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Guardo el móvil en su bolsillo, caminando lentamente a la elegante mesa ubicada al centro de la gran vivienda de ellos, tomando asiento en su silla que estaba personalizada a su gusto, siendo absurdamente cómoda. Lo reclino un poco y luego cerro sus parpados para esperar con calma a que los portales funcionaran, considerando esperar al menos una semana.


Aunque, no espero mucho pues escucho un sonido distorsionado y luego a alguien tropezar. A ese hermano lo asemejaba a un cachorro por su forma de ser tan leal a los suyos, pero que era una real perra con otros.


- ¿Hyung? ¿Paso algo? Tu nunca preguntas si nos podemos juntar – Apareció un preocupado Mingyu, quien, mientras caminaba a su silla, cambiaba su ropa de chef a algo más cómodo.


- ¿Podrías al menos ponerte ropa interior? Es desagradable verte – Gruño con molestia. El alto se miró a sí mismo y luego con duda al rubio.


- ¿Qué tengo de malo? Según los humanos, fácilmente podría ser modelo y a los que he llevado a la cama, quedan tan satisfechos que empiezan a delirar sobre que, si eso era sexo, todo lo que hicieron antes fue juego de niños – Dijo con cierta soberbia, cruzándose de brazos a la altura de sus firmes pectorales. Jeonghan bufo.


- Por eso. Si no llevas algo encima, me dan ganas de recordarte cómo se siente estar abajo, ignorando una de mis pocas reglas de no meterme con mis hermanos – Mingyu sintió un escalofrió por la penetrante mirada del demonio mayor, así que tras un pestañeo, estaba cubierto en su totalidad con un pijama de algodón de tonos pastel – Buen chico – Susurro burlón.


Mingyu hizo un puchero para luego mirar a la puerta que lucía que llevaba a la nada - ¿Quién crees que llegue primero? Supe que Seungkwan anda provocando ansiedad y envidia de nuevo en el mundo de la fama y moda – Jeonghan frunció el ceño, ¿Tan divertido era hacer eso? Al menor siempre le gustaba esa área, no como a él que prefería cosas más intensas como la lujuria.


No sabía si Lucifer al crearlos lo pensó correctamente, pero entre todos se complementaban muy bien – Kwannie llegara primero, porque ama los chismes y necesita saber por qué los llame – Dijo con simpleza, a lo que el de piel más tostada asintió de acuerdo.


- ¿A quién tenemos que matar? – Ambos se sorprendieron al ver a Woozi aparecer primero, luciendo muy preocupado, haciendo reír de ternura al de rubios cabellos.


- A nadie a quien tenga en mente – Dijo con simpleza, mirando de reojo como a los segundos el portal sonó para dejar pasar al menor de todos, quien tenía el cabello desordenado y marcas de mordida en el cuello.


- ¡Hannie! – Se acerco rápido al rubio para darle un cariñoso abrazo, siendo apartado de inmediato.


- Apestas a sexo – Le dijo sin ninguna sutileza, provocando algo de vergüenza en el menor, quien termino encogiéndose de hombros.


- Ya que estamos todos, empieza a hablar. Tuve que alterar un poco la mente de un tipo y crear una ilusión para que no notara mi ausencia – Tomo asiento en la única silla que seguía vacía, invocando en la mesa alimentos para saborear.

¿Puedes jugar conmigo? (JIHAN)Where stories live. Discover now