- FIN -

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- Si esto no resulta, te mato – Dijo con frialdad una voz.


- Deben tener fe – Soltó sin mucha energía, como si ya hubiera repetido esas palabras varias veces.


- Cállenlo, por favor – Murmuro con fastidio otra.


- Discúlpenlo, salió tontito – Dijo otro con una pizca de cariño.


- Hey, aghh – Bufo muy irritado – Nose porque acepte ayudarlos y estar ahora aquí – Refunfuño.


- Porque tú quieres que el alma de Joshua sea feliz sin tener un demonio tan cerca – Le recordó el de mejillas abultadas, omitiendo el hecho de que ahora ellos serian los demonios que estarían cerca en vez de Jeonghan.


- También estas curioso – Se burló el alto – Si tuvieras fe, no estarías con nosotros viendo si resulta o no – Continuo, logrando que el ángel se masajeara las sienes para calmarse.


- Que Dios me de paciencia – Susurro para sí mismo, haciendo reír a los demonios.


- Shhh, guarden silencio que ahí están – Dijo el de menor estatura, pero mayor de todos.


- ¿No se suponía que al ser humano perdería algo de su belleza? Se ve igual, solo que con el cabello castaño y versión mini. Que hijo de puta – Farfullo el menor.


Gracias a la ayuda de Hansol, lograron restaurar lo suficiente la luz del alma de ángel que poseía Jeonghan para que hubiera un equilibrio en su esencia. Esa era una característica particular de los humanos, el tener oscuridad y luz en su interior de forma equilibrada al llegar al mundo, pero que de ellos dependían que dejaban crecer a lo largo de sus vidas. Luego tuvieron que hacer otras cosas para lograr que su cuerpo fuera totalmente mortal. Decidieron que era el deber de los tres matarlo en algo que fue casi como una ceremonia.


Le tomo algunos años a Hansol encontrar al humano que ahora tenía el alma de Joshua, y poco tiempo después encontrar la de Jeonghan. Por la fuerza que los unía, era fácil encontrar al otro luego de ubicar a uno, así que desde ese entonces los cuatro han estado encima del par de infantes, vigilando cada movimiento y controlándose de no interferir, pues como Woozi había dicho, la vida por si misma se encargaría de juntarles.


- Guarden silencio – Dijo Hansol con fastidio – Allá está el otro – Indico desde la posición elevada desde la que observaban.


- Oh mierda, están tan cerca así que más les vale encontrarse, ¡Al fin! – Celebro Mingyu, quien sintió esos años como si hubieran sido extrañamente largos.


- Si no fuera porque somos unos jodidos demonios, pensaría que somos sus ángeles guardianes – Dijo con diversión Woozi.


- Yo si soy un ángel – Replico el de buen corazón.


- Oh por favor, cállate Hansol – Pidió Seungkwan por como a veces su seriedad arruinaba el ambiente.


¿Puedes jugar conmigo? (JIHAN)Where stories live. Discover now