T3 | C6

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E pluribus unum:

— El portal —murmuraron Dustin, Steve y Kate al unísono.

— No entiendo, ¿lo habían visto antes?

— No exactamente.

— Pero podemos decir que es malo.

— Muy malo —aclaró Katherine, bajando las escaleras. 

— El fin de la humanidad como la conocemos.

— ¿Y cómo saben de eso?

— ¿Steve? ¿Dónde está tu amigo ruso? —preguntó Erica. 

El hombre al que Steve había noqueado ya no estaba en el suelo, y en ese mismo instante, las alarmas se encendieron. Los cinco miraron directo a la puerta. Sabían que ellos estaban ahí. 

Corrieron. Corrieron porque de eso dependía sus vidas. Empujaron guardias e intentaron dificultarles el camino tirando cosas a su paso, hasta que se encerraron en una habitación. Steve sostenía la puerta con su cuerpo, mientras los demás se encargaban de abrir una de las rejillas de la ventilación.

— ¡Robin! —llamó Steve. Necesitaba ayuda con la puerta, los rusos empujaban del otro lado, y eran más. Érica abrió la rejilla.

— ¡Vengan, vámonos! —gritó Kate, mirando a Steve.

— ¡Vayan ustedes! 

Katherine negó.

— ¡Steve! 

— Clifford, ve con Dustin y Erica. Consigan ayuda. ¡Váyanse!

— ¡No los olvidaremos! —le contestó Dustin, empujando a Katherine y cerrando la reja detrás. 

Escucharon ruidos, los rusos habían entrado y tenían a Robin y a Steve. 

Dustin, Érica y Katherine se movían por los túneles de la ventilación. Kate no dejaba de sollozar y sorber su nariz, pensando el peor destino para Steve y Robin. Dustin y Érica se las ingeniaban para detener un ventilador que les estaba obstruyendo el camino, Kate no estaba ayudando, para nada. Antes de seguir, Dustin contaba a Érica todas sus ''aventuras''.

—...y por alguna locura, los rusos quieren reabrirlo. Si lo logran, arriesgamos la vida para nada.

— ¿Arriesgamos incluye a Lucas?

— Si, claro.

— En todo eso que me contaste, ¿estaba Lucas?

— Si.

— ¿Mi hermano, Lucas Charles Sinclair?

— Si.

— No te creo.

— Espera, ¿crees todo sobre El, el portal, el desuellamentes, pero no crees que tu hermano haya participado?

— Correcto. Katherine, podrías dejar de llorar y venir a ayudarnos.

— No necesito ayuda —intervino Dustin.

— Si no hayamos un modo más rápido de parar los ventiladores, no conseguiremos ayuda y los marineros estarán realmente jodidos.

— Si, con esa actitud, si. ¡Cielos!

— Solo soy realista. Hicimos unos 500 metros en nueve horas. Luego caminamos 3 horas por el túnel así que calculo 16 kilómetros hasta el ascensor, lo que nos llevaría aproximadamente 12 días y medio.

— ¿Hiciste ese cálculo en el aire?

— Soy buena en números. Y tardaremos más si nos ahogamos con las lágrimas de la rojita.

𝐋𝐀𝐁𝐈𝐎𝐒 𝐑𝐎𝐉𝐎𝐒; Steve Harrington ❥︎ Stranger ThingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora