X. Un extraño descubrimiento

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Sorpresivamente encontramos a mi padrino en el bosque prohibido antes de que pasara lo de la puerta y su nuevo juicio/disculpa por el error de condena después de la primera guerra. La parte sorpresiva fue "quien" lo encontró.

Un muy molesto Snape entró en la casa de los gritos arrastrando al principio a un enorme perro negro del pescuezo, aunque más parecía un intento de librarse de la impregnación del animal que se negaba a soltarlo. Una vez lo empujó a un lado con un fuerte tirón de su capa y una no tan leve patada que por fin lo libró de su aprehensión con forcejeo.

El perro, que en ese entonces supuse que era mi padrino, soltó un gemido lastimero y disconforme. No se percató de mi presencia o la del profesor Lupin ya que casi de inmediato des transformó su forma canina dando paso a la forma concisa de un hombre desgarbado, más desalineado que un vagabundo, delgado y con el rostro afilado en las cuencas y mejillas; el cual se pegó a la pierna de mi maestro de pociones como si su vida dependiera de ello, parecía un niño enroscándose en la pierna de su padre haciendo un berrinche.

—¡SINIBE- digo SEVERUS NO ME DEJES POR FAVOR! ¡POR FAVOR NO!

El profesor Lupin y yo inclinamos las cabezas a un lado al contemplar la entraña escena. El más desconcertado al parecer era el profesor de DCLAO quien no dejaba de ver la escena con una expresión comparable a la de alguien que acaba de ver la venida del hijo de Merlín en nuestras narices. Lo codee un poco para llamar su atención.

—Ey...—susurre— ¿Esto es normal entre ellos? ¿No me dijiste que se llevaban mal?

—No... no lo es..., Harry, hay una posibilidad de que haya una fisura en el espacio y tiempo de nuestra realidad, si sientes un tirón fuerte que te absorbe a la nada no te resistas —me susurro mientras sus cejas eran alzadas hasta el límite y sus ojos estaban abiertos como platos observando al principio el panorama y ahora mirándome a mí en una expresión de pavor absurdo. 

—Em... entonces esto... —estuve a punto de mencionarle algo pero un sonido déspota y cargado de aspereza asesina nos llamó la atención a ambos. 

—¡Maldita sea! ¡Suéltame Black!—dijo Snape intentando soltarse de Sirius agitando su pierna con desprecio.

—¡NO... NO POR FAVOR ERES EL UNICO QUE ME CREE!

—¡Y a mí que me importa! —El profesor agarró el cuello de la remera descosida y comenzó a tironear del animago con ira y desagrado— ¡Black con un demonio ya, SUÉLTAME!

Sirius se aferró aún más con uñas y dientes—¡NO! ¡ME SIENTO TAN SOLO! ¡POR FAVOR NO ME DEJES EN ESTA CASA Y NO TE VAYAS...!

—¡A ver! ¡Alguien me explica que está pasando!— dije extasiado. Esto era demasiado raro.

Snape y mi padrino detuvieron su forcejeo casi al instante en un silencio seco y helado. Snape aprovechó el momento para tirar de su pierna y librarse por fin de su captor semi canino en más de un sentido.

Vi como Sirius se quedaba con las manos alzadas después de quedarse sin una pierna a la que aferrarse, me miraba como si fuera una aparición espectral. Con las manos aun alzadas, los ojos humedecidos, se levantó y comenzó a caminar hacia mí. Al parecer estaba moqueando como un grifo quise apartarme para que no escurriera su mucosidad en mi hasta que se calmara pero...

—No, no te apartes por favor yo...—se limpió la nariz con la manga rota de su remera—sé que debo dar miedo al verme así pero yo, en verdad llevo tantos años queriendo conocerte y ahora que por fin te tengo aquí frente a mi... yo; no puedo creerlo y mucho menos lo mucho que te pareces a tu padre— me tomó del hombro y dio un suave apretón en él— Harry... —alargó sus brazos alrededor mío y me aprisiono contra él en un suave y fraternal abrazo, tan lleno de cariño que volvía mínimo el poco agradable olor que tenía él en sus ropajes —. Nunca debí dejarte solo por tantos años, sé que nunca podré cambiar eso pero por favor tienes que escucharme y podrás entender lo que pasó aquel día en el que... en el que...

¡¿Draco es una sirena?! [Harco]Where stories live. Discover now