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Jeonghan se detuvo a admirar el rostro lleno de anhelo del menor, sintiendo el deseo hormiguear por su cuerpo.


- Llévame a tu cuarto – Ordeno, dándole una pequeña mordida en su labio inferior antes de separarse.


Joshua al reaccionar, con torpeza se puso de pie y le ofreció su mano al otro. Era un demonio, por lo que se arrepintió al momento de eso, ¿Qué intentaba al ser caballeroso? Quiso alejar su mano, pero la de Jeonghan lo detuvo, agarrando su mano con fuerza sin alcanzar a doler. Recibió una extraña mirada por parte del rubio, quien se puso de pie aun con sus manos juntas


El humano de nuevo se perdió en esos profundos y hermosos ojos, reaccionando al sentir un beso acariciar sus nudillos. Tiro suavemente del demonio, guiándolo con calma a su habitación. Sentía su corazón a mil al inesperadamente, sentir esa mano cálida entrelazarse con la suya gentilmente.


Al cerrar la puerta tras entrar, Joshua no sabía que decir, como empezar aquello, pues si bien había salido con algunas personas, nunca llego a ese acto tan íntimo. En su momento fue muy atrevido al proponerle eso a quien aparecía en todos sus sueños húmedos, pero ahora estaba jodidamente nervioso, sintiendo su inexperiencia entregándole solo inseguridades.


Sin embargo, solo basto un minuto para quedar en blanco.


La mano de Jeonghan se poso en su cadera, haciéndolo avanzar hasta la orilla de la cama. Este se removía con ansiedad y miedo, asi que para detener aquello, sujeto sus mejillas – Mírame a los ojos, Shua – En cuanto logro obedecer, sus labios fueron atacados por los del demonio, siendo un beso lento que lo derritió.


Las manos bajaron por el cuello repartiendo dulces caricias, y al separarse, los labios de Jeonghan se encaminaron a todas partes, besando sus mejillas, nariz, parpados, cejas y frente, para luego bajar al mentón, empezando a ser besos más lujuriosos al llegar al cuello, porque también dio uso a su lengua y dientes.


Con dificultad el menor se afirmó de los hombros del rubio, entreabriendo su boca en busca del aire que se le escapaba por el toque tan dulce y a la vez lascivo que era esparcido por su piel. El rubio no encontraba suficiente el besar todo su rostro y cuello, así que mientras dio otro largo beso en el que chupo con avidez la lengua de Joshua, metió las manos por debajo la camiseta, levantándola para que, al separarse de esos gruesos labios, poder quitársela.


Jisoo se sentía algo avergonzado por dejarle ver su cuerpo tan delgado a un demonio que quizás había visto tanta gente atractiva, pero al mirar con cierta timidez a Jeonghan, su ego se alimento por los ojos cargados de deseo que parecían querer comérselo. Ahogo un gemido cuando una lengua bajo con rapidez por la línea de su cuello, dejando algunas mordidas para al fin llegar a su apetecible objetivo, un pezón que en un inicio beso con dulzura, continuando con pasear su lengua por su contorno para después presionarla contra el ahora erecto botoncito, concluyendo con una suave mordida que hizo flaquear las piernas del humano.


Por su inexperiencia, no estaba seguro de si era normal acabar tan duro por solo besos, mordidas y lamidas, pero es que joder, se notaba que sabía lo que hacía. 


Luego de terminar con ese pezón, siguió con el otro, dejándolo igual de duro que el anterior. Se rió sobre este con travesura, ahora bajando por los poco marcados abdominales del americano, agachándose para besar su ombligo y repartir besos por su sensible vientre, haciéndolo temblar.

¿Puedes jugar conmigo? (JIHAN)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon