The Jauregui's Dolls.

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Cuando desperté la mañana siguiente, me sentí feliz. Era una clase diferente de felicidad. Una indescifrable.
Tenía una primavera en mi caminata, constantemente tarareaba, y tenía una sonrisa en mi rostro que no se borraría. A pesar de la vista de Zoey estando sorprendida y emocionada por recibir sus regalos de Disney de parte de Lauren –quien dije que era una amiga del trabajo- me derritió el corazón, me sentía más que contenta esta mañana.

Sería estúpido que no sospechara que esta alegaría fuera debido a Lauren. Mi mente siguió mostrándome lo ocurrido anoche y lo mágico que fue. El beso en el balcón bajo la luz de la luna y después el regreso a la mansión, y Lauren continuando demostrándome su afecto por mí.

Ahora entendía porque el resto de las chicas estaban tan encantadas con ella. Diablos, ahora yo también lo estaba.

Lauren, sinceramente era una dama y eso calentaba mi corazón junto con mi estómago y sentía que estaba llena de mariposas. Era tan gentil y cuando me tocaba y me besaba. Me sentía tan cuidada y a salvo cuando estaba en sus brazos.

Me di cuenta que estaba pensando mucho en Lauren y sus atributos ahora y anoche, que creí que iba a enloquecer y tenía que parar. No era como si estuviéramos enamoradas. Solo éramos amigas...que se besaban creo.

Negué con la cabeza por mis pensamientos tan ridículos mientras la estúpida sonrisa aún estaba plasmada en mis labios, me dirigí hacia mi habitación para salir y encontrarme con las chicas para bajar las escaleras para ir a desayunar.

—¡Buenos días chicas! —dije en voz alta a modo de saludarlas.

Todas se detuvieron en sus conversaciones y permanecieron en silencio mientras se giraban hacía mí.

—Parece que alguien despertó del lado correcto de la cama hoy. —comentó Hanna, alzando sus cejas hacia mí.

Reí mientras me encogía de hombros y me dirigía a uno de los sofás—. Eso creo, solo domí bien.

—Claro que lo hiciste, —dijo Kiara codeándome.

—¡Oye! —Aparté su mano.

—Cuéntanos. —Yasmine se inclinó en su asiento mientras reposaba sus codos sobre sus rodillas y sujetaba su rostro—. ¿Qué pasó anoche?

—Nada. Solo fuimos a una fiesta y regresamos temprano porque para ser sincera, no estaba tan buena.

—¡Tonterías! —exclamó Sierra—. Fíjate la forma de la que te estás riendo, Camila. Definitivamente algo pasó entre tú y Lauren.

—Estoy de acuerdo. —asintió Kathy cruzando sus brazos—. Suéltalo chica.

—Um... —coloqué un mechón de mi cabello detrás de mi oreja para hacer tiempo.

¿Debería contarles? Rayos, ¡ella contaban en qué posiciones tuvieron sexo con ellqs! ¡Claro que lo haría! Estas chicas eran mis amigas y esto era algo que valía la pena compartir, ¿verdad?

—Bien, me atraparon. —Suspiré, mordiendo mi labio—. Nosotras...eh...

—¡Oh, ya dilo! —gritó Bianca.

—¡Nos besamos! —Solté, haciendo que ahogaran gritos y que estuvieran boquiabiertas con sus ojos perplejos—. Digo, me besó.

—Que jodido. —Mary me miró perpleja.

—Sí, en efecto. —Me encogí de hombros casual.

—¡Cállate! —chilló Kiara atacándome con un abrazo apretado—. ¡No puedo creer esto! Recuerdo que hace un tiempo, querías patearla en las bolas y ahora tú-