielo y lo colocó en una copa. Quedó una especie de mezcla verde fluorescente con un paraguas y sal en los bordes, le entregó una a ella y el otro lo tomó y se sentó a su lado. -Gracias.
-¿Crees que de verdad lo hayamos logrado?- Preguntó de repente.
-¿Detener el Apocalipsis? Pues... tal vez.
-¿Y ahora qué?- La miró con sus verdes, curiosos ojos.
-Yo... no sé- Respondió. Luego tomó un poco de su bebida, no estaba mal. De hecho, sabía muy bien comparada con las de la otra dimensión. "O tal vez Jaeden no hacia margaritas tan buenas" Sonrió.
-Estoy abierto a sugerencias- Dijo mirando hacia la nada, pensante.
-¿Cualquier tipo de sugerencias?
-Sí. No se me ocurre nada.
-¿Hasta las más locas?- Le sonrió. Él la miró confundido pero también sonreía. -¿Y si te digo... que vayamos, solo tú y yo, a visitar el mundo? Desayunar en Alemania, almorzar en Suiza y cenar en París...
-Suena divertido- La miró tiernamente. Se acercó para besarla, pero alguien tocó la puerta. -Yo voy.
Fue, sin dejar la margarita, a contestar el llamado. Amber escuchaba vagamente los murmullos de la conversación mientras tomaba de su copa. Unos segundos después, el chico volvió. Lo que sorprendió a Amber fue quien lo seguía: Hazel. Se paró de su silla, preparada para atacar, pero Five le indicó que se relajara con las manos.
-No, no. Está bien- Ella miró al hombre recelosa, como pensando en que en cualquier momento haría algo para lastimarlos. El castaño luego se dirigió a Hazel. -¿Vienes a matarme?
-Oh, perdón. La costumbre- Dijo guardando su arma. Eso tranquilizó un poco más a la chica y volvió a sentarse. -Aunque puedo entender por qué piensas eso.
-Bueno, tú atacaste nuestra casa, trataste de matar a nuestra familia y... secuestraste a Klaus. Ah, también me disparaste en el hombro- Soltó Amberley.
-No puedo cambiar el pasado. Recuerda que no soy el único asesino aquí. Tú tienes tu propia historia, amigo. Y si a ella le gusta estar contigo debe ser porque algo de asesina debe tener también- Ella le sonrió falsamente. -Hablando de eso... lo que hiciste en Calhoun, eso fue legendario. No puedo creer que estoy aquí después de todo...
-Hazel, ¿qué haces aquí?- Le interrumpió el chico.
-Bueno, par...- Diego llegó y le pateó la rodilla, haciendo que cayera.
-Diego, ¡para!- Pidió la chica. Se levantó dejando su bebida en la mesa, pero Five la detuvo.
-Sabes, antes de matarlo, quizás quieras escuchar lo que tiene que decir- El hermano le pegaba frenéticamente sin escuchar lo que los jóvenes le decían. Hazel le propinó un buen golpe y lo tumbó por unos segundos que le sirvieron para recuperarse.
-Te mataré por lo que le hiciste a Patch- Lo amenazó sacando un cuchillo de su traje negro. Lanzó unas cuchilladas al aire que casi le pegaron a Hazel, pero éste los evitaba corriéndose hábilmente hacia atrás.
-O no. Veamos como sale- Continuó. Amber lo miró confusa. ¿Iba a dejar que se mataran los dos allí en la sala?
-¿No vas a...?- Logró decir Hazel, a la misma vez evitando un golpe directo a su cara, pero no la apuñalada en la pierna que le dio Diego con su otro brazo. El hombre aulló de dolor y Five puso una expresión de "eso debió doler".
-Suficiente. Five, ¡haz algo!- Pidió la joven. Hazel le pegó fuertemente apartándolo y quitándose el cuchillo, luego él se devolvió y le pateó el estómago y la cara. Hazel dio un cabezazo y le agarró como si le estuviera dando un muy fuerte abrazo, y para intentar liberarse Diego le mordió la oreja. -¡Five!
Este al fin paró de deleitarse con la pelea apartando su margarita, cogió un vaso de vidrio y saltó detrás de ellos, estallándolo contra la cabeza de su hermano y haciendo que se desmayara.
-Pongo el límite en morder- Dijo. Amber lo miró molesta. "El límite debe ser cuando se derrama sangre" pensó. -Hazel, lo que sea que viniste a decir, mejor dilo rápido. Antes de que despierte.
Caminó de vuelta a su silla y tomó de su bebida. Hazel se plantó mirándolos a los dos.
-Dejé a mi compañera, renuncie a la Comisión, y vine a ser voluntario.
-¿Voluntario para qué?- Preguntó la chica.
-Para ayudar a detener el Apocalipsis- Se quitaba los vidrios que le habían caído encima de sus hombros. Five soltó una pequeña risa. -¿Qué demonios podría ser tan gracioso ahorita mismo?
-Antes de responder eso, ¿por qué quieres ayudarnos?- Dijo.
-Digamos que tengo interés en una tienda de donas.
-Siento decírtelo, amigo, pero llegaste tarde y sin nada que hacer- Five tomó un sorbo de su rica margarita. -Que estés aquí ahora significa sin lugar a dudas que el Apocalipsis se ha acabado.
-¿De verdad? ¿Cómo lo sabes?
-El objetivo está muerto- Contestó Amber. -Lo encontramos esta mañana.
-Eras la última variable que quedaba en la ecuación.
-Diablos. ¿En serio?
-Si estás fuera, el Apocalipsis no vendrá- Dijo el chico. Hazel subió las manos, como dando gracias y sonrió.
-¡Bueno!- Rió y se sentó al otro lado del chico, tomando la licuadora y bebiendo todo el contenido restante. -¿Y ahora qué?
-Para ser sincero, no sé. He perseguido esto por tanto tiempo que nunca pensé en el día después- Le dedicó una mirada alegre y calmada a la chica a su lado.
-¿Qué hay de ti, Hazel?- Preguntó ella.
-Estoy harto de esta locura. Hora de empezar de nuevo. Deberías hacer lo mismo- Recomendó, lo que hizo que le dedicara una bella sonrisa a Amber. Ella se la devolvió, dejando que colocara su brazo alrededor suya.
-Bueno, les deseo buena suerte- El hombre se levantó y caminó para retirarse de la sala. El chico se volteó.
-Hazel. Algo más antes de que te vayas. ¿Cuál de ustedes disparó a la detective Patch?
-Mi compañera.
-Triste. Esa pistola habría limpiado el nombre de mi hermano- Comentó. Hazel se acercó levantando la parte trasera de su traje y colocando dos armas en la mesa.
-Bueno, es tu día de suerte. Tómalas las dos. Esto se acabó para mí- Y entonces salió del lugar y se fue.
Unos minutos más tarde, Diego despertó, interrumpiendo la conversación de los chicos sobre sus supuestos planes para el futuro.
-Oh, despertaste- Dijo Amber.
-¿Listo para un trago?- Ofreció el castaño. Diego se paró repentinamente.
-¿Dónde está?
-Lo dejamos ir- Contestó el hermano.
-¿Ustedes... qué?
-Ahora que el Apocalipsis se acabó, es hora de detener las peleas- Dijo la chica. Diego igual agarró su cuchillo y caminó a la salida.
-Él no mató a Patch, su compañera Cha-Cha lo hizo.
-¿Y qué? Los dos estaban allí esa noche- Les recordó él.
-Nos dio ambas de sus pistolas, Diego- Le informó ella.
-Limpiará tu nombre porque la balística coincidirá con la escena del crimen. Hazel vino a buscar una salida. Quería un nuevo comienzo, y tenía en su posesión lo único que podría hacerle algo bien a nuestra familia. Así que es hora de superarlo- Five lo miraba amenzante, intentando convencerlo.
-Imposible.
-Como quieras- Five se levantó de la silla y cogió la mano de Amberley, llevándola a su cuarto.
-Diego, piénsalo. ¿En serio crees que esto es lo que ella querría?
Dijo eso antes de dejar que Five la guiara hacia su habitación. Subieron y se metieron allí para seguir conversando sobre cualquier cosa que se les ocurría. Después de todo, ya no tenían que preocuparse por el Apocalipsis. ¿O sí?

You Are My Apocalypse | The Umbrella Academy (TERMINADA)Where stories live. Discover now