1

2.1K 285 157
                                    



Uno de los cuatro demonios más fuertes del infierno, Jeonghan, vagaba por la tierra contaminada y sobrepoblada, buscando nuevos humanos con los que jugar y corromper.


Odiaba como estos alteraron a su gusto la historia y les daban nombres patéticos, creyendo que eran siete los demonios más poderosos, "los príncipes del infierno". Tan patético. Que aburrido debe ser solo representar un solo pecado capital.


Todos tenían de todo un poco, pero destacaban en alguno. Según los humanos que ni si quiera vivieron en la época en la que sucedió todo, por sus escrituras él se llamaría Asmodeo. Era tan divertido. Los humanos se creían el centro de todo, por lo que plasmaron la "historia" en un libro, pero era solo desde su punto de vista tan limitado.


Quizás el tratar de escribir todo, dándole un orden y nombres se sentían más tranquilos, con más poder y control sobre lo abstracto que era el tema de ángeles y demonios.


Él y sus hermanos solían cambiar bastante de nombres o hasta apariencia, por lo que era imposible que los humanos supieran quienes eran exactamente. Solo creían lo que ellos les quisieron mostrar.


Por ello, amaba corromper a los religiosos, principalmente a los que seguían esa figura tan "majestuosa" de Dios sin dudarlo.


Era aún más satisfactorio arruinar los matrimonios que se unieron en la iglesia. Creyentes que querían seguir lo correcto en la vida para ganarse un espacio en el cielo junto a los "puros y bellos" ángeles, bajo el cuidado del todopoderoso.


Este tipo de personas solían tener un rechazo o no veían natural la relación de personas del mismo sexo, por lo que era divertido tentar al hombre, confundiéndole y haciéndolo entrar en pánico al sentirse atraído por el mismo sexo, pues Jeonghan tenía esa apariencia y sensualidad que provocaba deseo en cualquiera.


Si su objetivo era la mujer, entonces hacia la imagen del mejor hombre de todos para tentarlas a pecar, siendo infiel y provocando que vieran imperfecciones en sus esposos. Cuando otros descubrían que tenia de amante a Jeonghan, entonces dejaba que los mismos humanos dañaran a la mujer, acusándola de romper sus votos abriendo sus piernas a cualquiera u otras cosas absurdas. Lo bueno para el demonio, era que los humanos son débiles ante la opinión pública, así que, si la única persona en la que se apoya aun, desaparece, entran en crisis y... 


Era tan fascinante corromperlos.


Para elegir a quien de la pareja iba a llevar al mal camino, solía usar su poder para entrar a las casas e investigar un poco, invadiendo sus pensamientos mientras dormían. Por como la humanidad a mejorado su tecnología y de paso, sistemas de seguridad, ha tenido que recurrir a lucir invisible.


Pero ocurrió un problema esta vez.


Entro a la casa de una familia feliz que había visto salir de la iglesia esa mañana del domingo, un hogar de dos pisos. Mientras buscaba la habitación matrimonial, en el pasillo solo iluminado por la luz de la luna, vio aparecer a un niño.


Se quedo quieto a pesar de que no podía ser visto, porque había algo en ese pequeño que congelo cada parte de su cuerpo.

¿Puedes jugar conmigo? (JIHAN)Where stories live. Discover now