Nada será Normal [Descendientes]

Capitulo 25. ¡Happy Birthday Doble J!

En un lugar completamente oscuro donde la única luz era una incesante sirena roja, en la esquina había alguien sentada con las piernas aferradas a su pecho. Alzo su mirada justo cuando comenzó a sentir agua abajo de ella, el lugar se estaba inundando.

Litros y litros de agua caían por las paredes y techo. Estaba desespereda, no sabía que hacer y el gran ruido de la sirena sonando no la dejaba concentrarse.

—Fue un error entrar aquí.—repetía la chica dando golpes en la pared tratando de salir.

El agua ya cubría la mitad de su cuerpo, intentó ir a lo más alto del lugar, y en una escaleras de metal se subió. Intento abrir lo que es una puerta en el techo, no abría. Golpeaba constantemente, estaba atorada.

Era una pesadilla, en pocos segundos moriría ahogada.

—¡Ayuda! ¡Ayuda!— gritaba, su llanto era cada vez más fuerte. Nunca imagino que moriría de esta manera.

—¡Jane! ¡Jane!— una voz la llamaba, ella aseguraba que se encontraba sola. No vio a nadie, la voz cada vez se hacía más fuerte.

Hasta que abrió los ojos.

De un momento a otro estaba en su cama, con sus amigos rodeandola. Solo estaba soñando.

Se sintió tan real que su respiración estaba agitada. Se encontraba perdida, no entendía el porqué Jay estaba acostado junto de ella y todos los veían con una sonrisa.

Chad apago las luces y de la puerta ingresó Audrey junto con dos velitas en sus manos.

—Happy Birthday to you...— empezó a cantar Audrey mientras entraba con  velsz encendidas.— Happy Birthday to you... — aquella escena con Audrey  caminando aún más lento y con sus amigos sin parar de sonreír, hizo que Jay y Jane se miraran con temor.—Happy Birthday Doble J... Happy Birthday to you...— finalizó llegando justo enfrente de ellos, sentándose en la cama.

—¡Pidan un deseo!— grito emocionada Dizzy.

—No tenemos mucha comida como para desperdiciarla en un pastel... Así que solo soplen a estas velas.— sonrió Evie sentándose junto de Audrey.

Jay y Jane, que estaban recién levantados sonrieron forzosamente, les gustaba que sus amigos se acordarán de su cumpleaños, pero su gran sorpresa la sintieron incómoda tanto para los dos.

Se escucharon aplausos una vez que los dos jóvenes soplaran su respectiva vela.

[...]

—Annieee... — Jay repetía lentamente viendo a la niña sentada en la alfombra.

—Nunca vas a lograr que la niña diga su nombre— dijo Mal recostado su cabeza en las piernas de Ben.

—No es tan complicado... — dijo y volvió a repetirlo, marcando las pabras una por una, Annie solo reía.

—¿Que es lo primero que un bebé dice al hablar?

—Algo menos difícil— interrumpió Gil.

—¡No es difícil! La A no es dicifil de pronunciar.

—¡Jay es una bebe!

—Así no funcina amor— dijo Lonnie sentándose junto a él.— Di mamá.

La niña inclino su cabeza al no entender que quería decir.

—Según estudios, los bebés que caminan primero les cuesta aprender   a hablar. Y los que hablan primero les cuesta aprender a caminar.— hablo Doug desde la sala de libros.