XII. Pesadilla en vida

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Severus Snape había tenido momentos incómodos en su vida. Muchos en realidad, más de lo que hubiera deseado. Lamentablemente de lejos este día había sido el más raro, repulsivo, vomitivo, fastidioso y excéntrico de toda su vida. Tal perturbación en la fuerza del universo, del cosmos o de lo que sea que regule la continuidad espacio temporal de la realidad esta vez decidió joderle con todo, sin parar una y otra vez. Para una tarea tan ignominiosa hacía falta alguien que desafiara las reglas naturales a diario con solo su existencia, para su desgracia el universo envió a su mesías desde que tenía once, solo que ahora lo tenia mas claro.

—Maldita sea la fecha de tu nacimiento Black.

—Cuakkkkk Ahhggkkk?...—Graznó Sirius consternado.

Doce años sin su presencia tenían que pasar factura. Sabía que este día llegaría... bueno en realidad no, si le hubieran preguntado nunca hubiera imaginado que esto terminaría así. 

—Ya casi llegamos Black... Mantente callado o algúno de estos mocosos se dará cuenta.

—¡¡Cruakkjg!! —dijo Sirius afirmando con un graznido fuerte.

Una vena irritada en la frente de Snape salió a flote como una flecha.

—¡Maldita sea! ¡¿Pájaro del infierno por qué nunca haces caso?! —maldijo Snape mientras intentaba apretar el cuello del cuervo, un interesante jugueteo —dependiendo desde que ángulo se ve— comenzó, el profesor intentaba atrapar al pájaro que se paseaba por sus hombros como si fuera su casa.  Sirius volaba de vez en cuando para evitar los manotazos de Snape, al parecer intentaba cerrarle el pico aunque se le fuera la vida en ello.

Un par de ojos consternados y desorbitados contemplaban la situación. Su tan temido profesor de pociones estaba peleando con un cuervo grande y pomposo en medio del pasillo a las mazmorras. Ahora estaba ahorcandolo y él no concebía fuerzas para decirle que tuviera piedad.

—Maldi... —la mirada de Snape se desvió lentamente por el rabillo del ojo, el alumno que miraba aquel escenario en medio del pasillo tuvo una horrible corriente eléctrica por todo su cuerpo, comenzó a sudar de nerviosismo— Longbottom —dijo Snape ásperamente provocando que a Neville le lagrimeaban los ojos— ¿Qué haces aquí? —pregunto duro y estoico, al menos lo más serio que pudo teniendo a un cuervo pomposo y adorable sobándose cariñosamente en su mejilla.

Como era lo más lógico que podía pasar después de presenciar tal escena de contraste aberrante, en específico en Neville Longbottom, un tic nervioso surgió en sus dos ojos, ambos se turnaban para desfogar el ataque vascular que estaba en proceso de tener.

—¡Longbottom!

—¡Perdón! D-digo lo siento... Hay no, eh... —Snape enarco una ceja en reproche, las gotas de sudor nervioso aumentaron en la cara de Neville—... ¿Si profesor Snape? — logro preguntar después de practicarlo más de cien veces en su mente en un escenario en el que no se desmayaba.

—Como era de esperar tu cerebro procesa la información de manera deficiente ¿Por qué me sorprende viniendo de usted? —Neville tembló —, le hice una pregunta ¿Qué haces aquí, en las mazmorras Longbottom?—volvió a preguntar Snape de la manera más fría que podía mientras el cuervo volvia a sobarse amorosamente contra su mejilla.

El alumno "preferido" del profesor de pociones no puedo evitar esbozar una leve sonrisa ante la situación que contemplaban sus ojos. Disfrute casi inexistente después de que Snape tomara del cuello al pobre cuervo mientra aleteaba en el aire provocando un sonido de ahogo penoso en el animal, unas plumas saltaron de diferentes partes del pequeño cuerpo del ave que ahora parecía una masita apretada con las alas extendidas y el pico abierto en un grito ahogado. 

¡¿Draco es una sirena?! [Harco]Where stories live. Discover now