T2 | C6 | Parte1

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El Espía

Steve y Katherine miraron a Dustin espantados. Steve suspiró nervioso virando nuevamente su vista hacia el camino.

— Y... ¿Y qué tamaño dices que tiene? —preguntó Kath estirando su cuello desde el asiento trasero.

— Primero era así. Ahora es así —demostró con sus manos.

— ¿Estás seguro de que no es un lagarto pequeño?

— No lo es —afirmó con los ojos fijos en Steve.

— ¿Y cómo lo sabes?

Steve y Dustin empezaron a discutir. Katherine se había quedado quieta mirando a la nada, pensando en el monstruo que vieron en casa de Nancy el año anterior, quería abrir la puerta y saltar del coche sin importarle que estuviera andando.

— Abrió la cabeza y se comió a mi gata —dijo levantando la voz y moviendo sus manos para todos lados. Steve se quedó en silencio, mientras que de la boca de Katherine salió un grito ahogado.

Quizás debería haberlo pensado antes de ayudar a Dustin con su misión NADA inofensiva, tampoco podía dejar de pensar en Lucas y su paradero. Steve le lanzó una mirada por el espejo retrovisor, ella contestó con una mueca por el mismo, pero qué más podían hacer, ya estaban ahí y no iban a dejar solo a Dustin.

Cuando llegaron a casa de Dustin, ya había oscurecido, él repartió linternas mientras Steve sacaba de su baúl el famoso bate con clavos. Dustin los condujo a la parte trasera de su casa; donde estaba el sótano, lugar en el que había encerrado al bicho del que les habló.

— No oigo nada.

— Está ahí.

Steve golpeó la puerta de madera con el bate, del otro lado, no se escuchó nada. Los miró e iluminó a Katherine con la linterna.

— Ok... ¿Esto es una venganza? —le preguntó con mala cara— ¿Qué quieres? ¿Qué te pida perdón? ¿Qué logras tú con esto? —iluminó a Dustin, que cerró sus ojos con molestia por la luz alta— Los mataré. A ambos.

— Si sientes que tienes que disculparte, ¿por qué no lo haces, Steve, eh? ¿Piensas que armaría un plan con este niño para 'arreglar' lo que sea contigo? ¿Quién te crees?

— No es un chiste, pero está claro que tienen algo que resolver —musitó Dustin entre muecas. Steve soltó aire, dejando de mirar mal a Katherine para volver a Dustin—. ¡Quítame eso de la cara! No es una broma.

— ¿Tienes las llaves? —se las lanzó.

Katherine se protegió con sus manos al abrir las puertas, por suerte, nada los atacó. Seguía silencioso, y muy oscuro, solo llegaban a ver los primeros escalones. Los tres temblaban por la incertidumbre, se acercaron un poco más, iluminando directo al sótano con las linternas.

— Debe estar más abajo —comentó Dustin.

Katherine y Steve voltearon a verlo aterrados... No esperaban que bajen, ¿o sí?

— Yo me quedaré aquí por si intenta escapar.

— Sí, yo... yo igual, alguien tiene que cuidar de Dustin —titubeó Katherine tomándolo del brazo.

Steve sabía lo que eso significaba, lo meditó por unos buenos minutos, y asintió poniéndose el bate al hombro, preparado para golpear, en la otra mano llevaba la linterna. Katherine tuvo que reconocer que Steve fue muy valiente al bajar, ella nunca lo hubiera hecho, y tampoco lo habría obligado a él si se negaba. Dustin la miró sonriendo de costado, y como si le hubiera leído la mente, comentó:

𝐋𝐀𝐁𝐈𝐎𝐒 𝐑𝐎𝐉𝐎𝐒; Steve Harrington ❥︎ Stranger ThingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora