El amor.

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El rumor de la fiesta que daría Armin por año nuevo corrió como reguero de pólvora.

Suspiro aliviado que sus padres no estuvieran en casa para ser testigos de la cantidad de gente que estaba llegando, con suerte, conocía a 10 personas.

- ¡Buena fiesta enano!¡Ven a casa cuando quieras! - le decía animadamente un chico de pelo rapado con el que nunca había hablado.

- De repente todos son tus amigos - rió Eren.

- ¡Que va!¿De dónde salió tanta gente?

- Creo que Reiner se enteró y empezó a contar a sus conocidos, que son un montón.

Armin lo terminó aceptando y se relajó. Tal vez Eren, Mikasa y Jean lo ayudarían a limpiar todo. Miró a su alrededor y vio que el raro primo de su amiga ya estaba encargándose de la limpieza, insultando a todo aquel que arrojaba bebida al piso. En toda la noche, nadie se atrevió a dejar caer un pedacito de papel.

Bueno, resuelto ese problema...tal vez si se hacía tarde, Eren se quedaría a dormir...

- Oye - el castaño interrumpió sus pensamientos - ¿Bailas?

- Claro - la petición lo tomo por sorpresa y, tímido, agarro la mano que Eren le ofrecía.

A medida que bailaban, el calor ascendía y la cantidad de alcohol que consumían se incrementaba.

- Te ves muy bien hoy - se envalentonó el rubio y apoyo su mano en la cintura de Eren - Tu cabello se ve particularmente esponjoso ¿Puedo? - hizo un ademán de tocar su cabeza.

Eren se inclinó un poco para facilitar el acceso. Disfruto del contacto de Armin desde el primer segundo, jamás había experimentado ese tipo de placer, tan espontáneo y genuino.

- Me gusta como me tocas Armin.

- Eeeeehhhhhh - el pequeño rubio se puso de todos los colores.

- ¡Chicos! - un ebrio Jean apareció de la nada - ¿Han visto a Mikasa?

- Aahm no - dijeron al unísono - ¿Por qué?

- ¡Ay que putos son! - se escandalizó al darse cuenta de la situación - Quiero decirle que la amo.

- ¡¿QUEEEEEE?!

- Si, la amo y se lo diré ahora...antes que se me pase la borrachera - y se alejó buscando a la morena.

- No lo puedo creer - Armin reía.

- Me gustaría que algún día alguien tenga ese entusiasmo conmigo - dijo Eren, dramatizando un poco - Aunque necesite alcohol.

- Pues...yo no lo necesito...

- ¿Y?

Y lo beso. Por fin sus bocas se deleitaron con el sabor de la del otro. No supieron cuanto duró.

- Creo que hay que respirar - susurró Eren contra su boca.

- Perdón. Me entusiasmé.

Se abrazaron y bailaron un rato más sin decirse nada.

- Oye ¿Quieres subir? - propuso Armin.

- Estás muy atrevido hoy...por supuesto que quiero subir.

- Vamos a ver en que andan los otros dos...

No les tomo mucho tiempo encontrar a Jean y a Mikasa. Ésta ya había rechazado varias veces seguidas al pobre chico.

- ¡Que caballo de mierda! - escucharon que Reiner se burlaba.

- Eren, recuerdame que la próxima vez que haga una fiesta debo evitar que Reiner se entere...

Eren se rió del pedido y tomo la mano de Armin, guiandolo escaleras arriba.

- ¿Cuál es tu habitación?

- La segunda puerta...Eren yo...

- ¿Tienes miedo? - vio como el rubio se sonrojaba y bajaba la mirada - Armin...¿Acaso tú...?

- ¡SÍ, SOY VIRGEN Y QUÉ! - gritó histérico - ¡Pero no me malinterpretes! Quiero hacerlo contigo...

- Bueno...eso nos pone las cosas más fáciles...- Eren cerró la puerta tras él - Te prometo que seré cuidadoso, déjate llevar - hipnotizaba a Armin con su cálida voz mientras le sacaba la ropa. El rubio se preguntó en qué momento Eren decidió qué papel cumpliría en su encuentro, pero no tardó en restarle importancia.

Y así fue como Eren y Armin se entregaron mutuamente. No se enteraron a que hora termino la fiesta, solo despertaron para admirar el rostro del amado y repetir la hazaña de la noche.

Pero no todo sería color rosa.

Habían regresado a clases corriendo el gran riesgo de ser el blanco de burlas y comentarios. Aunque, gracias a Reiner, todos sabían de la sexualidad de Eren, la de Armin era un completo misterio.

Se tomaron de la mano ni bien vieron el gran edificio del colegio, parecía agrandarse, amenazando con aplastarlos y llevarse por delante su amor.

- Vamos - Armin tomó valor - Que importa lo que digan. De todas formas es el último semestre.

- No quiero que te dañen con sus comentarios - replicó Eren - Sé que se siente que el imbécil de Reiner te humille frente a todo el mundo.

- Tenemos a Jean y sus grandes puños.

- Y a Mikasa y sus patadas.

En medio de sus risas cómplices, entraron. Y todo el mundo los volteo a ver. No porque les diera impresión que sean gays y estén saliendo abiertamente.

Temían por ellos.

Grupo por grupo se esparció la noticia y la advertencia: "que Reiner no se entere". Aunque todos le temían, veían a Armin como un buen compañero, alguien que oyó los problemas de medio alumnado y los aconsejo exitosamente ¿Quien siempre prestaba la tarea que siempre estaba perfecta sin pedir nada a cambio? Armin. Y si estaba con Eren, él también debía ser defendido.

Pero los intentos de mantener a Reiner alienado de la noticia no duraron mas que un par de días.

Extrañamente, advirtieron muchos, al principio no hizo nada. Incluso lo vieron cabizbajo, pensativo y alejado de su grupo. Mientras todos pensaban que estaba tramando un macabro plan para humillar a la pareja, en realidad le angustiaba una cosa: ¿Por qué Eren y no el?¿Que vio Armin en ese engreído sucio? Siempre hacia ruido cuando comía, eso le sacaba de sus casillas. Tenía cara de confundido y no le hallaba forma. Lo mirase por donde lo mirase, le parecía feo y sin gracia. Tal vez sean sus ojos, pensó, lo que idiotizo a Armin, eran bonitos.

Pero no le bastaba. Y decidió que debía seguir siendo el rubio bruto que toda la escuela consideraba odioso.

Era la hora del almuerzo cuando por fin los vio tomados de la mano, en la fila de la cantina.

- Perdón señora - le dijo a Armin cuando paso por el medio de los dos, interrumpiendo el contacto.

Nadie rió. Por primera vez desde que se autoproclamo el bully oficial de la escuela.

- Chchchchch - Jean se abrió paso entre la gente - ¿Que está ocurriendo aquí? - se trono los dedos, haciendo gala de sus ganas de pelear.

- ¡Fooo! - Reiner hizo como si algo oliera feo - ¡Que olor a puto!¿Y tú también lo eres?

- Ay Braun - Mikasa se acercó y él no pudo ocultar su miedo - Cómprate una vida ¿Quieres? Nos alegraría mucho.

Los celos tenian a Reiner falto de imaginación, así que no supo que contestar, y se marchó, chocando a Eren casi hasta echarlo al suelo.

Alrededor de ellos todo volvió a la normalidad, menos Jean.

- ¿Oye?¿Que pasa? - pregunto Mikasa.

- Reiner - miro al resto del grupo - Está... está celoso.

La Boda (ErenxArmin)Where stories live. Discover now