Capitulo 33

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Quiero que esta estúpida sensación desaparezca. Él solo sigue ahí esperando una explicación que no le puedo dar. Conforme el tiempo pasa, mi deseo aumenta, quiero que Jasper me abrace, sin embargo por lo que vio hace unos momentos, lo último que querrá será; abrirme sus brazos.

—Ya que no quieres hablar, no tengo otro remedio más que éste— Se levantó de donde estaba sentado, creí que se marcharía... pero, empezó a quitarse la ropa. Se quedó en ropa interior y se sentó en la misma silla— Supongo que te inyectaron afrodisíaco y que por eso estás así, ¿Es eso?— Asentí casi sin pensar, eso me hizo recordar la mordida del padre de Jasper y de como de pronto las cosas se descontrolaron.

Él solo estaba ahí, viéndome... de pronto me hizo una seña, pidiendo que me acercara a él. Me levanté de mi cama y me acerqué a donde se encontraba. Estaba de pie frente a él, mentiría si dijera que estaba tranquila porque dedujo lo que realmente había pasado con el vampiro, solo asumió que alguien me había inyectado afrodisíaco. El temblor de mi cuerpo era causado no solo por la excitación, también por los nervios de no saber qué es lo que piensa.

Temblaba y me era difícil estar de pie, era incómodo. No pude sostenerme más y me hinqué. Con su mano, levantó mi rostro hasta que nuestras miradas se cruzaron.

—¿Por qué hueles a virgen?— Solo negué y el soltó una pequeña risita. Creo que era la primera vez que veía esa expresión viniendo de él— Tu aroma es incluso más concentrado que antes. Fue por eso que nos enloqueciste. Aun ahora, estoy intentando no caer en tu hechizo... pero como puedes notar, no está sirviendo de nada— Estando a esa altura, podía ver claramente la erección que tenía bajo su bóxer.

Bajo otras circunstancias, me habría apenado por solo verlo. Regresé mi mirada a arriba, esperando a que Jasper entendiera que necesitaba de él.

—No lo haré, no nos dejare llevar solo porque estás drogada— Al oír eso me sentí mal. Si no quería estar conmigo, estaba bien... se lo molesto que es que te presionen por algo así— Tú expresión me lo dice todo, pero es mejor así. El efecto pasa en unas horas. Una vez pase, tendré que irme, tengo unas cuantas cosas que no he terminado— Se irá... otra vez. Entre todo el disparate que había en mi mente recordé las palabras de la madre de Violet: Una mujer haría que se quedara

Con eso en mente, decidí actuar, no importa si piensa que es la droga. Jasper tiene que alejarse del infierno.

Me levanté de donde me encontraba y me despojé de las pocas prendas que cubrían mi cuerpo.

—¿Qué haces?— Me veía entre sorprendido y entusiasmado. A fin de cuentas estaba bajo el efecto de mi aroma— Ya te dije que no

Me concentre lo más que pude e intente articular unas cuantas oraciones

—Tengo... Ahh... ca...lor— Era demasiado penoso hablar así pero no tenía alternativa. Acerque mis manos a sus hombros con la intención de recargarme en él y después sentarme en sus piernas, pero con su cola envolvió mi cintura para evitarlo.

—No. Es mi última palabra

—Solo... Ahh... quie...ro a-abrazar...te... para... Ahh... ir... a-a... dor...mir— Me vio con algo de duda, mis intenciones eran evidentes. Apartó su cola. Ya estaba implícito, me dejaría hacer lo que quisiera.

Me acerqué y lo abracé. Posicione mis piernas una a cada lado y me senté sobre él. Jasper correspondió mi abrazo, bajé mi boca hasta su cuello y comencé a succionar hasta dejarle chupetones.

Creí que todo estaba bien hasta que me mordió y comenzó a succionar el afrodisíaco, el efecto desapareció en cuestión de minutos.

—Ya que estás mejor, me voy— Dijo para en seguida levantarse de la silla dispuesto a irse

—No me vuelvas a dejar, no así— Le supliqué al borde de las lágrimas... No quiero que se vaya de mi lado.

Pesadilla [COMPLETA] [+18]Where stories live. Discover now