Explicaciones.

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- Hola, Dean.

Había intentado tantas veces volver a escuchar esa voz recurriendo a todos los recuerdos que atesoraba en su mente. Nunca sonaba igual. Pero ahora estaba allí, al otro lado de su teléfono. Tranquila y profunda como era.

Sam le miró extrañado, comenzando a preocuparse pensando que era una mala noticia. Pero Dean simplemente no sabía que decir. Llorar o reír.

Se dirigieron al lugar que Castiel indicó. Sam pensó que podría ser una trampa, y su hermano estaba de acuerdo, pero no le importaba. Se acercó lentamente, ya visualizando la gabardina frente a la cabina telefónica.

Por fin volvía a ver el azul de sus ojos, finalmente tendría la oportunidad. Le abrazó como si la vida se le fuera en ello. Intentando atraparlo en sus brazos para siempre, para jamás volver a perderlo.

Jack no podía entender como había pasado eso. Le explicaron que muy posiblemente fuese el causante, y lo comprendió mucho menos. Él no había hecho más que desear esto, rogar por ello. Se hundió en los brazos de su padre como el niño pequeño que era, esperando sentir esa calidez que percibió una vez y obteniéndola.

Puede que Jack no se viera como el bebé que Kelly y Cas imaginaron criar, pero el ángel podía sentir su inocencia a kilómetros. Y también era capaz de sentir su soledad, la soledad de haber sido abandonado por su padre.

- Siento mucho haberte dejado solo. – Lamentó.

El nephilim negó, sin darle importancia a eso. Lo realmente importante ahora era que su padre estuviese allí, con él. Todo mejoraría de aquí en adelante. Estaría a salvo y llevaría una buena vida, porque estaba con él.

Y entonces recordó sus nuevas habilidades, mostrándole todo lo aprendido a su padre. Quería que se sintiera orgulloso. Quería que no pensara que era un niño malo como Dean. Quería que viera lo que fuese que Sam vio en él.

A la hora de dormir, Cas se encargó de arroparlo como Jack imagino tantas veces. El rubio no dormía demasiado por su condición de ángel pero, aun así, cayó rendido entre los brazos de su padre en un profundo sueño. El mayor, luego de un rato, lo acomodó en su cama, asegurándose de que estuviese todo en su lugar. Apagó la luz, y se quedó solo un minuto más observándole desde el portal.

Ojala Kelly, desde su cielo, pudiese ver lo maravilloso que su hijo era.

Estaba a punto de dirigirse a su cuarto cuando topó con Dean de frente.

- Lo siento, Dean. Pensé que ya... -

El cazador le calló con un beso. Sin explicaciones ni declaraciones. Ambos sabían de qué se trataba esto, de lo que sentían. Habían pasado tanto tiempo negándolo que los años pasaron, pero el sentimiento persistió, y las explicaciones se volvieron innecesarias. 

Want you back.Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum