Allegra; tucu correa

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Diciembre, 29.
06.00 a.m

— ¿Donde vas? — cuestionó Joaquín a su novia, cuando sintió que le agarró el brazo y lo sacó de su cintura para levantarse de la cama. La voz le salió muy ronca e entendible, la chica ni se inmutó porque al estar tan dormida no registraba nada de lo que pasaba a su alrededor. — EU, gorda.

— Dormí, es temprano. — le dijo ella sin contestar la pregunta y él se quejó en voz alta.

— Estaba cómodo... — intento volver a acomodarse en la cama pero no era lo mismo sin el cuerpo de la castaña pegado al de él, tomo la almohada que había quedado libre y la abrazó para reemplazarla, inhalo el perfume que tenía impregnado y dormitó hasta que la escucho salir del baño. — No te vayas.

— Mira nene, que vos estes de vacaciones, no quiere decir que los demás no laburemos. — él la miro fijo mientras se vestía pensando en que no podía ser tan linda recién levantada. — ¿Me queda bien este pantalón? — le dice y se da vuelta para que el le vea el culo, básicamente. Ella estiró un poco su cuerpo para girarse un poco y verse ella misma. — No sabes lo que me apreta, no entiendo porqué. Antes me quedaba re bien.

— Capaz se te achicó con el lavarropas. — le sugirió el levantándose de la cama para ir hacia ella. — Para mi te queda bien, te hace buen culo. Bah, tenes buen culo igual.

— Bueno...gracias creo. — le dice ella y se acerca a darle un pico mientras se sienta frente al tocador para peinarse y ponerse crema, ve por el espejo como el entra en el baño y no cierra la puerta.

— ¿Posta trabajas hoy? — le grita desde el baño

— No, me levanté a las seis de la madruga después de haber estado despierta hasta las tres cogiendo con vos porque me gusta dormir poco.

— Bue, tan descansera ibas a ser. — le contesta y escucha como tira la cadena, segundos después escucha el ruido del agua y espera que se esté lavando las manos.

— Es viernes hoy, compa. Más vale que trabajo.

— Pero...

— No soy futbolista yo, trabajo el periodo que trabaja la gente normal. — se burla

— Bueno anda a trabajar que yo me voy a quedar acá durmiendo... — el se acuesta en la cama y vuelve a acomodarse abrazando la almohada. — Besame antes de irte.

— Pensé que me ibas a hacer el desayuno... — lo jode sabiendo que él nunca se levantaría antes de las diez un día en el que no tiene que entrenar, el solo le contesta un "ajá"y cierra los ojos. Ella lo mira y se sube a la cama para saludarlo. — A ver, dame un beso.

Él se gira en la cama y se acomoda boca arriba para que ella lo pueda besar, sin decir nada ella se sienta en su estómago y se inclina para besarlo, el sin perder el tiempo la envuelve con sus brazos.

—...No, soltame... — le dice entre beso y beso, se mueve bruscamente para librarse de los brazos del morocho pero es inútil. — Voy a llegar tarde, soltame.

— Quedate conmigo...tenemos que...festejar que volvimos. — le dice entre besos secos y ella ríe. — Porfa

— No, dale...no te alcanzó con el festejo de anoche, de ayer a la tarde... — empezó a enumerar los supuestos "festejos" de reconciliación que había bautizado el jugador y el se rió.

— No, no me alcanzaron así que quedate. Escribile al productor y decile que estas enferma, no se. — le propone buscando el botón del jean de su novia para desabrocharlo, ella le pega en la mano riendo.

— Basta, soltame que me voy. — el se queja porque no se esperaba el golpecito que le dio y se asustó cuando ella le apretó los cachetes. — Te escribo y me pasas a buscar, ¿si? — le movió la cara con su mano para simular un asentimiento — Gracias, mi amor, te amo. — se agacha para besarle la boca, que sobresalía por la presión que ejercía sobre sus mejillas. — Te amo, ¿vos me amas? —vuelve a moverle la cabeza y se ríe. — Chau.