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Jungkook se estaba cambiando, tratando de ponerse lo más precioso posible. Se terminó por rociar un dulce y delicioso perfume, mirándose al espejo una vez más.

Llevaba un pantalón blanco el cuál resaltaba sus hermosas y musculosas piernas, una camisa blanca abajo y un suéter color rosa pastel en conjunto con su suave cabello color cereza. En su bello rostro llevaba un pequeño delineado y en sus labios llevaba un suave labial con sabor y olor a fresa que adornaban a sus preciosos labios. No necesitó rubor puesto que sus mejillas ya eran sonrosadas.

— Listo.— Tomó su bolsillo y salió del cuarto, bajando las escaleras para sentarse en el sofá.

— Te miras precioso, conejito.

— Gracias, mamá..— Las mejillas de Jungkook ahora estaban en un precioso rojo.

— ¿Y Tae?

— Vendrá en cinco minutos.

— ¿A dónde irán?

— A-al cine, mamá.

— Muy bien. Recuerda- — Nayeon fue interrumpida por el sonido del timbre, Jungkook se sobresaltó, poniéndose nervioso de repente pues sabía quién era el que había tocado.— Hablando de mi nuerito.

— ¡M-mamá!— Reclamó tapándose la cara con sus pequeñas manitas.

— ¡Ay, perdón!— La madre se dirigió a abrir la puerta, encontrándose con un chico unos centímetros más alto, sonriendo inmediatamente e invitándolo a pasar.

Jungkook escuchó aquella voz gruesa y profunda y ya sentía que se derretía.

— Buenas tardes, señora Nayeon.

— Hola, cariño. Kook está en la sala, iré a traerte un vaso de jugo.

— Muchas gracias.— TaeHyung sonrió y fue en camino al sofá, encontrándose con su precioso chico en aquellas ropas de colores pasteles y suaves. Jungkook estaba jugando con sus deditos.— Mi amor. — Jungkook levantó la mirada, sonriendo tímidamente.

— TaeTae.. Te ves tan bien— Se levantó y TaeHyung lo tomó de la cintura para pegar sus labios en un beso tranquilo y que duró sólo unos pocos segundos por la interrupción de la mayor.

— Aquí está, Tae.— Le entregó el vaso, sentándose los tres el la sala un momento.— Muy bien, chicos, recuerden no tardar mucho, si se quedarán a dormir juntos me tienen que avisar. Cuídense, los quiero.— La madre les removió suavemente el cabello a ambos. Éstos sólo asintieron y se levantaron de su asiento.

Al salir de casa, se encontraron con el carro gris de TaeHyung, el mayor le abrió la puerta a su novio para rodear el auto y meterse en él. Cuando estuvieron adentro TaeHyung miró a su novio, sonriendo. Era simplemente precioso.

— Eres tan perfecto.— Jungkook lo miró con aquellos grandes y brillosos ojos de Bambi que lograron atrapar su corazón, mientras sonreía tímidamente.

TaeHyung llevó una de sus grandes manos a la mejilla de Jungkook, acercándolo para juntar sus labios en un beso más hambriento, aprovechando la soledad para durar más y enredar sus dedos en las hebras contrarias.

— T-tae..— Jungkook jadeó cuando la otra mano de TaeHyung bajó hacia sus caderas, acercándolos a ambos. El último nombrado sonrió en medio del beso, dejando a lo último un beso pequeño para separarse y acomodarse, después puso el auto en marcha. Jungkook miró el perfil de su pareja. Sin duda TaeHyung era demasiado atractivo, tenía la mejor suerte del mundo en tener a alguien como él.

El auto paró cuando llegaron a su destino; el cine.

TaeHyung repitió la misma acción del principio, salir para rodear el carro y abrir la puerta de Jungkook. Puso el seguro y ambos entraron al centro comercial. La larga mano de TaeHyung tomó la contraria, entrelazando sus dedos.

Y así sería, sin vergüenza de lo que los demás dijeran o pensaran, sin duda les valía un comino la opinión de los demás, sólo eran ellos dos, una hermosa pareja.

Después de pedir las entradas y de comprar palomitas y más golosinas, ambos riendo entrando a la sala mientras tenían una entretenida conversación, TaeHyung precisamente eligió una película de terror y se pusieron en los asientos de hasta atrás, donde increíblemente no había nadie. Y así era mejor.

TaeHyung era muy inteligente.

Al sentarse ambos se tomaron de nuevo de las manos, aprovechando que aún no empezaba la película para darse unos besos más. Jungkook estaba tan entretenido en los besos del mayor que una mano en su trasero lo tomó desprevenido y se separó.

— ¡T-tae!— TaeHyung rió y se separó, dejando un beso en la mejilla del menor.

— Te amo, mi niño.

— Yo más, Hyung.— Jungkook sonrió, aparentando levemente la mano de TaeHyung cuando la película comenzó, prestando atención a esta.

No, después de veinte minutos después lo único que hicieron fue darse cariños, besarse y cautivarse con palabras dulces. No prestaron atención a la película, después de todo sabrían que así acabaría.

Cuando salieron de la sala tomaron unos momentos más para dar un pequeño recorrido a la plaza, tomados de la mano y sonriendo.

Un helado en sus manos. Como cuando pequeños, un helado de chocolate y otro de queso crema con zarzamora. A pesar de los años, seguían adorando estos sabores.

— Me la pasé muy bien, Tae.

— Yo también, bebé.— Los ojos de ambos parecían alumbrarse cuando veían al contrario, todo era tan perfecto.

Al estar en el carro tomaron otro momento para platicar de cosas realmente interesantes para ambos. Decidiendo que irían a dormir a casa de TaeHyung ya que su madre y padre no se encontrarían en ésta. Después de avisarle Nayeon pusieron en marcha el auto camino a casa.

Jungkook iba mirando el paisaje por sobre la ventana, encantado y feliz. El pecho de ambos estaba invadido en amor y alegría. Volteó a mirar al mayor cuando sintió una larga mano pasar por su muslo izquierdo, subiendo y bajando cálidamente. Se paró en rojo y ambos se miraron sonriendo. TaeHyung ocupó por un momento su mano derecha y la volvió a dejar caer en la pierna del menor. Así fue todo el camino, en un silencio demasiado relajante y bueno.

Al llegar a casa ambos bajaron del carro y pusieron el seguro, al estar en la puerta, TaeHyung tomó de la cintura a Jungkook, juntando sus belfos en un beso rápido, el mayor abrió ágilmente la puerta detrás de Jungkook, los dos pasando y casi tropezando al tener sus labios juntos. TaeHyung cerró la puerta y volvió a tomar la cintura de Jungkook, moviendo sus labios increíblemente bien, cayendo en el sofá y riendo.

— Fue de los mejores días de mi vida.

— Te amo.

— Yo aún más, mi amor. Como no te imaginas.



Ay, qué lindo es el amor

Bueno, tengan este capítulo como agradecimiento de todo el apoyo que le están dando a la historia. Espero se encuentren muy bien, muchas gracias por todo, sigan votando y comentando, eso me ayuda a seguir adelante con la historia porque sé que les gusta.

Las amo mucho, tengan una bonita noche. ♡

¡Quiero a ese niño, mamá! [TaeKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora