Un amor complicado

Cap. 12: Cita

Era sábado por la mañana la azabache se había levantado muy temprano para que le diera tiempo de arreglarse antes de ir a encontrarse con el músico de mechas azules. La noche anterior cuando estaba escogiendo el conjunto que se iba a poner, termino vaciando el armario, no sabia bien que usar hasta que dos horas después decidió salir de su zona de confort y solo por ese día cambiar un poco su look.

Se vistió con una Falda negra que le llegaba hasta las rodillas, una blusa de color azul marino de mangas largas que por su diseño descubría sus hombros, unos zapatos negros de pequeño tacón y llevaba una pequeña bolsa del tono de su blusa. Después empezó a decidirse por como peinarse, no supo cuánto tiempo se quedó viéndose ahí en el espejo que estaba en su tocador, así que solo cepillo su cabello y lo dejo suelto, su cabello de esa forma llegaba unos 5 centímetros abajo de sus hombros, y por último se puso un poco de labial de color rosa claro. Al verse al espejo no se podía reconocer, se veía distinta y claramente se sentía distinta.

No entendía muy bien por qué se arreglaba tanto si solo iba a salir con él en plan de amigos, o al menos eso quería creer, pero para nada le había disgustado la decisión que tomo. Cuando bajo sus padres empezaron a alargarla provocando que la chica se sonrojara, poco después se despidió y salió de su hogar no sin antes escuchar las advertencias de su madre y las preocupaciones de su padre. Empezó a caminar en dirección de la Torre Eiffel, que era el punto de reunión, se quedaron de ver al medio día. Aunque Luka le había dicho que pasaría a recogerla, hubo un cambio de planes de ultimo minuto, por lo cual habían decidido mejor verse en un punto especifico a una hora especifica.

Por su parte Luka ya estaba a mitad de camino, caminando con una enorme sonrisa en su rostro. Se había vestido no tan distinto como su look normal, un pantalón de mezclilla rasgado de las rodillas, una playera gris con algunos desgastes de color y el contorno del cuello y mangas una franja negra, y por ultimo una chamarra negra, su cabello lo había peinado de la misma manera de todos los días.

Luka fue el primero en llegar, reviso la hora en el celular y se dio cuenta que había llegado 10 minutos antes de la hora acordada, Marinette no estaba lejos del lugar, ella estaba consiente que el azabache sabia que había veces en las que llegaba tarde a algún lugar, mayormente la escuela, pero esa vez estaba procurando estar puntual. El chico vio llegar a la franco-china y no pudo evitar asombrarse al cambio de look de la chica, se veía totalmente distinta casi irreconocible. No pudo evitar sonreír algo embobado y que un leve sonrojo apareciera.

Marinette: Hola Luka ¿Llevas mucho tiempo esperando? - se acerco a el sonriendo de forma tímida - No mucho Mari, por cierto te vez muy bien, es la primera vez que te veo con el cabello suelto - sonrió y agarro un pequeño mechón de cabello de la joven la cual ante tales palabras y tal acto no pudo evitar sonrojarse - G-gracias - tartamudeo, lo cual era su costumbre siempre que estaba nerviosa.

Mientras tanto alguien en lo alto de la torre y sin ser descubierto estaba vigilando a los azabaches sin perder detalle, estaba completamente embobado que cuando vio la escena donde el chico toma un mechón del cabello de la franco-china y esta se sonroja se puso realmente furioso, tanto que quería bajar y alejarlo de ella, pero no podía porque tenia miedo a que lo que paso la semana pasada en su forma civil con ella se vuelva a repetir, así que solo le quedaba observar. Gracias a que su primo tuvo una emergencia la cual lo tendría ocupado hasta la noche, Adrien pudo transformarse e ir a buscar a los azabaches que sabia que ese mismo día tendrían una cita. Se fue directo a la casa de Marinette pues había logrado oír que Luka pasaría por ella, pero se llevó una gran sorpresa cuando vio que no fue así pues la chica salió de su casa sola, claramente no puedo evitar quedar embobado al momento de verla con su nuevo look, nunca la había visto con el cabello suelto, era realmente una sorpresa. La siguió hasta la Torre Eiffel, en dónde se escondió en la parte más alta de esta y no ser descubierto o reconocido.