La Bestia Y La Domadora [MoonSun] Completa

Capítulo 14

Kyujong no alcanzó a levantarse bien de la silla cuando ya tenía 2 pares de manos asegurándolo.

-Ejecútenlo - Sin emoción en la voz declaró Byul.

-Alto - Con prisa Yongsun contradijo la orden, las bestias intercalaban miradas entre una y otra regente.

Byul estaba visiblemente molesta por la contradicción, sin embargo no dijo nada más.

-Debemos hacer un juicio, llévenlo a las mazmorras- Yongsun terminó la orden y prestos se llevaron al domador- Perdonen la abrupta interrupción - Se dirigía a los oráculos, después soltó una risita restándole importancia al alboroto - Pero por favor continúen con los últimos ajustes, nosotras nos retiramos - Dijo mientras tomaba la mano de su esposa y la conducía fuera del lugar.

Con su experiencia decidió caminar lo más que pudiera evitando la conversación, en un principio la mano de Byul estaba tensa y no entrelazaba los dedos con ella, conforme avanzaban hacia su jardín, el cual estaba relativamente lejos, Byul parecía relajarse poco a poco.

Llegaron al lugar destinado, la brisa las recibió revolviendo los cabellos de ambas, Yongsun se giró y observó preocupada esos ojos verdes.

Byul se acercó y le besó sus labios para después dejar salir un respiro.

-Me molesta que me contradigan - Dijo sosteniendo las manos de Yongsun - Pero sé que necesito cambiar eso, ya que no siempre tengo la razón-

La domadora parpadeó una, dos, tres veces.

-Oh... Yo no debí contradecirte frente a los otros nobles pero temía que en realidad lo ejecutaran en ese mismo momento-

-Ah sí, de hecho eso iba a pasar - Con tono calmado declaró, de pronto se detuvo en seco y sus músculos se tensaron.

-¿Byul?

-Shhh~ no estamos solas-

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-Arrrg~ ¡todos corran! - Gritaba uno de los peones en la construcción; una gruesa columna se desmoronaba, los trabajadores apenas salieron antes de que se desplomara por completo.

Los ingenieros estaban silenciosos, mortalmente silenciosos, Sandeul podía sentir las miradas asesinas en su espalda.

-Eso fue... desafortunado- Fue lo único que se le ocurrió decir al chico.

Los ingenieros se tallaban el temple, algunos hacían notable su enfado con sonoros chasquidos, esta era una escena que se había repetido en los últimos días.

Sandeul no escuchaba a ninguno y planteaba lo que se debía hacer y después, cataplum~, las cosas se caían. No estaban avanzando, ni siquiera estaban parados ¡Estaban retrocediendo!

-Todos un descanso - Gritó desde una corneta que le hacía de altavoz.

-¡Otro descanso! - Uno de sus subordinados exclamó, era el tercer descanso en un solo día.

-Bueno tal vez si pusieras más empeño en lo que estamos haciendo, yo no estaría preocupado por hacer mi trabajo y aparte el tuyo- Le dijo Sandeul calmado.

-¿Mi trabajo? - Antes de que pudiese siquiera comenzar una pelea verbal, Sandeul lo interceptó.

-Mejor ve a descansar y piensa en tus acciones - Le apuntaba con el dedo índice.

Los trabajadores comenzaron a dispersarse, muchos de ellos murmurando de una sola cosa: La incompetencia de Sandeul; cuando todos ellos estaban lejos del rango para escucharlo o verlo, el trabajador compinche se acerco a su aliado.