Eren estaba consternado.
¿Por qué Armin no le devolvió la llamada? Seguro estaba ocupado. Si. Seguro era solo eso, se consoló. Pero cuando sonó su celular, casi se abalanzó sobre el.
- ¿Aló?¿Armin?
- Eren soy Mikasa. Supe lo ocurrido ¿Cómo está todo por ahí?
- Hola. Gracias por llamar - intentó ocultar su decepción - Pues, no muy bien. Papá sigue internado, estable...
- Oh, Eren, lo siento tanto...- Mikasa estaba esperando el momento adecuado para reclamar por qué no había llamado a Armin, pero no tuvo que esperar demasiado.
- Oye, Mikasa...¿y Armin?
- Te llamaba para preguntar sobre eso...¿Por qué, Eren?
- ¿Que cosa?
- No te hagas el tonto...no le avisaste nada a Armin, simplemente te fuiste...
- Espera, espera...si le avisé...fue a la primera persona que le avisé de esto. El fue quien jamás me devolvió la llamada ¡Jamás!
- Pues, Armin me dijo que no recibió ningún mensaje, nada ¿Por qué mentiría?
- ¡Diablos, no lo sé! - Eren se puso rudo. Tenía un montón de mierda en la cabeza como para gastar energía en encontrarle una justificación a la histeria de su novio - Ay, Mikasa lo siento...estoy algo nervioso...
- Te entiendo. Oye, hablaré con Armin ni bien pueda ¿si? - sintio que Eren asentía del otro lado de la línea y del océano - Te llamo luego, cuidate mucho...te quiero.
- Está bien, Mikasa. Gracias.
La muchacha colgó con más dudas de las que tenía cuando marcó ¿Armin un mentiroso? No creía eso posible. Si, a veces podía ser algo histérico y absorbente con Eren pero era una persona noble. Tomo las llaves de su auto y fue a casa de su amigo de toda la vida.
- ¡Mikasa! - le fue imposible a Armin ocultar su sorpresa - ¿Que haces aquí?
- Quiero hablar contigo ¿Puedo pasar?
- Ehm, no sé si sea un buen momento...- se apoyó en el marco de la puerta para asegurarse que Mikasa no tuviera por donde entrar.
- ¿Por? Oye ¿Ocultas algo? - empujó suavemente la puerta.
- ¡Hola chinita!
No podía creer quien estaba allí.
- ¿Reiner Braun?¿Que haces aquí? - el musculoso rubio solo le sonrió con cinismo. Miro a Armin - ¿Que hace él aquí?
- Yo le conté lo ocurrido y vino a hablar un rato. No tiene nada de malo ¿verdad?
- Tu no aprendes más Armin...no aprendes - salió de la casa y se dirigió a su auto - No ¿sabes una cosa? - volvió haciendo ademanes con el índice - Deja de victimizarte. Tenía miedo de ver la verdad pero ahora me doy cuenta que no puedes vivir sin drama.
- ¿Que quieres decir? No permitiré que me faltes el respeto en mí propia casa.
- Oh, si, Armin. Lo sabes y muy bien.
Resulta ser que no era la primera vez que Armin se involucraba con Reiner. En una de sus peleas con Eren, que terminó su relación por algún tiempo, decidió salir a pasear por el parque para despejarse. Vio al enorme rubio sentado solo en una banqueta. Como Armin no era una persona rencorosa, decidió saludarlo.
- ¡Reiner!¡Tanto tiempo!
Braun levantó la cabeza para mirar a quien lo había saludado y se sorprendió de que fuera Armin. Después de todo el bullying que le hizo, el pequeño rubiecito que supo ganarse su reprimido corazón se acercó de buena manera a saludarlo. Justo en ese momento que tanto lo necesitaba.
