De mí y sobre mí.

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Pov' Max.

Mantengo la mirada baja, los chicos hablando de sus conquistas la noche anterior no me podrían parecer más monótonas, siempre es lo mismo, una noche de placer seguida de la clásica conversa para presumir dicha noche, solo así, sin ninguna variable en esa ocasión. Alex enciende un cigarro y repentinamente me lanza el humo a la cara llamando mi atención, lo miro malhumorado, no estoy de ánimos.

— ¿Qué quieres? —Pregunto irritado, presiento que será algo estúpido—. Si estaba escuchando, por si eso es lo que preguntarás; rubia, senos grandes y muchos gritos en su habitación —resumo lo que él estaba diciendo—. Creí que acababas de volver con Keira.

—Lo hicimos, solo que la rubia tenía un trasero de veinte puntos de diez —codea a Gabriel en busca de su aprobación solo que éste parece estar más distraído que cualquier otro del grupo—. Joder, Hombre. ¿Qué te sucede? Tu chica no lo hizo bien anoche.

—Es Stephanie, no he dejado de pensar en ella, hace casi una semana que no nos vemos —se pasa las manos por la cara. Y pienso que es cierto, hace más de cuatro días que no sé nada de Sophie, luego Christian sufre un ataque de melancolía de la nada, Liam llega a la casa y Mónica parece estar preocupada; sin duda algo anda mal. —Me preocupa que no esté bien.

—Olvídate de ella, las mujeres son así, ya sabes les gusta hacerse las de rogar. A lo mejor y te llama cuando esté aburrida en casa para que le quites el aburrimiento —dice Ethan riendo, los demás lo siguen pero Gabriel parece consternado, me mira como si quisiera que yo entendiera de que habla—. Por eso las relaciones las dejamos para los feos, son fieles porque no tienen otra opción.

Antes de que pueda responder aparece Mónica y lo hace—Asumo que cuando termines solo, viejo y enfermo eso te consolará, pedazo de idiota —ésta se vuelve hacia mí de brazos cruzados, y por más que lo intento no puedo evitar fijarme en lo blanca que es su piel en contraste con la falda, los ojos verdes escondidos detrás de las lentillas, el cabello amarrado en una coleta, dios, es tan hermosa. —Necesito hablar contigo, Max.

—Hola, Mónica o debería decir pequeña diosa del sexo —Kevin se acerca por detrás de ella y le da una nalgada—. Tendrás ya la respuesta de mi oferta —la sujeta por la cintura, como si Mónica hubiera visto mis intenciones de defenderla levanta la mano en una señal de que no lo haga, ella sabe hacerlo sola.

—Preferiría dormir con el profesor de química durante el resto de mi vida que pasar diez minutos contigo —le da unas palmaditas en el pecho, Alex se ríe al igual que los demás—. Además, cuando quiera experimentar mi lado bisexual lo haría con alguien más atractivo eso si te lo puedo asegurar.

— ¿Hablar conmigo? —Interrumpo a Kevin antes de que logre responder.

—Necesito a un modelo y quien mejor que tú —se encoje de hombros—. Le habría pedido el favor a Christian o a Sophie, pero como ninguno aparece decidí buscar una opción menos obvia.

—Sonaste casi adorable de no ser por el hecho de que me buscaste como no sé ¿tercera opción? —Arqueo una ceja, por supuesto que la ayudare solo quiero que lo pida de una manera menos fría—. ¿Para qué? ¿Y cómo son las fotos?

—Quizás experimente su lado Bisexual contigo, Max —responde Josh.

—Por qué mejor no te callas ¿sí? Gracias —decimos al unísono Mónica y yo.

—Necesito capturar la esencia de una persona —rueda los ojos—. Me vas a ayudar ¿sí o no?

—Pídelo como debe de ser y lo hago —me encojo de hombros, un por favor no estaría mal. Ella me mira como si pudiera sacarme el alma con los ojos, y después hace una mueca de indiferencia—. De lo contrario puedes buscar a otro, Mo... Mónica —me corrijo antes de que pueda llamarla Moni enfrente de todos, eso es solo nuestro.

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