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—¡Vete! Llévate a los niños —gruñó la joven entre lágrimas por el dolor

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—¡Vete! Llévate a los niños —gruñó la joven entre lágrimas por el dolor.

—No, me quedaré a tu lado, no te abandonaré, eres mi Lady, mi esposa, el bebé que portas es mío, no los abandonaré. —afirmo el antiguo escudero del Rey en el Norte tomando la mano de la joven entre las suyas.

Celia estaba preparando el lugar para recostar a Lyra, había dejado a los bebés en una cuna, aquella que había pertenecido a su pequeño antes de que los Siete se lo llevarán, hacía ya tantos años.

Cuando las mantas y los cojines estaban en el suelo, Lyra se dejó caer exhausta.

—Tranquila, cariño, tranquila, yo te ayudaré a traer a este bebé al mundo. —le consoló la anciana mientras colocaba una manta debajo de las piernas—. Ya lo veo, puja, cariño.
Lyra gruñó aferrándose a Jay.

Había más hombres afuera y Jay estaba dispuesto a ir a enfrentarlos solo, pero Grover lo detuvo.

—La única gracia en mi vida fue tener la dicha de ver a mi hijo nacer, los dioses se lo llevarían más tarde, pero sostenerle fue suficiente. Quédate con tu esposa, yo los contendre. —declaró el anciano tomando la manodoble.

Jay lo miró sorprendido, sin habla.

—No he sido del todo honesto con ustedes, alguna vez fui un Ser y parte de la guardia Real, hasta que conocí a Celia y renuncié a todo por amor. —contó brevemente el hombre mientras iba hacia la puerta con su la espada en alto.

—No lo dejes solo, Jay, yo estaré bien podrás sostener a nuestro bebé. —susurro Lyra con el rostro empapado en sudor.

Jay beso la mano de su esposa y tomo su daga.

—Gracias. —agradeció la anciana a Lyra—. Por no permitir que mi Grover se enfrentará solo.

—Gracias a usted, nos salvó, hubiéramos muerto, nunca me cansaré de agradecerselo. —sonrió Lyra para verse interrumpida por otra contracción.

Jay se enfrentó a los tres hombres junto con Grover. El hombre a pesar de su edad era habilidoso y enfrentó a dos él solo, Jay mató al otro después de desarmarlo y apuñarlarlo repetidas veces en el el abdomen, atravesando la cota de malla.

Cuando acabó, un llorido dentro de la casa le anunciaba una nueva vida.
Jay se apresuró a entrar y Grover se quedó consciente de que vendrían más.

Celia tenía al recién nacido entre sus brazos, con lágrimas de felicidad en el rostro la anciana le entrego a la criatura.

—Es una niña. —informo entusiasmada.

Jay sintió el pequeño ser entre sus brazos, vio la carita roja y arrugada con rastros de sangre, los cinco deditos diminutos en manos y pies, la naricita de bolita, los labios rosaditos y una mata de cabello castaño.
Le pareció la cosa más bella que había visto en su vida, le dio un beso en la frente y con apremio se dirigió a su esposa.

—Lyra, es perfecta, no le falta nada, es… normal. —afirmo Jay, emocionado. Lyra no le contesto fue cuando la miró, tenía los ojos entreabiertos y perdidos, yacía acostada en la misma posición que la última vez que la había visto—. ¡Lyra! ¡Por los Siete!

—Dame al bebé, dámelo. —le dijo Celia al ver como Jay empezaba a sostenerlo con más fuerza.
Jay sin pensar, se lo dio y fue a lado de su esposa, le tomo la mano, aún estaba caliente.

—¡Por favor, Celia! ¡Salvela! —pidió Jay llorando, abrazando el cuerpo de Lyra entre sus brazos.

—No hay nada que hacer, muchacho. Decían que su bebé sería un monstruo, que estaba maldito por los dioses. Lyra diario postrada le suplicaba al Señor de la Luz que le concedieran a su bebé una vida sin faltas ni sufrimientos por su aspecto, él cumplió. Una vida por una vida.

Requiem in pace, Lyra Payne😔

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Requiem in pace, Lyra Payne😔

𝓣𝓱𝓮 𝓵𝓪𝓼𝓽 𝓱𝓸𝓹𝓮 𝓸𝓯 𝓽𝓱𝓮 𝓢𝓽𝓪𝓻𝓴 𝓗𝓸𝓾𝓼𝓮 || 𝓕𝓪𝓷𝓯𝓲𝓬 𝓖𝓞𝓣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora