Capítulo 6

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Yongsun después de su plática aprovechó para visitar nuevamente los jardines, había uno en específico que consideraba su santuario tanto porque estaba alejado y hasta cierto punto escondido, como porque era un jardín que curiosamente no re verdeaba.

Se detuvo al alcanzar un solar que tenía su camino de alabastro bien cuidado.

Respiró un poco y caminó con paso más lento, conforme avanzaba pequeñas flores aliso de mar nacían rápidamente, algunas aubetrias moradas se galopaban observando a su domadora, las cerastium blancas no se hacían esperar y luchaban por alguna porción del nuevo verde en el jardín, Yongsun se detuvo ante un árbol de cerezo observándolo detalladamente era un árbol que inexplicablemente no reflorecía, rápidas lobelia erinus explotaban al pie de dicho árbol, Yongsun sonrió y posó su mano sobre el cerezo, dotándole de un tupido y hermoso follaje, en todas las esquinas del jardín alguna planta o flor asomaba la cabeza, abigarradas todas queriendo observar a la dadora de su nueva y feliz vida. El aire asombrado de tan hermoso y excéntrico trabajo decidió participar enviando una brisa donde las florecillas se meneaban de un lado a otro, Yongsun dejó salir una risa entretenida mientras se apartaba los cabellos de la cara.

-Lo has dejado hermoso – Le comentaba una penetrante voz.

-ByulYi – Yongsun trataba de recomponerse ante la presencia de su esposa y esta al notarlo no pudo evitar fruncir el ceño. Yongsun le sonrió como disculpándose y arregló sus cabellos equivocada del por qué de su molestia.

La bestia entonces pensó en algo, su rostro se relajó y desvió la mirada mientras se le pintaban de rosa las mejillas, comenzó a caminar tranquilamente sólo mirando a los lados mientras que su esposa la observaba curiosa.

Y entonces se transformó.

-~Aaaaah~ Byul – Le decía con ternura sin poder evitarlo. Sabía que ese pequeño "Y lindo" cachorro de lobo ERA BYULYI, pero su naricita y sus pequeñas patitas la trasformaban en alguien diferente.

Byul soltó un gruñido y corrió lanzándose hacia una piedra que quedaba protegida por las ramas del cerezo, Yongsun trató de ayudarle a subir pero en cuanto acercó su mano le lanzó el hocico casi mordiéndole, queriendo decir "Yo puedo sola". Trepó con mucha dificultad pero alcanzó la cima y se sentó en sus patas traseras, moviendo de un lado a otro su cola satisfecha de su esfuerzo, Yongsun le acompañó a su lado observando tranquila su trabajo, otra vez el viento sopló revolviendo sus cabellos castaños, rió y lo dejó ser.

-Pensé hoy temprano que estabas muy enferma – Comentaba después de unos minutos de silencio, Byul la miró confundida.

-Estabas tan roja – Seguía platicándole, Entonces entendió y recordó. Ladeó la cara al otro lado evitando sus ojos, Yongsun sólo sonrió.

-Primero pensé que estabas sonrojada, pero después de que pasases casi todo el día así… -

Seguía platicándole sus sospechas, mientras Byul recordaba lo sucedido temprano ese día.

TEMPRANO ESE DIA

Los pájaros cantaban y el clima era tan acogedor, el sol comenzaba a resplandecer en el horizonte…

-Mmmm~ - Byul estaba muy cómoda entre las suaves y delicadas sábanas así que cualquier lacayo, cosa, hombre o demonio que la intentara molestar justo en este momento recibiría una mordida fatal. Frunció el ceño sin abrir los ojos.

-Mmmm~ - Si bien el murmullo que llegaba a sus oídos no era del todo molesto, sí le hacía perder la concentración en su dormir, sumergió más su cabeza entre lo que deberían de ser dos pequeñas almohadas – mmm~ - parecía que su almohada estaba murmulladora, con un poco de fastidio lanzó un gruñido y trató de seguir durmiendo.

La Bestia Y La Domadora [MoonSun] CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora