Cap. 9: ¿Quien es él?

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Al día siguiente tanto Marinette como Adrien amanecieron de muy buen humor, se alistaron y llegaron a la escuela, algo raro de ver es que los dos habían llegado al mismo tiempo y claramente al toparse sus actitudes cambiaron, se adentraron a la escuela y cada uno visualizo a su confidente por así decirlo, en distintos extremos de la escuela y se acercaron a ellos.

Alya: Valla, chica parece que estas de muy buen humor ¿hay algo que tengas que contar?- la morena sabía que el buen humor de su amiga no se debía a que llegaba al mismo tiempo que el rubio por lo cual saco la conclusión de que algo muy bueno le había pasado- Nada en especial, así que no empieces a sacar conclusiones precipitadas- respondió de inmediato la azabache, después se dispuso a caminar hacia el salón de clases y su amiga después de hacer un puchero se dignó a seguirla.

Ya acabado el día y antes de que Adrien se fuera a su casa, Nino le hizo la misma pregunta que le hizo Alya a Marinette, y su respuesta del rubio fue casi igual al de la azabache, sabiendo que no lograría hacer que hablara el moreno se rindió y ambos chicos salieron de la escuela en dirección a sus respectivos hogares. Tanto Adrien como Mari sabían lo mismo, como podrían explicarles a sus amigos que la razón de su buen humor y de que por pequeños momentos olvidaban el problema el cual incluía a ambos se debía a la velada del día anterior, que a pesar de que sabían perfectamente que era una convivencia entre amigos no dejaba de ser agradable.

Pasaron dos meses y las visitas de Chat en la casa de Marinette o para ser más específicos en su habitación se volvieron una costumbre aunque no la visitaba del diario, aun así cada momento que pasaban juntos era muy agradable para ambos, se contaban casi todo, solamente lo esencial. Durante esos dos meses tuvieron muchas dificultades y no solo con los akumas que se habían vuelto muy constantes últimamente sino con su vida laboral, la escuela y asuntos pendientes con sus respectivas vidas, aún faltaba un mes y medio para que estuvieran de vacaciones y por lo menos descansar un poco más y quitarse un peso de encima por lo menos durante dos meses, en fin era otro día de clases y Marinette corría en dirección de la entrada de la escuela mientras acomodaba ciertos papeles en una libreta y la metía en su mochila y sin darse cuenta en la mera entrada choca con alguien.

Marinette: Lo siento mucho, no vi por donde corría- se disculpó mientras agarraba su mochila que estaba a punto de caer al suelo- No te preocupes- contesto un chico de cabello negro con azul el cual le sonrío al momento de percatarse de quien era la persona quien choco con el- Luka ¿Qué haces aquí?- pregunto sorprendida al momento de darse cuenta con quien había chocado hace unos segundos, se trataba de nada más ni nada menos del hermano mayor de Juleka, al cual conoció hace un mes, en una pijama da que armaron Rose, Alix, Alya y Marinette en casa de los Couffaine, y sin saber cómo, en una primera impresión Mari y Luka se empezaron a llevar de maravilla- Vine a traerle un cuaderno a Juleka, pero ya se me hizo tarde y no creo que me dejen pasar, crees que se lo puedas entregar por favor- decía mientras sacaba el cuaderno de su hermana y se lo daba a Marinette- Por supuesto, yo se lo daré- le sonrío y cuando se dio cuenta que solo tenía medio minuto para llegar, se despidió rápidamente de él y salió corriendo en dirección de su salón.

Al llegar y ver que todavía no había llegado la maestra, fue hasta donde se encontraba Juleka y le dio el cuaderno, Mari le explico todo a Juleka, mientras que una morena escuchaba atentamente y sin perder ningún detalle desde su lugar, y al momento de escuchar el nombre de Luka, una sonrisa pícara apareció en su rostro, en esos momentos la profesora apareció y dio comienzo a las clases y todos se fueron a sus lugares.

Alya: ¿Así que te encontraste con Luka en la entrada?- le preguntaba a la azabache lo más bajo que pudo, para que solamente ella la oyera- Sí, choque con él por andar corriendo, así que no empieces a hacerte ideas- contesto mientras intentaba poner atención- Al rato me tienes que contar todo- con eso finalizo su pequeño interrogatorio, pues un poco más la señorita Busier las iba a descubrir hablando entre ellas y seguro que las regañaría.

Un amor complicadoWhere stories live. Discover now