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"Los cuentos de hadas, en realidad, son pequeñas mentiras de caramelo"

Jimin era el menor de los tres hermanos que habían tenido el rey de los océanos.El mayor de ellos era Jin, con la edad de 23 años contaba con una belleza irreal e impactante, además de una linda cola color rosado que hacia juego con su delicadeza , todo aquel que tuviera el honor de verlo caía ante su belleza; Este fue consevido en el primer matrimonio del rey . El segundo,   Namjoon de 22 años, su cola de un imponente azul rey quedaba totalmente con su actitud de chico rebelde y su inteligente prominente, su  piel morena además de una profunda mirada que intimidaba a cualquiera que lo viese en el gran reino marino. Jimin era la alegría de la familia, hijo de la segunda esposa del rey Mingi, un adolescente de 17 años curioso, piel pálida y labios rojos predominantes en el. Él tenía belleza única, igual a la de su madre, finos rasgos en él y una dulce voz.

-Padre, ¿Nos mandó llamar?- preguntó el mayor de los hermanos mientras acompañaba las plantas de una reverencia perfecta.

-En efecto - suspiró su padre viéndo a ambos príncipes - ¿Dónde está Jimin?, quería verlos a todos, creo que fui muy específico.

-Ya sabes, debe estar jugando- soltó sin preocupación , una sonrisa torcida aprecio en el segundo hermano.

-Vayan por el - gritó molesto el padre de los chicos acompañado de una seria mirada clavada en ambos hermanos. Para ellos eso solo significaba una cosa "peligro". -Hasta que no lo encuentren, no quiero vengan a verme- Dicho esto ambos hermanos asintieron y se alejaron nadado de la sala dónde se encontraba su padre, en su trono, emprendiendo asi la búsqueda de su querido hermano menor.

«Jimin»

-Taeeeeeeee~  -Grito el menor mientras se cruzaba de brazos- ¿Dónde estás? -suspiró con agobio-

Un infantil "Boo" salió de la boca de su mejor amigo . Aun así si fuese infantil ,el principe  pegó un pequeño salto al escuchar ese molesto sonido , al notar la reacción chico el de cola verde soltó carcajadas divertido.

-Ya tienes 17 años y sigues siendo un miedoso Jimin~ añandio divertido dándole un pequeño codazo a su amigo en el brazo.

-No lo soy -soltó un bufido- Nada ni nadie me da miedo -se cruzo de brazos y levanto su cabeza en forma de valentía.

-Que bueno que nada te da miedo -En su rostro se hace presente  una sonrisita torcida. -Porque tus hermanos se acercan para acá y yo realmente no los veo nada felices - sonrío divertido el castaño mientras observando la escena.

-Mierda...-Golpeó su cabeza suavemente- la reunión... lo olvidé por completo-mordió su labio con un poco de nerviosismo, era consciente de lo importantes que eran esas reuniones para su padre, aunque siempre hablara de lo mismo.

" Deben de cuidarse "

" Deben de dar ejemplo a los súbditos"

Ambos hermanos se acercaron al chico de cabellos rosados causando que su mejor amigo sintiera el terror recorrer por sus huesos.Tanto así que el castaño prefirió retirarse de la escena.

-Jimin creo que mejor me retiro -dejó solo a la vista su hermosa cola verde alejándose a una gran velocidad.

"Oh no" soltó al ver que el contrario lo dejó solo con sus hermanos para nada felices.

-Jimin, te dijimos que había una reunión ¿Qué demonios te pasa?- dijo el mayor de los hermanos.

-Lo siento.. Y-..Yo realmente lo olvidé -Miró al de tez morena tímido, el cual lo veía con una mirada cargada de enojo y decepción.

-Eres tan tonto y distraído, ¿Cuándo cambiaras? En fin, vámonos nuestro padre espera por nosotros -el de cola rosada avanzó sin esperar a sus hermanos.

El chico solo asintió y se dispuso a seguir a sus hermanos.

El Reino era muy hermoso, sirenas y tritones de todo tipo, color y tamaño recorrían las calles de la ciudad, los lindos peces y los demás animales marinos no se quedaban atrás. Podías sentir la positividad  de cada habitante del reino submarino. El agua de azul brillante con pétalos de la hydrangea, pura y cristalina como los ojos del príncipe menor.

Frente al palacio submarino había un gran jardín, con árboles color rojo intenso como el fuego y azul oscuro; sus frutos brillaban como oro, las flores parecían llamas por el constante movimiento de las hojas que hacían los guardias al vigilar el gran palacio. Las gigantescas puertas de oro se abrieron dando paso a los tres príncipes. 

-Padre estamos aquí.  -Dijo el de cola rosada entrando primero-

-Muy bien -El padre aclaró su garganta para seguir hablando- Como ya saben nuestro pequeño Jimin cumplirá 18 años mañana -La alegría del menor se podía notar en su linda sonrisa que apareció al escuchar a su progenitor decir que por fin tendría 18 años.

Ustedes dirán ¿Qué pasa cuando tiene 18? Para nosotros los humanos tener 18 es un símbolo de empezar la etapa de joven adulto, pero para los tritones y sirenas esto significa salir a la superficie por primera vez. A los 18 podría sentarse en la grandes rocas para que los rayos solares broncearan su piel y podrían ver los barcos pasar,  pero con mucha cautela. 

-Sí padre, ya sabemos- ambos hermanos mayores dijeron al unísono.

-Necesito que acompañen a Jimin, no puedo dejarlo ir solo -añadió su progenitor-

-¡¿Cómo que tendré que ir con ellos?! -soltó un gruñido mostrando su inconformidad- pero padre, ¡No es justo!, es mi día especial -añadió escandaloso-

-Lo sé -se acercó al menor- pero tengo que protegerte, se lo prometí...-hizo una pequeña pausa- a tu madre, tengo que cuidarte con mi vida -pasó una de sus manos por mi mejilla- tienes que ir con tus hermanos o no saldrás ¿Entendido? -dijo con autoridad-

-Esta bien...ya que -miró a ambos chicos de mala gana recibiendo el mismo trato de los mayores-

Yo no estaría tan seguro de ir con ellos. 

El de cabellos rosados se la ingeniaría para quitarse a sus hermanos de encima.

|𝕯𝖊𝖊𝖕 ,𝖎𝖓 𝖙𝖍𝖊 𝖔𝖈𝖊𝖆𝖓| 𝖄𝖔𝖔𝖓𝖒𝖎𝖓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora