Gracias.

1.9K 255 26
                                    

Era un caso simple, un día más para los Winchester. Descubrir las catacumbas bajo aquella enorme mansión fue asombroso, aunque el olor allí abajo no era a flores exactamente.

Dean iba al frente, seguido por Sam, con linternas. Cas, un poco más atrás, era otra luz en la oscuridad del lugar, sosteniendo la mano de Jack. El lugar parecía ampliarse entre más profundo entraban, y lo que estaban buscando no era visible.

- Hey, Dean. – Llamó el menor de los hermanos. – Pásame un mechero, hay antorchas aquí.

En pocos minutos, una sala octagonal estaba perfectamente iluminada para ellos, rebelando un camino diferente en cada lado de la figura. Cas y Jack se quedaron revisando los objetos en la mesa circular de la sala, parecían herramientas para algún tipo de ritual.

Dean y Sam siguieron su camino a una sala más pequeña, donde estaba lo que buscaban. En cuanto el cazador tomó el collar con aquella extraña piedra tapizada en símbolos, todo comenzó a vibrar.

Uno a uno los lados del octágono se cerraron, Cas sujeto al nephilim e intento llegar hasta los cazadores.

- ¡DEAN!

- ¡CAS! – Gritó Dean antes de verlo desaparecer tras el cemento.

Los seres celestiales retrocediendo, buscando otra salida. Mientras los cazadores hacían los mismos, percatándose que las habitaciones a las que conectaba el octágono estaban conectadas, y podían rodearlo completamente hasta llegar al pasillo que los llevaba a la salida de las catacumbas. Intentaron devolver la alhaja a su lugar, pero eso no funciono.

- ¿Cas? – Llamó Jack, Cas siguió su mirada hacia el techo. - ¿Qué es eso?

Los símbolos en el techo comenzaban a iluminarse, siendo reconocibles para el morocho.

- ¡Tenemos que salir de aquí, es una trampa para ángeles!

Ambos se coordinaron para usar todas sus fuerzas en una de las puertas, rogando tirarla. Logrando apenas agrietarla. De pronto, Castiel retrocedió. Jack también podía sentir esa presión ahogándolo, pero él era más resistente.

El ángel cayó de rodillas, paralizado por el zumbido en sus oídos que se hacía más y más fuerte, a la vez que le costaba respirar con normalidad. Gritó en agonía, liberando su gracia y retumbando su verdadera voz por todo el lugar. Jack empezó a atacar desesperadamente el símbolo, romperlo era su única alternativa.

La sangre brotaba de los oídos y la boca del ángel, mientras aullaba de dolor. El nephilim dejó de lado el símbolo, viéndolo agrietarse pero no detenerse. Intento algo diferente, proteger a su padre. Abrazándolo contra él, creó una protección sobre ambos, evitando el poder del símbolo un poco.

Dean podía escuchar al ángel, la posibilidad perderlo de nuevo lo llenaba de angustia y la impotencia no le dejaba pensar. Pero Sam si lo hizo, arrebatándole el collar y destruyéndolo bajo sus zapatos.

El sufrimiento de Castiel se detuvo por completo, y las puertas se abrieron poco a poco. Jack curó cada lesión en su padre y para cuando Dean se arrodillo a abrazarlo, su ángel estaba completamente sano.

- Gracias. – Dijo el cazador al joven. – Muchas gracias. 

Want you back.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora