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Allegra

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Allegra.

Luego de viajar a Milán, fuimos directamente al lugar donde sería el desfile con mi hermano y Federico. Todos los demás fueron a un hotel a hacer tiempo. Hace mucho que no desfilo en pasarela. Este desfile de Dolce & Gabbana es bastante particular, no solo por la colección que se presenta sino porque las personas que van a desfilar no son todas profesionales, como mi hermano y Paulo, que son jugadores de fútbol. El desfile apunta a juntar personalidades jóvenes influyentes en la vida de otros jóvenes. Hay deportistas y modelos, hay cantantes, personas que trabajan con las redes sociales, etc.
En los camarines me encuentro con muchos amigos, que conocí en las redes y en el tiempo que viví en Los Angeles cuando estudiaba teatro.
Cuando llegue al lugar donde me correspondía arreglarme, me saco mi ropa y me pongo la bata que te dejan para estar cómodo mientras te arreglan. En ese transcurso perdí a mi hermano de vista. Me acomodó en mi asiento y llegan los estilistas para comenzar a trabajar. Mientras me están arreglando veo pasar a mi hermano unas cuantas veces, charlando con amigos y boludeando, obvio. Al rato siento que arrastran una silla al lado mío y cuando me giro, Paulo.
— ¿Que paso compa?¿Ya te pulieron todo?— le digo y se ríe.
— Si, conmigo ya terminaron. Tardaron menos que con vos. — me jode y le saco la lengua. — Tengo un hambre boluda, me puedo comer una vaca.
— Hay catering por ahí chiqui— le señalo y se da vuelta desesperado. Me mira haciendo carita de nene que se va a mandar un cagada y se va súper rápido. Cuando lo veo volver viene con un plato súper cargado de comida y se sienta al lado mío cual niño al lado de su madre, a comer.
— Ya perdí la cuenta de toda la gente que saludé.— me dice— A algunos ni los conocía pero los saludé igual.
Seguimos charlando de cosas triviales hasta que vuelve a aparecer mi hermano con un montón de YouTubers con cámaras. Entre esos al único que conozco es a Juan Pablo, que se acerca a saludarme y me empieza a contar cosas sin parar. A medida que iba pasando el tiempo, los iban llamando para cambiarse. A Paulo le pusieron un traje hecho a medida. Estaba hermoso. Cuando me llaman para que me cambie, me dirijo a una habitación y me encuentro con Domenico Dolce, que estaba ayudando a los vestuaristas a tratar con los modelos. Mientras me ayudan con el vestido empezamos a charlar sobre modelaje, hasta que aparece Paulo que le trajo la camiseta de la selección y nos hacen posar en varias fotos grupales antes de salir.

Allegra; tucu correaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora