¡Quiero a ese niño, mamá! [TaeKook]

04

— Oh, qué buena idea.

— ¿¡Qué!?

Después de haber cenado "tranquilamente", y sí, entre comillas, puesto que TaeHyung en toda la cena se llevó haciendo pucheros al ver como Jungkook y su "primito" se estaban llevando demasiado bien.

La señora Kim anunció a los chicos que Jin se quedaría toda una semana en aquella casa mientras que conseguía un departamento, pues se metería al mismo colegio de TaeHyung y Jungkook.

Pero mientras que Jungkook estaba de acuerdo, la reacción de TaeHyung no fue la mejor que digamos. Jungkook se quedaría exactamente una semana en la casa de Taehyung, pues Nayeon viajaría unos días por cuestiones de trabajo.

— TaeHyung, no seas irrespetuoso.— Le pidió casi en súplica su madre.

— Ah, ¡ya qué! Felicidades, primito.— Respondió cruzándose de brazos. Jihyo ya estaba perdiendo la paciencia, avergonzada.

— Tae— Jungkook tomo la mano de su mejor amigo por debajo de la mesa y entrelazó sus dedos, causando una tranquilidad indescriptible en el pelirrojo. Éste suspiró y asintió con la cabeza.

— Está bien. Yo la verdad ya no tengo hambre.— Soltó la mano de Jungkook y se paró dirigiéndose a su recámara. TaeHyung desde pequeño había sido así con su primo, parecía que nunca le agradó.

Y es que en cierta parte SeokJin nunca fue tan agradable con TaeHyung.

— Mmh, iré con él.. ya saben, es un poco.. ¿Enojón?— Dijo Jungkook, tratando de romper el silencio incómodo que se estaba formando.

— Oh no, ¡tú no te vas, Jeon Jungkook!

Y luego recordó que aún faltaba el interrogatorio de parte de ambas madres.

— Jungkook.— Ahora habló comprensible Jihyo, quien se encontraba con un semblante serio. Mientras que Jin, sólo miraba la escena con atención e incomodidad.

— ¿S-sí?— Apenas y pudo formular algo, los nervios lo estaban comiendo y es que ya sabía lo que venía a continuación.

— ¿Tú y TaeHyung son novios?

— O-oh, pues ¡TaeHyung! ¿Saben qué? Iré a verlo, tal vez y le dé dolor de cabeza por estar enojado... y-ya saben.— Habló nervioso, cada vez dando un paso más hacia atrás.

— Jungkook...— Dijo impaciente Nayeon.

— Y pues... está muy bueno el clima, ¿no creen?— Otros pasos hacia atrás.

— Jeon.

— Como que va a llo... ¡Ah!— No pudo formular la palabra correctamente pues un tropiezo hizo que se fuera hacia atrás, pero antes de sentir el suelo duro pegar contra su espalda, sintió unos brazos que lo agarraron fuertemente de su cintura.

— ¿Estás bien?— Preguntó TaeHyung, una expresión de preocupación en su rostro, aún con sus manos en la cintura del castaño.

— ¡S-sí!— Todos en aquel comedor se soltaron a carcajadas y Jungkook sintió sus mejillas arder furiosamente.

— Mamá, en serio ya no lo avergüencen más, si nosotros tenemos algo los primeros en saberlo serán ustedes... Ahora, con su permiso, me llevo a este príncipe.— TaeHyung tomó a Jungkook entre sus brazos y lo cargo como si fuera un bebé. Las madres de ambos estaban muriendo de ternura.

— ¡Cuida a ese príncipe por mi, TaeHyung!— Pidió Nayeon.

— ¡Lo haré!— Jungkook no podía estar más rojo.

Al llegar a la recámara, TaeHyung dejó que los pies del castaño tocaran el suelo y cerró la puerta.

— Kookie— el nombrado tomó una de las cobijas y se cubrió totalmente, buscando que TaeHyung no se diera cuenta de su sonrojo. El mayor rió con ternura, abrazando a Jungkook por sobre la cobija.

— Eres un bebé, ¿Lo sabías? Un bebé tierno y hermoso.

— ¡Yah!— Reprochó desde abajo de aquella cobija.

— Me encantas.— Destapó a su menor y se sorprendió al ver a éste con sus labios entre sus dientes y un rojo carmesí adornando sus mejillas.— Precioso.

Dicho esto, depositó un besito en la mejilla del castañito y hundió su rostro en el cuello de aquel, totalmente encantado.

¿Qué tal todo con ustedes?